La realidad es que anteriormente, la mayoría de los filósofos se dedicaban a la investigación y la docencia, pero durante los últimos tiempos estos profesionales han ganado terreno en nuevos campos, como el de la inteligencia artificial y los debates éticos que este tipo de avances tecnológicos conlleva. 

Este tema tomó tanta relevancia que el Ministerio de Educación de la Nación consideró a la Filosofía como una carrera estratégica para el desarrollo económico y productivo del país, junto con áreas clave como Ambiente, Computación e Informática, Energía, Petróleo y Gas, Minería y Ciencias Básicas, entre otras.

Verónica Tozzi, directora de la carrera de Filosofía en la Universidad de Buenos Aires (UBA), manifestó que el rol de la filosofía en el mundo contemporáneo hoy presenta un doble desafío.

Por un lado, no existe más la idea de que la filosofía es el fundamento, el conocimiento primero que guía a las demás ciencias. Lo que hoy nos parece verdadero mañana puede ser desplazado. Pero el desarrollo de nuevas tecnologías pone en primer lugar el tema de la verdad y la confianza, a quién creer cuando uno está recibiendo una cantidad inusitada de información todo el tiempo. Hay que filtrar lo verdadero y útil de lo falso e irrelevante y esas son preguntas que puede responder esta ciencia”, dijo Tozzi.

Sin embargo, aclaró, no todo lo que es real es necesariamente bueno o soportable. Y allí es donde aparece el segundo desafío. “Parte de la vida de las personas es transformar esa vida para mejor y desde ese momento surgen las cuestiones éticas con respecto al deseo de transformación, es decir, si el cambio va a ser beneficioso”, sostuvo.

El gran crecimiento de la carrera de filosofía 

De acuerdo a cifras del área de Información Estadística Académica de la UBA, entre 2011 y 2021 la cantidad de nuevos inscriptos a carreras de filosofía en todo el país, tanto en establecimientos de gestión estatal como privada, pasó de 1826 a 3188 –90% de los cuales lo hicieron en instituciones estatales–. Es decir, la matrícula nacional de Filosofía creció un 75% en una década, siendo la UBA, la Universidad Nacional de Córdoba y la Universidad Nacional de La Plata las que reúnen a la mayoría de los nuevos alumnos.

“Actualmente la Filosofía se vuelve un aporte fundamental en áreas como el avance de la tecnología, la preocupación medioambiental y el desarrollo de prácticas vinculadas a las ciencias biomédicas. El excesivo intervencionismo en los procesos de la vida (tanto humana como no-humana) vuelve urgente y necesaria una reflexión ético-filosófica seria que acompañe los dilemas que van surgiendo a partir a la velocidad y la violencia de esos avances”, dijo Verónica Parselis, directora de la carrera de Filosofía en la Universidad del Salvador (USAL).