La pandemia de coronavirus tuvo un impacto demoledor en la salud mental e incrementó como nunca antes el número de consultas que reciben los profesionales abocados a la psicología y psiquiatría. El fenómeno continuó en ascenso en el último año, aunque sumó un segundo factor incidente: la crisis económica.

En este contexto, una sesión cuesta entre $9.000 y $15.000 en el ámbito privado y hay demoras de hasta dos meses para conseguir una consulta inicial en el sector público, según explicaron a cronica.com.ar especialistas que trabajan en el área.

La mayoría de las solicitudes de psicólogos están vinculadas a casos de ansiedad, estrés y ataques de pánico, síntomas cada vez más frecuentes en el mundo pos pandemia. También se acude a terapia por problemas de personalidad, socialización, traumas y depresión.

José Icazatti, licenciado en psicología, señaló que la demanda creció casi un 300% en los últimos tres años. “Hay muchas más consultas, creo que este fenómeno que estamos viendo se da en un marco de crisis económica y también hay pacientes que no pueden sostener su economía. A veces, continuar con el tratamiento depende de la importancia que uno le da a la salud psíquica”, afirmó.

De acuerdo a un relevamiento reciente sobre el estado psicológico de la población argentina realizado por el Observatorio de Psicología Social Aplicada (OPSA) de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA), más del 50 % de quienes no realizan tratamiento psicológico aseguran que lo necesitan.

Pero a la hora de buscar asistencia psicológica aparece el bolsillo como principal freno. Casi un 35% de los argentinos no puede pagarla, el 12,73% no logra acceder a un horario, el 9,6% dice que las obras sociales o prepagas no lo cubren, el 8,79% no encuentra un servicio gratuito, el 5,56% prefiere recibir un tratamiento presencial y el 2,53% no está dispuesto realizar un tratamiento a distancia.

¿Cuánto vale la consulta con un psicólogo?

“Nunca di de baja a un paciente por problemas económicos”, explicó por su parte Gustavo Dupuy (M.N. 60.331) psicólogo y miembro titular de la Asociación Socioanalítica Argentina. “Algunos somos más flexibles. Cuando el paciente está instalado en un tratamiento -sin importar la gravedad del caso- lo que importa es que no lo abandone”, remarcó.

La ironía entorno a esta problemática es que en tiempos de crisis es cuando más aumentan las patologías mentales y a su vez, cuando se hace más difícil poder costear un tratamiento.

En el sector privado la consulta puede llegar a valer hasta 15 mil pesos.

En la encuesta del OPSA, el 54,55% de los participantes informó que está atravesando una crisis y de ellos, el 49,44% mencionó una crisis económica.

Icazatti tiene su consultorio en la fundación LINJU, ubicada en la provincia de San Juan. Allí se atiende en base a un mínimo ético, que es el valor promedio de la consulta de 5.200 pesos, pero la mayoría de los psicólogos están entre 5.000 y 8.000 promedio. Después, hay psicólogos con mayor experiencia, que están cobrando por encima de los 9.000 pesos. Y para un tratamiento continuo y permanente siempre se aconseja una consulta semanal”, detalló a Crónica el especialista.

El desequilibrio entre salarios e inflación hizo que muchos de sus pacientes optaran por una reducción en la frecuencia pero sin perder la asistencia. Casi un 70% de los pacientes han mermado las cuatro sesiones mensuales por dos sesiones mensuales. Algunos casos también han reducido a una sesión por mes”, aclaró.

En tanto, la consulta con un psiquiatrase está cobrando entre 9.000 y 15.000 pesos”, añadió Icazatti.

Demoras en el sector público

Dupuy, de amplia trayectoria en la atención psicológica tanto en el ámbito público como en el privado, profundizó sobre el estado de situación en los hospitales estatales: “Hay mucha demora, para una consulta inicial están dando turnos para dentro de dos meses. Pero esto también es consecuencia de que la demanda creció”.

“Hospitales como el Pirovano o el Materno Infantil de San Isidro son excelentes alternativas para aquellas personas que necesitan atención pero no pueden pagarla. También están los colegas más nuevos que trabajan con supervisión de profesionales con más experiencia, que cobran honorarios muy bajos”, destacó el especialista.

El otro problema -reconoció el psicólogo- es que los profesionales de la salud en los hospitales públicos no reciben un sueldo acorde. “No tenemos derecho a pedirles que trabajen gratis”, sostuvo Dupuy.

Por último, Icazatti insistió en la importancia de ver al cuidado de la salud mental y la terapia como “una inversión”. No es un gasto, es una inversión. Yo creo que la gente daría todo el dinero posible por este lujo: la paz mental. Pero bueno, nosotros también tenemos esa flexibilidad, no todos, porque a veces hasta te critican los colegas si cobrás muy barato, pero hay que ser flexible de acuerdo a la necesidad del otro, especialmente en los casos de emergencia que están al límite de que sean dañinos para su propia para su propio físico", concluyó el profesional.