Escapada: un paraíso natural que enamora con sus atardeceres "de película" y queda a minutos de CABA
Este pequeño paraje bonaerense te propone hacer un viaje a través de los sentidos en un espacio compuesto por paisajes soñados que te "liberan" de cualquier estrés de la ciudad.
Muchas personas creen que para encontrar postales completamente admirables hay que viajar al exterior o a aquellos lugares que tienen maravillas naturales como es el caso de las Cataratas del Iguazú (Misiones), el Glaciar Perito Moreno (Santa Cruz) o el mismísimo Aconcagua (Mendoza). Sin embargo, a pocos kilómetros de Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se pueden encontrar gran variedad de destinos incomparables que nos demuestran que somos un país privilegiado.
De camino a la Costa Atlántica, más allá de encontrar gran variedad de pueblos que se destacan por ofrecer turismo tipo gastronómico y rural, se "esconde" una hermosa reserva natural que es un secreto a voces y regala de los mejores atardeceres de todo el territorio nacional, ya que se encuentra situada sobre la "línea" donde el Río de la Plata se une con el mar.
Si estás buscando una alternativa para desconectar de toda la "locura" de la ciudad y el trabajo, este rincón bonaerense se presenta como una escapada ideal para cualquier momento del año, dado que invitan a descansar e incluso desconectar de la tecnología en contacto con bellos espacios naturales.
Un paraíso natural a pocas horas de CABA
San Clemente del Tuyu es uno de los balnearios más conocidos de la Costa Atlántica, pero pocos saben que antes de este hay un pequeño paraje natural que es digno de admiración. Este destino soñado se llama Punta Rasa y cuenta con paisajes completamente alucinantes gracias a que se ubica en el extremo sur de la provincia de Buenos Aires.
Dada su particular geografía, pertenece al partido de la Costa y se sitúa a solo 338 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, es decir, poco más de tres horas viajé en vehículo. Asimismo, vale la pena comentar que se presenta como una excelente alternativa para pasar el día porque está en la cercanía de otras localidades costeras como es el caso de Santa Teresita, Las Toninas, entre otras.
Desde la Capital Federal se debe tomar la Autopista Doctor Ricardo Balbín hasta Hudson, donde se empalma con la Ruta Provincial 2. Tras conducir por dicho camino, a la altura de la localidad de Dolores, salir por la Ruta Provincial 63. Finalmente, tomar la Ruta Provincial 11 hasta San Clemente del Tuyu, punto donde se ingresa al Camino Punta Rasa.
Paisajes soñados que parecen de dignos de una película
A pesar de que es un sitio "poco conocido" dentro de la región costera de Buenos Aires, se presenta como un destino ideal para los amantes de la naturaleza y un oasis para aquellos que desean descansar de la ardua rutina en la ciudad, ya que reúne diversos rincones que se mantienen vírgenes, es decir, sin ningún tipo de contaminación.
El principal atractivo de Punta Rasa es que se encuentra sobre la "línea imaginaria" que se encarga de la unión entre el mar argentino y el Río de la Plata. Esta posición tan especial la convierte en un ecosistema impresionante que no se puede encontrar en ningún otro punto de la región bonaerense ni el país.
Como consecuencia de estas características mencionadas, el destino se convirtió en una reserva natural que cobró gran relevancia a nivel internacional porque resguarda uno de los humedales más grandes del planeta y mantiene su entorno agreste a pesar del paso del tiempo, él cuál llevó a que se incorpore el turismo dentro de la zona.
En ese sentido, el lugar también se destaca porque cuenta con pequeñas lagunas cristalinas, pastizales "pintados" de distintos colores, galerías arboladas que están "decoradas" con enormes pasajeras, una costa completamente paradisiaca donde las arenas son claras y una llanura repleta de animales autóctonos.
Continuando por sus caminitos repletos de vida silvestre, se llega a playas anchas que son bañadas por aguas tibias, provenientes tanto del río de La Plata y el Mar Argentino. En este espacio, no se pueden perder los amaneceres y atardeceres que son un espectáculo soñado para los ojos, de hecho, es el único paraje de Argentina que puede ser testigo de la salida y regreso del sol.
A pesar de su cercanía con las principales localidades de la Costa Atlántica, la tranquilidad y el silencio continúan siendo dos puntos fundamentales de la reserva. Por este motivo, los vecinos de la zona piden a los visitantes que procuren mantener la calma, no dañen flora ni fauna y que todos aquellos residuos que se generen deben ser depositados en puntos determinados.
Un destino para vivir una aventura
El desarrollo de actividades se encuentra bajo determinadas normas, ya que se prioriza el cuidado del medioambiente. Sin embargo, los fines de semana, en especial los domingos, suele ir bastante gente para disfrutar de la calma de la naturaleza y diversos deportes náuticos o acuáticos.
Si querés vivir una aventura, no podés dejar de hacer Kitesurf o Windsurf. De hecho, este destino cuenta con la posibilidad de elegir entre las aguas tranquilas del Río o las olas movidas del Mar. Además, no se puede dejar de aprovechar los espacios de pesca, ya que la zona tiene buen pique para pescar tanto desde la orilla de la playa como en pequeñas embarcaciones alquiladas.
Si querés aprovechar el momento para conocer la flora y fauna del sitio, durante la primavera, este rincón bonaerense se convierte en un espectáculo precioso porque llegan miles de aves provenientes de regiones lejanas como Alaska y Canadá que, luego de comer y descansar, siguen viaje hasta Tierra del Fuego.
Más allá de estos animales, no se puede dejar de hacer el safari fotográfico de diversas . especies como cangrejos, zorros grises, hurones, cuises y otros animales que habitan en los pastizales. En ese camino, también se visita el faro San Antonio, una de las edificaciones marítimas más antiguas del país que fue construida en 1890 y supera los 58 metros de altura.