Escapada: la bonita reserva natural que es un secreto a voces y está a solo media hora de CABA
Este espacio de protección de biodiversidad es una opción perfecta para disfrutar con la familia en cualquier momento del año, ya que su tranquilidad y silencio permite desconectar de absolutamente todo.
A lo largo de la provincia de Buenos Aires se pueden encontrar gran variedad de destinos muy lindos que son "secretos" o están "escondidos" de las grandes masas turísticas nacionales e internacionales. De hecho, muchos creen que para disfrutar de la tranquilidad de espacios naturales hay que recorrer varios kilómetros. Sin embargo, a lo largo del territorio bonaerense se puede disfrutar de "perlitas" únicas, inigualables y 100% gratuitas.
Aprovechando que faltan pocos días para el próximo fin de semana extra largo, el cual será uno de los más extensos del año porque comprende el lunes 17 de junio (Paso a la Inmortalidad del Gral. Don Martín Miguel de Güemes), el jueves 20 (Paso a la Inmortalidad del General Manuel Belgrano) y viernes 21 (Feriado puente con fines turístico), hoy te queremos compartir una alternativa espectacular que se sitúa a solo 30 minutos de CABA y seguramente te va a enamorar.
Repleta de paisajes llamativos, flora de todos los colores y fauna autóctona que se traslada con la tranquilidad de ser respetados, esta reserva natural protegida invita a perderse en sus senderos mientras se disfruta del ensordecedor silencio y un interesante abanico de actividades que están adaptadas para todas las edades. Además, permite descansar del estrés de la rutina en su diversidad de recreos
Un santuario natural para visitar en cualquier momento del año
La Reserva Ecológica Vicente López está ubicada sobre la costa del Río de La Plata y está conectada con otros espacios de cuidado medioambiental como es el caso del Parque Natural La Lucila junto con su juncal y matorral ribereño asociado; la Reserva Natural Municipal Ribera Norte y el mismísimo Delta del Paraná. Teniendo en cuenta estos lugares, se puede detallar que comprende cuatro localidades bonaerenses: Vicente López, Olivos, La Lucila y Acassuso.
Dada su ubicación estratégica, casi al límite con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, su acceso es sumamente sencillo, ya sea que vayas en vehículo propio como en transporte público. En el primer caso, se sale por la Autopista General Paz para luego empalmar la Avenida del Libertador hasta la calle Paraná, camino que ingresa hasta el destino compartido.
Si no contás con auto u otro tipo de traslado, desde del barrio de Retiro (CABA) tomar el Ferrocarril Mitre, ramal Mitre, hasta el final de su recorrido. En esta estación (Mitre) combinar con el Tren de la Costa, él cuál te va a llevar hasta la estación Anchorena. Desde allí, tendrás que recorrer un lindo camino pegado al río que conduce hasta la Reserva Ecológica Vicente López.
Vale la pena destacar que este destino está abierto al público de martes a domingo y feriados, es decir, los lunes permanece cerrado. Los horarios de visita depende de la estación del año en el cual se esté, de hecho, durante otoño e invierno recibe visitas de 9 a 17 horas, mientras que en primavera y verano de 9 a 18 horas. Asimismo, se puede contar con la ayuda de guardaparques o cada visitante puede seguir su propio itinerario.
Un lugar único en la región
La reserva natural posee una superficie cercana a las 3 hectáreas y en ella se recrean y conservan al menos 5 de los ambientes naturales de la ribera parano-platense: juncal y matorral ribereño, selva marginal, bañados, talar y pastizal. Además, en el lugar, hay una laguna y una playa apta para baño de visitantes, ambos sitios son muy populares durante la temporada de vacaciones de verano.
En tanto a la diversidad biológica que la habita, en lo que respecta a la fauna, se tiene registro de 14 especies de reptiles, 12 tipos de anfibios distintos, al menos 7 familias de diversos mamíferos, 24 de peces y más de 250 aves. Asimismo, hay una gran diversidad de invertebrados, entre los que se cuentan unos 9 tipos moluscos y hasta 80 especies de mariposas, las cuales son uno de los espectáculos naturales más amados por los turistas.
En relación con la flora, la reserva es el hábitat de 248 especies de plantas 100% nativas, entre las que se cuentan 29 arbóreas, 48 arbustivas, 106 herbáceas, 37 palustres y enredaderas y 6 de helechos y epífitas. Para mantener vivo este legado, el vivero se encarga de reproducir ejemplares de estos vegetales tanto para replantar las zonas aledañas como otras que estén sobre la rivera.
Esta área protegida es relativamente "joven", ya que fue inaugurada en el año 2000 y cuenta con más o menos 900 metros de senderos y puentes que van conectando las distintas regiones que la componen. Por otro lado, se pueden encontrar más de una decena de miradores que están puestos en puntos determinados que son los más especiales.
Para mejorar la calidad de la visita, la Reserva Natural cuenta con un centro de visitantes que a su vez posee un pequeño museo donde se exponen especies taxidermizadas del área; un alto mangrullo/mirador que permite contemplar vistas tanto hacia la laguna como hacia el río y la mismísima Ciudad Autonoma de Buenos Aires y un parque público con césped, juegos para niños, bancos, y mesas, el cual está forestado con árboles nativos.
Por otro lado, vale la pena destacar que es posible practicar actividades deportivas como remo, kayak, vela, entre otros. Aunque si preferís los planes más tranquilos, otro gran recomendado es hacer pícnic, o simplemente tomar sol en algunos de los recreos que se pueden localizar en medio de la naturaleza autónoma local.