Historietistas: un oficio que se lleva en el corazón
Sus obras triunfan en el mundo, pero ellos trabajan desde estas tierras. Crónica dialogó con dos referentes de una tarea que requiere de mucho profesionalismo. Conocelos.
Las historietas han representado a lo largo de los años y con el paso del tiempo un lugar de encuentro con la fantasía, de risa, de drama y también de reflexión, que abarcan una gama amplia de géneros y por el cual, a lo largo de la historia, Argentina se ha destacado mucho.
Desde el Eternauta, creada por el guionista Héctor Germán Oesterheld y el dibujante Francisco Solano López, hasta Inodoro Pereyra, en la pluma de Roberto Fontanarrosa, el país tuvo historietas que marcaron generaciones.
Es así que al día de hoy muchos de aquellos que peinan canas recuerdan con cariño como tantas de esas historias marcaron sus vidas.
A pesar del paso del tiempo, Miguel Rep (60 años) y Alfredo Falugi (73 años) son dos exponentes que demuestran que el amor por el dibujo puede atravesar cualquier barrera y que el paso de los años no hace más que otorgarles a quienes se dedican con tanta pasión a este arte, la sabiduría para saber transmitir cada vez mejor sus obras.
En diálogo con “Crónica”, ambos explicaron cómo fueron sus comienzos en el mundo del dibujo, sus concepciones sobre la forma que tienen de trabajar, su visión sobre la profesión y sus proyectos para el futuro.
Comienzos
Rep tuvo un acercamiento temprano al dibujo y cuenta que su primer trabajo vinculado a la profesión lo tuvo a los 14 años, cuando realizó su primera publicación en una revista de ovnis de Fabio Zerpa, pionero del tratamiento del tema en la Argentina.
Sobre esta línea, el autor nacido en San Isidro, quien se define a sí mismo como “dibujante, y luego humorista gráfico y narrador” destacó que sus influencias estuvieron siempre ligadas a la escuela europea, y a la tradición del humor gráfico argentino.
Por el lado de Falugi, el dibujante considera que su primer impulso provino de forma directa por parte de sus padres, quienes “también eran artistas” y un viaje a Brasil en donde tuvo que pasar algunos meses cuidando a su abuela, luego de que tuvo un accidente.
“Tenía que quedarme cuidando a mi abuela y mi madre me puso un profesor particular de dibujo. Luego comencé a realizar un curso de historieta por correspondencia durante tres años y conseguí un trabajo en una empresa de Brasil para hacer dibujos publicitarios”, explicó.
Sin embargo, Falugi hizo hincapié en que su idea siempre fue regresar a la Argentina. Fue así que su primer contacto profesional con el dibujo de historietas se dio luego de que, tras regresar al país que lo vio nacer, se contactara con Ángel “Lito” Fernández, dibujante nacional a quien considera su “maestro”.
“Empecé a dibujar una historieta llamada ‘El pez de hierro’ para Inglaterra, donde pude ya comenzar a trabajar de las historietas, aunque más volcado a la temática de guerra, cuando lo que más disfrutaba era dibujar mujeres. Pero fue una experiencia que me sirvió para después”, resaltó el dibujante.
Proceso creativo
Con una amplia trayectoria, Rep cuenta con obras de gran reconocimiento como El Recepcionista de Arriba; Los Alfonsín; Gaspar El Revolú; Joven Argentino; Auxilio; El Culpo; Lukas; El Caramonchón; El Niño Azul; en tanto que lleva publicado en total 37 libros.
Además, en la actualidad publica a diario en el diario Página/12, desde el primer número; y diariamente en los diarios El Tiempo de Colombia, y en El Telégrafo de Ecuador; mientras que también edita semanalmente en Revista Veintitrés.
En relación a cómo realiza sus obras, Rep resalta que el trabajo demanda “mucha concentración, experiencia, algo de profesionalismo y en una de esas, algo de talento”.
“Disfruto de muchos de mis trabajos, pero ninguno tiene una fórmula o un patrón. No hay límites para el humor. Para el arte, en realidad. Lo que hay son temas que no me interesan, o que no son para mí”, reflexiona Rep.
En ese sentido, apunta que “la base” de su humor es “aquello que tiene carnadura” en él o que “no me duele, es superficial”, en tanto que, “aquello que me conmueve, sea lo que sea, es humorable”.
Por su parte, Falugi se refirió al tema y afirmó que en su caso existe “una tarea que no solo es dibujo, también es una actividad intelectual” y tiene que ver con lograr “darles a las imágenes un escenario, mostrar quién es el bueno y quién es el malo”, así como “poder transmitir emociones como muerte y desolación”.
Con Robin Wood como guionista, Falugi pasó de realizar trabajos para Inglaterra a ser reconocido en Italia por la realización de la historieta Amanda, que fue publicada entre 1992 y 2016.
Al respecto, el dibujante señaló la importancia de poder tener una buena compresión de lo que le envían a través del guion, para después poder darle su impronta a sus realizaciones.
“La historieta es como una película. Me mandan un guion y tengo que elegir la locación, los personajes, la ropa que usan, las armas que van a tener. El guionista tiene que dividir una historia en cuadritos y páginas. Es un oficio muy especializado. Y a mí me toca traducir en la historieta lo que se escribe”, remarcó.
Experiencia
En relación a lo que fue incorporando a lo largo de su trayectoria, Falugi sostuvo que “con 30 años de recorrido” logró nutrirse de todo lo que vivió para “hoy por hoy ir encontrando más soluciones e ir teniendo más practicidad para resolver” su trabajo y te “volvés más profesional”.
Rep, por otro lado, indicó que en su caso canaliza su experiencia desde la apertura que tiene para ampliar su consumo en las obras artísticas y que esto le permita ser fuente de inspiración para sus trabajos.
“Antes solo miraba historietas y humor. Hoy mi nutrición cultural y estética son las artes visuales. Todas, la literatura y el ensayo”, manifestó.
De cara al futuro, Rep señala que en estos momentos se encuentra recluido en la Costa Atlántica para elaborar su próximo libro, que será sobre Diego Armando Maradona.
Se llamará “Diego, nacido para molestar” y saldría el próximo 30 de octubre de este año, a través de la editorial Planeta.
En el caso de Falugi, en la actualidad trabaja junto al guionista argentino Eduardo Mazzitelli en la elaboración de “Baja California”, una historieta que habla sobre “los cárteles de México”, una tarea que le lleva, según cuenta, “sentarse a trabajar seis horas todos los días” pero que disfruta.
El dibujante resalta que en el país “hay mucho talento y una escuela de historietistas” pero lamenta que “en el presente, hay que vender hacia afuera lo que se hace, porque en Argentina no se consume tanto o no hay tanto espacio para los locales” y desea que esta situación pueda revertirse.