Escapada: el pueblito con uno de los mejores museos del país para hacer un viaje hacia el pasado
A 350 kilómetros de Buenos Aires se encuentra un destino turístico muy poco conocido e ideal para recorrer en las vacaciones de invierno, que oculta una gran historia y sumerge a sus turistas en una increíble escapada hacia el pasado, llena de paisajes, recuerdos y anhelos por descubrir.
Las vacaciones de invierno están a la vuelta de la esquina y muchos ciudadanos ya están planeando cómo aprovechar sus días de descanso y en familia, al máximo. Están los que prefieren quedarse en casa, relajando y disfrutando de unas buenas tardes con sus seres queridos y los otros que directamente eligen organizar una escapada para visitar lugares cercanos a Buenos Aires y tomar aire fresco.
Los que se decantan por los viajes, pueden encontrar una larga lista de lugares poco conocidos para descubrir. Están los pequeños balnearios y pueblitos costeros para los amantes de la playa, pero también hay destinos próximos a CABA que esconden grandes historias y que esperan ansiosos a que nuevos viajeros los recorran.
Entre este último grupo de opciones, se encuentra una pequeña localidad rural con una inmensa lluvia de recuerdos que oculta en uno de sus rincones al espacio cultural “Iriarte”, considerado uno de los museos más lindos del país. Hablamos de “Colonia San Ricardo”, un maravilloso pueblo ubicado al límite de Santa Fe, destacado por ubicarse en el interior de otro pueblo y por invitar a sus visitantes a realizar un viaje hacia el pasado. A continuación te dejamos toda la información respecto a este punto turístico para que lo tengas en cuenta de cara al receso.
Un pueblito mágico con decoraciones retro
Colonia San Ricardo es una localidad ubicada en el partido de General Pinto, en el kilómetro 353 de la Ruta Nacional N.º 7, más específicamente a 23 kilómetros de la provincia de Santa Fe, que se caracteriza por contener un pueblo ficticio inspirado en la Argentina del pasado que sumerge a los turistas en un recorrido por los oficios, edificaciones y vestimentas de algún tiempo atrás.
La misma se destaca por brindarle a los viajeros una experiencia inmersiva, cargada de sentidos y de interacciones para disfrutar en familia y con amigos. Su principal atractivo, en este sentido, es su museo "Iriarte", destacado como uno de los mejores espacios culturales del país, el cual contiene diferentes comercios ambientados con productos y muebles de época, así como también una vía con una locomotora en desuso que data del año 1905 y que con su mágica esencia lleva a los visitantes a realizar un viaje hacia el pasado de una manera única y dinámica. También hay un vagón del subte de la línea A, que contiene en un increíble estado su madera y que fue retirado de la circulación en el año 2013, convirtiéndose hoy en un recoveco más de aquel pasado.
Este pueblito nació y hasta hoy se mantiene en perfecto estado gracias a Oscar Marzol, padre de la reconocida bailarina Noelia Marzol y un coleccionista aficionado que en el año 1988 decidió apostar a esta construcción a fin de homenajear a los verdaderos dueños de la finca, Pola y Ramón Marzol, sus padres. Antes de la pandemia, el museo no era un espacio abierto al público, sin embargo, poco antes del cierre de las actividades, decidieron abrir sus puertas, haciéndolo apto para todos y convirtiéndose posteriormente en uno de los espacios más admirados del país.
Así, en esta zona, los turistas podrán realizar las siguientes actividades: visitar los sets de una vieja sodería, una imprenta, la panadería de campo, una lavandería, una peluquería, entre otros locales típicos de un barrio bonaerense de los primeros años del 1900. Lo más curioso de estas propuestas no son solo sus perfectas imitaciones del pretérito, sino el perfecto mantenimiento de todas las maquinarias y herramientas que utilizaban sus primeros dueños.
De este modo, uno de los sectores más admirados por los visitantes es la biblioteca personal de Arturo Frondizi, con objetos y libros originales del expresidente, que llevan a todos a instalarse por un rato en los años 60 y a simular que son gobernantes por un momento. Además, cuenta con una clínica, una relojería, una sastrería y un bar están que aún están en construcción y que pronto estarán listos para los visitantes. Es perfecto para ir con los más chicos, ya que encontrarán una larga lista de actividades para disfrutar y pasar un gran día.
¿Cómo llegar a la Colonia San Ricardo?
Llegar a las pintorescas y arboladas callecitas de esta incopiable localidad, es muy sencillo y directo porque se encuentra a solo 358 kilómetros de la Capital Federal (4 horas de viaje en vehículo) y a unos 52 de la ciudad cabecera del municipio (45 minutos).
Para ello deberán salir de CABA por la Autopista Perito Moreno y empalmar con la Ruta Nacional 7. Conducir de manera lineal por dicho camino hasta el kilómetro 354, donde está el acceso a la entrada del lugar rural y una vez allí comenzar a disfrutar de todas sus propuestas y paisajes.