Fue la villana de Chiquititas, tuvo una revelación espiritual y se alejó de todo: ¿Qué es de la vida de Millie Stegman?
La actriz participó de telenovelas muy populares en el país y se la recuerda por su papel de Pía en Chiquititas. Cuando viajó a Salta, conoció a la Virgen y su vida dio un giro rotundo.
Chiquititas fue una de las telenovelas más vistas entre el 1995 y 2001. Producida por Cris Morena para Telefe, llegó a los hogares de muchos niños y jóvenes que conocieron la historia de un grupo de huérfanos que compartía el sueño de encontrar a sus padres.
Algunos de los actores que formaron parte de la serie son Luisana Lopilato, Benjamín Rojas, Agustina Cherri y Celeste Cid. Sin embargo, contó con un reparto muy grande y poco se sabe qué pasó con algunos, ya que desaparecieron de la televisión. Uno de los casos es Millie Stegman, quien hizo el papel de villana.
La historia de Millie Stegman, la actriz de Chiquititas
Milagros Sofía Stegman Peters, más conocida como Millie Stegman, nació el 2 de mayo de 1968 en la ciudad de Coronel Pringles, ubicada al sur de la provincia de Buenos Aires. Es la menor de cuatro hermanos: uno de ellos es el ex modelo y cronista Juanse Stegman. En su carrera como actriz de televisión participó de diversas novelas como Clave de sol, Son de diez, Perla negra, Chiquititas, Naranja y media, Luna salvaje, Son amores y Se dice amor.
En el 2008, formó parte del concurso y reality show Bailando por un sueño y, en el 2010, fue la conductora del programa Bricolage, que se transmitía por la señal de cable Utilísima. Después de una última aparición en la obra de teatro Mujeres y botellas, en 2011, desapareció del mundo de las producciones audiovisuales.
En Chiquititas, interpretó a la villana Pía Pacheco Acevedo, una mujer cruel de clase alta a la que solo le interesaba el dinero de su pareja. Sin embargo, en la actualidad su vida no se parece en nada a ese papel: dio un giro inesperado y ahora se centra en la religión.
Cómo está Millie Stegman hoy
La actriz realizó un viaje y tuvo una revelación. Asegura haber recibido el "llamado de Jesús y de María" y por eso se alejó de las cámaras. Ya en 2005 no se sentía cómoda con su presente: "Mi alma estaba cansada, muy triste, sentía que tenía que parar. No me alcanzaban ni los diez kilómetros que corría, ni ir al gimnasio, ni otro trabajo. Había llegado el momento de volver a empezar", expresó.
En el momento justo, su prima la invitó a visitar a la Virgen en Salta y ella aceptó sin dudarlo: "No tuve una formación cristiana, ni siquiera ahora sé los Mandamientos. Pero frente a la Virgen sentí un amor que vence las dificultades. Yo no conocía ese amor y por eso me sigo emocionando al contarlo. Entonces pedí perdón por todas las cosas que sentía que no estaban bien", indicó.
Y continuó: "Se me reveló el amor de Dios. Para mí, fue el espíritu que se manifestó en su totalidad. Recibí el llamado de Jesús y de María, el amor más grande y puro que haya sentido jamás, y decidí aceptar ese llamado. Se trató de volver a Dios. Cambiaron los sentimientos del corazón y cambiaron los pensamientos. Y así las prioridades".
Respecto a su desaparición de los medios, sostuvo que pudo "experimentar lo que es el vacío" y entendió que no le gustan "las apariencias ni las habladurías". "Aprendí que el silencio habla y que es una respuesta a muchas preguntas. Estoy en el mundo, tengo los pies sobre la tierra pero la mirada en el cielo", concluyó.
Una de las últimas veces que se la vio en público fue en 2017, cuando apareció en las páginas de una revista. Sin embargo, no se trató de una producción audiovisual, sino que un fotógrafo la descubrió mientras regaba plantas y cuidaba los jardines del Hospital Rivadavia de Buenos Aires, como parte de su servicio de voluntariado espiritual.