Jorge, el sastre de 80 años que todas las elecciones diseña un traje "patrio" para ir a votar
Jorge Williams dedicó toda su vida a la sastrería. La época de elecciones es su momento especial para lucirse y en estas PASO 2021 diseñó una vestimenta blanca y celeste para ir a emitir su sufragio.
Jorge Williams lleva 69 años en el oficio de la sastrería. El hombre de 80 años tiene 200 trajes originales con los que acostumbra a salir a pasear por la ciudad, y un set apartado con diseños patrios confeccionados especialmente para concurrir a votar. Si alguna vez te cruzaste a un hombre mayor con una excéntrica vestimenta argentina, ya sabrás de quien se trata. Sus colores y accesorios no pasan inadvertidos.
Para él, los días de votación son igual de importantes que Navidad, Halloween, Año Nuevo o cualquier otra festividad que amerite vestirse a todo color. "El color es vida", dijo en una entrevista. "¿Porqué tengo que caer en la onda del verde con el amarillo, o con el marrón? Yo me pongo lo que se me da la gana, cuantos más colores mejor. Cuando uno ve un jardín lindo, no ve dos colores, ve un composé de muchos", afirmó, dejando en claro su impronta.
Pero en esta ocasión, donde hay que votar a nuestros legisladores, la vestimenta solo amerita tres colores y Jorge Williams los respetó a la perfección: celeste, blanco y amarillo. Por eso eligió para las PASO 2021 un atuendo a pura raya, y accesorios que le dan su sello original: un casco, una capa y un bastón.
Dice que la gente no se viste bien y que “ser libre es vestirse como uno quiere”. Esto lo llevó a convertirse en viral en más de una ocasión, ya que no teme salir a caminar por el barrio de Recoleta un día cualquiera con alguno de sus trajes.
“La culpa de todo la tiene la maestra. Pero a ese pobre niño le dejó un gran trauma”, cuenta Williams detrás del mostrador de su local lleno de trajes, en Salguero 2139, donde trabaja con su socia modista Sandra Paiz. Aunque para él no son trajes, son obras de arte, cada pieza tiene un alma, un corazón, un hombre a quien acompañar.
Según reveló, su maestra fue quien lo humilló en su infancia por su cualidad de zurdo y sus "orejas de burro". Además le decía todo el tiempo que iba a repetir de grado, que todos se iban a reír de el por bruto y que iba a tener aserrín en la cabeza. Fue así como repitió el grado y a partir de ahí su vida escolar se fue en picada. Terminó en un colegio de curas, pero su padre decidió hacerlo trabajar como sastre en paralelo. Así comenzó su historia en el oficio.