Tras la confirmación de que hubo un encuentro en una habitación entre la China Suárez y Mauro Icardi, ahora se conocen los detalles exclusivos de la famoso habitación donde se consumó la infidelidad. Luego del escándalo desatado dos semanas atrás cuando Wanda Nara anunció su separación del jugador de fútbol y responsabilizó a la actriz de la ruptura de su familia, nada parecía sorprender.

Pero si, ahora lo hacen los detalles del lujoso lugar donde María Eugenia y el delantero europeo concretaron su encuentro cara a cara, después de meses de conversaciones, de alto contenido erótico, vía mensajes y video llamadas.

 

 

Porque Wanda se reconcilió con Icardi y le dieron una nueva oportunidad a la pareja que llevaba ocho años juntos y que tenía dos hijas porque le creyó al deportista al jurarle y perjurarle que solo se trató de encuentros virtuales con Suárez.

Pero Nara recibió llamados y mails anónimos que le confirmaron que entre su marido y la China hubo encuentro carnal. Y ahí estalló de nuevo el escándalo que los llevó a un nuevo distanciamiento de la pareja y que, ahora, la empresaria no quiere tener ni cerca a quien fue su marido.

La habitación donde la China Suárez y Mauro Icardi compartieron intimidad.
LA HABITACION DONDE LA CHINA Y MAURO TUVIERON INTIMIDAD

Sofisticada y extravagante: la habitación de la infidelidad por dentro

Icardi y Suárez pasaron dos días en un coqueto hotel parisino, en el fin de semana del 25 y 26 de septiembre mientras Wanda compartía con su hermana, Zaira, de visita por Europa, y se hicieron una “escapadita” a Milán.El polémico encuentro se concretó en el lujoso Le Royal Monceau-Raffles, el lugar que eligió Lionel Messi y su familia ni bien pisaron tierra parisina, hasta que encontraron una casa.

Ese mega lugar tiene como dueños a los propietarios del PSG, club donde Mauro juega hace varios años, que brinda a sus jugadores la posibilidad de acceder a todas las comodidades del lugar, en el momento que lo quieran.Y eso, sin más, es lo que aprovecharon la China y Mauro, para disfrutar de lo que fueron intensas horas de amor, entre decoraciones de estilo en mueblería y artefactos de primera línea con terminaciones novedosas.