Familiares cumplirán último deseo de la andinista encontrada tras cuatro décadas, ¿de qué se trata?
Corina Altamirano, hermana de la víctima, no solo confirmó que el cadáver rescatado pertenece a la andinista, sino que ya decidieron con la familia los pasos a seguir.
Tras el reconocimiento del cadáver de la andinista Marta "Paty" Altamirano, quien pereció en marzo de 1981 al intentar alcanzar la cima del cerro Mercedario, el pico más alto de la provincia de San Juan, la familia reveló el último deseo de la mujer antes de morir y detallaron en dónde descansarán sus restos.
En diálogo con los medios sanjuaninos, Corina (quien acompañaba a “Paty” en el ascenso al Mercedario en aquel trágico momento) contó que el cuerpo será trasladado a su Tucumán natal para que los padres puedan darle el último adiós, luego de 42 años de su muerte.
“En principio la llevamos a Tucumán para que nuestros padres puedan despedirla y después queremos que sus cenizas vuelvan al Mercedario porque era su voluntad”, aseguró la mujer de 61 años, aún conmovida por el rescate.
En consecuencia, la familia de la montañista respetará el pedido que hizo Marta antes de su trágica muerte. “Encontré un cuaderno que yo empecé a escribir cuando hicimos la excursión. Ya sabíamos todos lo que ella había pedido: ‘Si alguna vez me muero en la montaña, quiero que me lleven al cementerio de los andinistas en Mendoza o me dejen donde caiga’. Así que qué mejor lugar que volver al Mercedario amado”, expresó Corina.
¿Cómo era Marta Altamirano?
Al ser consultada por las características que destacaban a “Paty” como persona, su hermana Corina dijo que “era un ser libre, joven, maravilloso y especial”. Y agregó: “Fuera de lo común para la época y la edad que tenía. Un ser lleno de vida. Escribía poemas, cantaba, era altruista”.
Si bien no quiso brindar mayores detalles a la prensa, la mujer aseguró que reconocieron “muchas cosas” entre las pertenencias encontradas en lo alto del cerro Mercedario. Al mismo tiempo, sostuvo que tanto a ella como a sus otros tres hermanos no le quedaron dudas de que el cadáver corresponde a “Paty”.
En las instalaciones de la Morgue de San Juan, los familiares de Marta reconocieron las prendas que se conservaron en las nieves eternas del Mercedario. “Por elementos muy puntuales, sí estamos seguros de que es la ropa de mi hermana. Sí, es ella”, aseguró Corina en contacto con diario Huarpe.
De acuerdo a lo que figura en las crónicas periodísticas de la época, obtenidas por el citado medio sanjuanino, las hermanas Altamirano y Sergio Bossini, un reconocido andinista italiano y precursor del montañismo, llegaron al cerro Mercedario el lunes 23 de marzo de 1981.
Cinco días después, los tres andinistas decidieron tomarse un descanso tras una jornada intensa de subida e instalaron un campamento para pasar la noche sobre el hielo, a unos 5.000 metros de altura. Pero, de un momento a otro, la tragedia se hizo presente: “Paty” se apartó de sus compañeros de travesía para recorrer la zona donde estaban parando, pisó en falso, se resbaló y cayó en medio de una grieta.
Los intentos de Corina y Sergio por rescatarla fueron en vano. Según sus testimonios de aquel entonces, la vieron fallecida en una grieta del Glaciar del Caballito, no pudieron sacar el cuerpo del pozo y el domingo 29 de marzo iniciaron el descenso de la montaña.
Sin resultado positivo
Pese a los reiterados intentos por rescatar el cuerpo de “Paty”, nunca se pudo lograr el objetivo y tanto familiares como amigos ya se habían resignado. Sin embargo, pasaron más de cuatro décadas y finalmente se pudo recuperar el cuerpo.
A pesar de que en un principio se estimó que los restos eran del andinista alemán Andreas Colli, quien desapareció en 2002, este lunes desde la UFI de Delitos Especiales de San Juan confirmaron que se trataba de una mujer. Y solo una había desaparecido en la altura del Mercedario.
Todos los indicios apuntaban a que el cuerpo era de “Paty” Altamirano, lo cual se terminó de confirmar este viernes. “Tienen un cerro maravilloso, creo que esa es su casa. Sentimos que descansa en paz”, concluyó la hermana antes de agradecer el respeto de los medios de prensa.