Argentina es uno de los países más bellos del mundo, ya que posee una inmensa variedad de paisajes y relieves. Pese a esta importante característica, el turismo está muy localizado en la Costa Atlántica, las sierras cordobesas, la ruta del vino de Mendoza y los majestuosos pueblos de la Patagonia, hay un sinfín de "rincones desconocidos" que merecen ser visitados. 

Por otro lado, hay que mencionar que las Cataratas del Iguazú se convirtieron en una clásica escapada para realizar en cualquier momento del año, pero permanecen cerradas por las crecidas del caudal. Más allá de la mala noticia, vale la pena destacar que la provincia de Misiones tiene una atractiva oferta de lugares y actividades "poco conocidas" que se adapta a todos los gustos y presupuestos. 

En medio de las asombrosas postales misioneras y a pocos minutos del majestuoso atractivo natural, existe una pequeña ciudad que es reconocida por poseer una decena de saltos de aguas "ocultos" que se presenta como una alternativa diferente para descansar, pero sobre todo para conectar con la tranquilidad de la naturaleza o vivir una aventura única e inigualable. 

Un paraíso "secreto. 

Oberá es una pequeña ciudad ubicada en el centro de la provincia de  Misiones y es cabecera del departamento que lleva el mismo nombre. Posadas, la capital regional, se encuentra a unos 60 minutos y las famosas Cataratas del Iguazú están a solamente 273 kilómetros, es decir, poco más de dos horas de viaje. A su vez, hay que destacar que se sitúa a poca distancia de la frontera con Brasil (Porto Mauá) y Paraguay (En carnación).

El acceso a esta pintoresca localidad es muy fácil y directa, ya que se la considera como polo educativo y cultural de la "Zona Centro" debido a que cuenta con una amplia variedad de facultades e incluso actividades turísticas típicas de la región. En sí este lugar se halla sobre la Ruta Nacional 14 y la Ruta Provincial 103, además de ser el punto de partida para la Ruta Provincial 5. 

Por otro lado, se destaca que pertenece a la "Región de las Sierras Centrales", al estar rodeada de exuberante vegetación, arroyos, serranías que le dan un pintoresco paisaje y, la frutilla de la torta, diferentes cascadas que dan espacio tanto para el descanso como para la aventura. Asimismo, se diferencia de otros puntos turísticos de Misiones gracias a que cuenta con una variedad de servicios hoteleros, gastronómicos y hasta un parque de agua termal. 

Un lugar donde la naturaleza te deja sin palabras 

Si bien el municipio no cuenta con grandes ríos, ya que se encuentra en una situación de Divortium Aquarum, si existen en la zona una gran cantidad de arroyos que son los encargados de la generación de atractivos espacios en conjunto con las bajas sierras que no superan los 800 metros sobre el nivel del mar.

La localidad de Oberá es admirada por su belleza natural, la cual alberga la mayor biodiversidad del país y dispone de maravillosos paisajes para conocer, visitar y disfrutar. Es un lugar de contrastes, donde la tierra colorada se funde con los verdes interminables de la selva. Por lo que uno de los grandes atractivos de la zona es sumergirse en la naturaleza y disfruta del relax en las cascadas.

El recorrido comienza en el Salto Berrondo, considerado la joya obereña, que tiene unos 15 metros de altura. Asimismo, tiene un amplio parque, un hermoso lago, canchas para la práctica de deportes y área de camping para pasar la noche abajo de la luz de las estrellas y en medio de la selva donde solo se escuchan los sonidos de los animales. También ofrece senderos para realizar trekking y una pileta de natación para disfrutar del sol las aguas. 

Dentro de Oberá, más precisamente en la zona el Guaraní, se pueden visitar 3 Saltos más: el Krysiuk, el Sokalski y Sak. En el primer caso, cuenta con todas las comodidades para hacer un campamento, pileta y hasta cabañas para alquilar en medio de la exótica vegetación misionera. La segunda cascada es un atractivo de gran belleza, pero con menos estructura turística. Por este motivo, se lo utiliza para vivir una aventura durante el día. El último espacio mencionado no solo posee una caída, sino que se puede disfrutar de tres. 

En el lugar también se sitúa la Reserva del Chachí que es un espacio natural provincial de 18 hectáreas que se encuentra en los alrededores de la ciudad y donde se puede apreciar los chachís, es decir, los helechos arborescente gigante. Aquí se podrán encontrar diferentes senderos, que van creciendo en dificultad, que introduce al turista a las profundidades de la flora y fauna nativa. 

Por otro lado, en un predio natural de 8 hectáreas, al borde de la Ruta Nacional N.º 14 en el km 878, se encuentra Parque de la Selva, él cuál está inmerso en un entorno de abundante vegetación, plantaciones de yerba mate y diversas especies. Es importante destacar que cuenta con 3 piletas recreativas con agua a temperatura ambiente, y una pileta recreativa para niños, además de espacios de quinchos para vivir el verano a pleno.

¿Qué más hacer en Oberá? 

Otro de los grandes atractivos de la localidad es el Parque de las Naciones donde, año tras año, las catorce colectividades que conforman gran parte de la sociedad obereña se dan cita para festejar la "Fiesta Nacional del Inmigrante". Dentro del predio que ocupa diez hectáreas y que siempre es mejorado antes de cada edición de la fiesta, se levantan las casas típicas de las colectividades y también tienen sus sedes la Federación de Colectividades y el Museo Histórico y de Ciencias Naturales Municipal.

Si sos fanático de los animales, el Jardín de los Pájaros es un sitio ideal para conocer más acerca de ellos. En este caso, Frida Wendlinger, fundadora del predio, se encargó desde niña de criar, curar y alimentar aves autóctonas como hobbies en el fondo su casa y, con el pasar de su vida, fue adquiriendo notoriedad pública y así el sitio se convirtió en un referente indiscutido. 

En el caso de que seas de los turistas inquietos que les gusta hacer deportes y actividades diferentes, una excelente opción es el Complejo recreativo Monte Aventura. En este predio se puede realizar un intrépido “vuelo” entre los árboles utilizando un péndulo de más de 20 m de largo, hamacarse sobre una laguna o sentir la velocidad suspendidos desde el aire utilizando una práctica tirolesa que atraviesa el corazón mismo de la selva.