Punta Indio es el nombre de este municipio que se encuentra a 110 kilómetros de la capital bonaerense y a 150 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Esta pequeña ciudad propone una estadía de descanso en un ambiente campestre y ribereño. 

El lugar está ubicado a orillas del Río de la Plata, rodeada por el Parque Costero Sur (declarado como Reserva de Biosfera por la Unesco) y cuenta con tres playas que invitan a conectar con el relajante sonido que hacen las olas del río.

Si estás pensando realizar una escapada con amigos o familiares, esta ciudad es la indicada para pasar un buen rato al aire libre y divertirse con los distintos deportes acuáticos que ofrecen.

El balneario “el Pericón” es el indicado para practicar kitesurf o para llevar adelante el tradicional ritual de la pesca. Pero deportes no es solo lo que único que uno puede encontrar en este destino, ya que también se destacan por ofrecer una amplia gastronomía. 

La feria artesanal es una para obligatoria para los turistas que tendrán la posibilidad de deleitarse con el sabor casero de licores, dulces, mermeladas, conservas y alfajores que comercializan productores locales.

Además, se puede visitar el Parque Costero Sur. El sendero del arroyo Villoldo recorre el trayecto donde crecen: tala, sombra de toro, molle y coronillo. Los amantes de las mariposas estarán felices con la presencia de la mariposa bandera argentina.

El circuito de los monumentos es otro de los imperdibles de Punta Indio. En El Pericón se levanta una obra realizada en hierro que homenajea a los querandíes, primer pueblo originario que habitó esta región. Cerca de aquí se encuentra el Guardián de la Cruz del Sur, una escultura de más de veinte metros de altura construida de manera colectiva. Y lo mejor para el final del recorrido, allí encontraremos el monumento a la mariposa bandera argentina ubicado en el arco de la Sociedad de Fomento.

Turismo rural y comunitario en punta indio

Pipinas, un Pueblo Turístico

Fue uno de los primeros destinos bonaerenses en impulsar el desarrollo del turismo comunitario. Quienes visiten el pueblo podrán disfrutar de atractivos rurales y culturales: un hotel recuperado, puesto en funcionamiento por un grupo de habitantes de la localidad; exquisita gastronomía local, cuyos platos principales tienen como protagonistas a las carnes pampeanas, y recorridos por los paisajes campestres. 

Un imperdible del lugar es el Museo Abierto de Pipinas (MAPI) donde se pueden ver coloridos murales donde se retrata la historia de la población y da cuenta de los cambios que se produjeron con las iniciativas del Turismo de Base Comunitaria.

La Colonia

La Colonia fue declarada zona de protección ambiental. En esta reliquia natural reinan los pastizales pampeanos y las playas boscosas. Su monte originario tiene especies protegidas como el tala, el coronillo, el molle, la sombra de toro y sus dos monumentos naturales: la Mariposa Argentina y el Venado de las Pampas. 

Una alternativa distintiva es visitar la “Granja de Agroturismo Claudia F”, donde se puede probar miel directamente de las colmenas, alimentar a los animales de corral y cocinar con productos típicos de la zona.

Alvarez Jonte 

La naturaleza y la quietud de sus caminos son perfectos para dar vueltas en bicicleta o realizar caminatas. Las actividades más destacadas son la vieja estación de ferrocarril, la plaza y la capilla local. 

Los sábados funciona “el recreo de Álvarez Jonte”, una propuesta gastronómica que se desarrolla en el club local con exhibición de pilchas gauchas, comidas típicas, productos regionales, juegos camperos, artesanías y noche de fogón.