El Conurbano bonaerense es una tierra de misterios, escondiendo una sorpresa en cada esquina. Mientras no todos los hallazgos son benignos, un usuario de Twitter llamó la atención en la red social cuando capturó una de esas joyitas impensables que esconde la selva urbana de Buenos Aires.

@Tomles, usuario de Twitter y dueño de un dron, capturó la atención de una gran cantidad de usuarios cuando compartió fotos del increíble descubrimiento que observó con su aeronave: "Saqué a pasear el Dron por Temperley y me encontré con un edificio en venta que tiene un TOBOGÁN DE AGUA en el último piso", escribió el internauta en el tuit que se volvió viral, junto a dos fotos de la insólita decoración.

Las reacciones de los usuarios fueron variadas, con muchos asombrándose ante el logro de ingeniería y otros buscando la ubicación del tobogán más alto del Conurbano. Sin embargo, la mayoría de los comentarios fueron acerca de la seguridad de la invención:

"Muy lindo todo, pero se llega a aflojar un tornillo y terminas con San Pedro", "Sisi más vale que tenga buen mantenimiento, sino en la curva seguís de largo y terminas en liniers", "Con el envión a esa rejita la pasás como si nada y te encuentran en el obelisco. Dejame", "Posta esto es de verdad?"

Pues sí, es verdad. Las fotos capturadas por el dron son de la terraza del 2973 Almirante Brown, un edificio ubicado a pocas cuadras de la clínica Juncal en la localidad de Temperley. La torre, que se eleva hasta los 98 metros de altura, posee 72 departamentos de 38 m² con balcón, con una pileta y tobogán de agua en su cima para el uso exclusivo de los habitantes del último piso.

Esta no es la primera vez que el tobogán de Temperley se vuelve viral, habiendo aparecido en un número de portales el año pasado. Fue ese entusiasmo mediático el que le dio a Ezequiel Zelayeta, dueño de la desarrolladora que llevó a cabo el proyecto, la oportunidad de explicar la idea detrás del tobogán:

"Hablando con mi hermano le dije: 'Che, de acá podemos sacar un tobogán'. Nosotros ya hicimos uno más chiquito en otro edificio y quisimos replicarlo para hacer algo distinto, como si fuera un adorno en la torre. Por eso, a la noche se ilumina y queda como un faro", contó a La Nación Zelayeta. "No sé si se va a utilizar mucho como tobogán, es más el moño final del edificio, la frutilla de la terraza, algo distintivo", agregó.

De noche, el tobogán se ilumina como un faro.

Las dudas acerca de la funcionalidad del tobogán volvieron a replicarse a partir del redescubrimiento vía dron, con varios usuarios llegando a graficar la trayectoria del tobogán de manera precaria para expresar sus dudas.

A pesar de los miedos de los internautas, Zelayeta aseguró que el tobogán es más que seguro, habiendo sido probado por constructores y arquitectos que trabajaron en el edificio: "Fue en enero. Mis hermanos lo usaron con los empleados. Se tiró gente de mucho peso y funcionó perfecto. Es muy tranquila la experiencia, diría que le falta adrenalina", bromeó Zelayeta.