Escapada: la isla "escondida" en la Patagonia que tenés que conocer si buscas paz y tranquilidad
¿No sabes qué hacer en verano? En la provincia de Neuquén existe un rincón natural que parece digno de una película de hadas y ofrece una estadía diferente.
Dentro de los majestuosos paisajes de nuestro bello país, uno de los lugares favoritos de los visitantes nacionales e internacionales es la Patagonia, porque ofrece espacios maravillosos donde la naturaleza es la estrella principal, excelente gastronomía regional y un sinfín de actividades que se adaptan a todas edades e inclusos presupuestos.
Bariloche, El Bolsón y Villa La Angostura son algunos de los centros más populares dentro de esta área argentina, sin embargo, hay un paraíso "escondido" al suroeste de la provincia de Neuquén que vale la pena visitar, dado que el descanso y la aventura están asegurados en medio de postales de película que están marcadas por las aguas turquesas del Lago Nahuel Huapi.
Un paraíso digno de una película
Isla Victoria es una hermosa una de las "joyitas" mejor guardadas del lago Nahuel Huapi, ubicado al suroeste de Neuquén. Pese a que se la considera "un sitio poco conocido", vale la pena visitarle por su espectacular naturaleza dotada tanto con playas de arenas claras, montañas con nieves "eternas" y hasta frondosos bosques.
Esta porción de tierra, naturalmente emergida y completamente rodeada por aguas cristalinas, fue modelada por la acción de la última glaciación. Vale la pena destacar que está dividida en tres áreas: dos intangibles que no pueden ser utilizadas para ningún tipo de actividad porque comprende una área de máximo cuidado de la naturaleza regional y una, central, que puede ser visitada por los turistas.
Su acceso se realiza a través de lanchas o catamaranes que parten desde Puerto Pañuelo, en la imponente península de Llao Llao, y arriban hasta la península de Quetrihue, Puerto Anchorena. Este viaje tiene una duración de poco más de una hora y posee un costo de $ 6000 (pasaje ida y vuelta mayores argentinos). Por otro lado, hay que mencionar que para ingresar a la isla, que es parque nacional, hay que abonar $1500 (residentes nacionales); menores de 12 años $1000 y menores hasta los 5 años y jubilados argentinos no abonan.
Naturaleza que enamora
La Isla Victoria en sí no es un espacio de gran extensión, ya que varía de 1 a 4 kilómetros, aunque el istmo central (zona turística) se reduce a 200 metros. Tanto en la "Isla Norte" como en la "Isla Sur", los cordones de los cerros crean diversos valles interiores, lagunas y mallines (zona de tierras bajas inundables o humedal). Asimismo, se conforman pequeños arroyos e isletas que son todos temporarios y pueden no estar para fines de verano.
Las costas de este hermoso rincón neuquino alternan playas de arena volcánica que son blancas y sumamente limpias; pintorescos muelles de rocos y altos acantilados que regalan postales inigualables. Además de los magníficos puertos naturales de las bahías Anchorena y Totoras, hay otra media docena de puertos naturales donde se instalaron pequeños recreos con asientos.
El lugar está cubierto casi enteramente por un bosque de coihues y cipreses cordilleranos. Asimismo, se pueden observar otras especies de árboles del estilo de maitenes, radales, ñires, entre otros. Asimismo, la región está dotada de una rica diversidad de fauna autóctona como el pudú o ciervo enano, roedores, monito de monte, jotes, pájaros carpinteros, colibríes, gaviota cocinera y muchos más.
Las aguas azules del Nahuel Huapi, el verde de los árboles que crecen en la costa y los picos nevados del cordón montañoso que enmarca el paisaje, acompañan los tupidos senderos que surcan Victoria y conducen a los visitantes hasta las gigantes sequoias. Por otro lado, en este punto se pueden observar las pinturas rupestres hechas por los pueblos originarios que habitaban en esta zona hace dos siglos.
Las playas del Toro, Puerto Gross, Radal y Piedras Blancas son algunos de los rincones de la isla Victoria, aunque también vale la pena conocer el Cerro Quemado, el punto más elevado de la isla que alcanza los 1030 metros sobre el nivel del mar. Además, podés recorrer un antiguo vivero, otras playitas "secretas" como Bahía Totoras, entre otras excursiones que invitan al turista a conocer más el sitio.
Si la Isla Victoria va a ser uno de los destinos de tus próximas vacaciones, tenés que saber que el verano es seco y poco lluvioso, de hecho, los días son cálidos y las noches frescas que pueden ocasionar nevadas en las alturas de la montaña. En cuanto al lago, suele estar calmo y en su nivel más bajo porque es una época de poco caudal.
¿Qué hacer en Isla Victoria?
Dado que la isla es una Reserva Natural Nacional, las autoridades están muy pendientes de que el turismo no afecte la biodiversidad de esta región protegida y que la fauna autóctona no se vea en ningún tipo de peligro. Por este motivo, algunas zonas son accesibles solamente en grupos pequeños con guía, otras están completamente prohibidas y las que son de acceso público, aún mantiene una serie de restricciones que buscan prevenir la continuación.
Dentro de la zona de bosque, se puede realizar cabalgatas, trekking, salidas en mountain bike, entre otras opciones que proveen los senderos de la isla. Por otro lado, en el área de playa, más allá de disfrutar de la tranquilidad de las aguas y tomar sol, existe la posibilidad de practicar deportes acuáticos como canoa, kayak o stand up paddle.