La propuesta de turismo de invierno de destinos serranos bonaerenses como Balcarce, TandilTornquist se destaca este año por platos regionales, amaneceres de picos nevados y distintas actividades al aire libre, entre otras opciones.

La tranquilidad de Balcarce

En Balcarce, ciudad situada a 360 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, la quietud de las aguas de la Laguna Brava y los cerros del sistema de Tandilia componen una postal imponente, con complejos de cabañas y restaurantes que proponen manjares frescos de la cocina de autor.

Hay locales gastronómicos que ofrecen menús con productos de la zona, como algunos pescados, además de mariscos que llegan del puerto vecino de Mar del Plata. En sus cartas figuran exclusividades como molleja dorada con miel de romero, salmón rosado con crema de repollitos y risotto de hongos.

En turismo aventura en la sierra, uno de sus emprendedores, Pablo Pilotta, dijo a Télam que "todos los días de vacaciones de invierno" se pueden aprovechar "salidas con trekking, escalada en roca, rapel, tirolesa, arquería, palestra y mountain bike".

La belleza de la Laguna Brava se puede observar desde las sierras en Balcarce (Gentileza ArgentinaExtrema.com).

Tornquist y los paseos cerca de antílopes

Otro prestador, Diego Pizzo, quien ofrece una propuesta de ciclismo zonal, con provisión de bicicletas, cascos y una infusión, en Sierra de la Ventana (Tornquist), comentó que "a los turistas les sorprende la cercanía de las sierras con la ciudad; empezás a pedalear y a poca distancia ya llegás".

La mayoría de los recorridos se realiza en campos privados, con duraciones que varían entre una o dos horas para los más cortos, seis horas o todo el día.

Sierra de la Ventana, en Tornquist, cuenta con los picos más altos de la provincia de Buenos Aires (Archivo/Télam).

Como una opción más relajada, a la altura del kilómetro 230 de la ruta provincial 76 se ofrecen paseos en carromatos dentro de una estancia de 200 hectáreas, a puro contacto con la naturaleza, que incluyen el paso por un bosque energético, donde se ven pasar burros silvestres y antílopes.

Para recorrer caminos más extensos y complejos en el paisaje serrano, hay propuestas en camionetas 4x4, con diversos itinerarios para explorar parajes, pueblos, ríos y arroyos, y disfrutar de balcones, vertientes, el cerro Maqueta, Dos Cerros, senderos ancestrales y el ex club Hotel de la Ventana, más trekking en el Mirador del Indio.

La excursión permite observar desde las alturas el bosque de Villa Ventana, mientras se cuentan relatos sobre la geología del cordón serrano y de los vestigios de civilizaciones antiguas, para luego llegar al cerro Maqueta, donde hay una ventana, aunque mucho más pequeña que la del cerro que lleva ese nombre.

Tandil: naturaleza serrana y su famoso salame

Otro destino serrano que propone naturaleza es Tandil, sinónimo de tradición gastronómica, pueblos rurales y naturaleza que impacta.

Es el paraíso de las picadas, con su famoso salame tandilero y diversos quesos como provolone, provoleta, gruyer, azul, banquete, pecorino, cheddar, romano, brie, camembert y cuartirolo, entre otros.

Estas delicias tienen la mejor compañía de cervezas artesanales o de alguna de las seis variedades de vinos que se producen en los viñedos tandileros, que son ideales para acompañar sus cartas imperdibles, ya sean gourmet o criollas, en restaurantes urbanos y de campo.

Un atractivo singular, en el paraje El Centinela, es el Centro Recreativo de Fauna Rescatada, que cuenta con más de 70 especies que pueden ser observadas durante el proceso de recuperación en un hábitat natural.