La Pastora es un pequeño pueblo ubicado dentro del partido de Tandil. A pesar de que está "escondida" en el centro de la provincia, reúne atractivos que son muy llamativos para los turistas que llegan de las grandes ciudades y tiene paisajes naturales que invita a descansar y pasar un momento de silencio. Asimismo, en sus pintorescas edificaciones se entremezcla las tradiciones gastronómicas argentinas y los placeres del campo

Si sos de esas personas que son amantes de las escapadas de fin de semana, este paraje es un plan ideal debido a que queda a solamente 336 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires y a unos 40 minutos de la cabecera del municipio. Si bien el viaje hasta este peculiar lugar lleva poco más de tres horas y media, es un momento perfecto para conocer otros rincones bonaerenses. Simplemente, salir de Capital por Riccheri y empalmar con la Autopista Ezeiza-Cañuelas. Luego seguir por la Ruta Nacional 3 hasta Las Flores, donde se dobla por la Ruta Provincial 30. Finalmente, a la altura de Rauch y tomar Camino Provincial 103-25. 

Un repaso por la historia de la localidad 

Como muchos sitios de Argentina, nació para 1929 gracias al avance y expansión del transporte público. En este caso particular, se estableció una pequeña estación que pertenecía al ramal que unía Azul-Tandil del Ferrocarril General Roca. A raíz de la llegada del servicio, se comenzaron a instalar las primeras construcciones y se instalaron los primeros vecinos. El nombre del pueblo fue definido en honor a una de las propietarias de la zona que se llamaba Pastora Castaño.

Uno de los edificios que favoreció al crecimiento de La Pastora fue la pulpería y almacén de ramos generales que abastecía no solo a los habitantes del pequeño pueblo, sino que también era un atractivo para aquellos pasajeros que llegaban con el tren. A pesar de que estaba creciendo la región, la cancelación del recorrido del tren le quitó la esperanza de convertirse en un punto de referencia

La Pastora mantiene la estética antigua-colonial. 

Un pueblo pintoresco y con atractivos  

Lo más lindo de este paraje son sus paisajes campestres que mantienen a la naturaleza como personaje principal. Sus pequeñas calles se destacan por la seguridad, tranquilidad y silencio que hace parecer que La Pastora vive durmiendo la siesta. Continuando con el recorrido, se puede pasar el fin de semana en la Estancia La Virginia que invita a un viaje por el campo y tiene tanto zona de descanso como una zona de granja 

En cuanto al recorrido histórico, inicia en la vieja estación de trenes que fue abandonada y se mantiene detenida en el tiempo. Luego continúa por el viejo Bar "El Paisa", donde se pueden tomar tragos y desguazar ricos fiambres. Por último, el visitante no puede dejar de conocer la clásica Pulpería La Pastora, que fue restaurada a partir del año 2008 con el fin de ser utilizada para la explotación gastronómica y de turismo rural.

Disfruta del bar y pulpería de campo en La Pastora.