Después de un año con mucho movimiento a raíz de las elecciones presidenciales 2023, faltan pocas semanas para que lleguen las esperadas vacaciones de verano y los diferentes destinos turísticos se están preparando para recibir a miles de visitantes que desean cortar con la rutina de la ciudad y olvidarse del estrés del trabajo. 

Ya sea que viaje en familia, amigos o pareja, la provincia de Córdoba se posiciona como uno de los lugares más populares de Argentina, dado que reúne desde lindos paisajes naturales que invitan a descansar como actividades para todas las edades y un exquisito circuito gastronómico donde no solo se destacan los sabores regionales, sino que también se pueden degustar las raíces inmigrantes europeas.  

Más allá de Villa Carlos Paz, La Falda y Villa General Belgrano, a poco más de una hora de la capital provincial, se esconde una perlita "secreta" que es un oasis de tranquilidad en medio de hermosos paisajes serranos y un balneario de aguas claras que permite conectar con lo más lindo de la naturaleza. 

Un oasis a una hora de la ciudad 

El Durazno es una pequeña localidad agreste ubicada en el Departamento de Santa Rosa de Calamuchita, centro-oeste de la provincia de Córdoba, y forma parte del radio municipal de Villa Yacanto. Asimismo, se destaca que la población está ubicada a los pies de las Sierras de los Comechingones e incluso es cruzada por el río homónimo.

Geográficamente hablando, se sitúa a unos 138 kilómetros de Córdoba Capital y a unos 20 minutos de la cabecera de distrito. Dado su cercanía a las grandes urbes regionales, existe la posibilidad de llegar tanto en vehículo propio por la Ruta Provincial N.º 5 como en transporte público a partir del ramal que recorre Calamuchita- El Durazno (servicio Pájaro Blanco). 

Pese a que su población estable ronda los 100 habitantes, número que varía mucho según la temporada, es un lugar digno de ser visitado porque se presenta como un destino ideal para disfrutar del ambiente serrano y sacarte el estrés de la ciudad gracias a que conserva desde una tranquilidad admirable como un silencio ensordecedor que enamora a todos los turistas. 

La naturaleza en su máxima expresión 

Una de las principales atracciones de esta preciosa localidad cordobesa es la Reserva Natural Los Cajones, la cual está marcada por el sinuoso camino del río El Durazno. A lo largo de este peculiar sitio, se encontrarán ollas (tipo piscinas naturales) de diversa profundidad (hasta los 7 metros de hondo), cascadas y un entorno arbolado que regala una sombra perfecta para hacerle frente a los días calurosos de verano.

Por otro lado, las cristalinas y mansas aguas del afluente que nace en la ladera este del cerro Champaquí a más de 2.500 metros sobre el nivel del mar, alternan su tranquilo recorrido entre pequeñas playas, arenales claros, pintorescos campings para pasar la noche bajo las estrellas y cabañas en medio del bosque que cuentan con todos los servicios para que el turista tenga una estadía única e inigualable. 

En este sentido, se puede decir que es un destino ideal para los viajeros que buscan un lugar donde se privilegia por sobre todo la calma y la paz, ya que el pueblo vive "detenido en el tiempo" mientras que se entrelaza con inmensas galerías de árboles añejos, caminos de tierra y sonidos del río. De hecho, muchos aseguran que este oasis se asemeja a los escenarios donde transcurren los cuentos o películas de hadas. 

¿Qué hacer en El Durazno?  

La localidad no cuenta con una gran estructura turística, dado que su principal objetivo es que el turista pueda gozar del ambiente serrano en su máxima expresión. Dentro de las ofertas de actividades se presentan las caminatas, cabalgatas, mountain bike, safari fotográfico, senderismo, avistamiento de aves, pesca de truchas en el río, entre muchas otras que buscan conectar con la naturaleza regional.

En este sentido, El Durazno se presenta como una auténtica joya oculta en el corazón de las bonitas sierras cordobesas, ya que los visitantes pueden explorar playas paradisiacas, descubrir saltos de agua cristalina y hasta sumergirse en piscinas naturales que alcanzan diferentes profundidades. 

En cuento al hospedaje, El Durazno cuenta con tres campings, una posada con proveeduría, un hotel boutique, varios complejos de cabañas y diversas casas de alquiler. Por otro lado, hay que mencionar que si transitas en vehículo al llegar debés bajar la velocidad a 20 km/h, que es lo permitido según las normas del pueblo, aunque recomiendan recorrer en bicicleta o a pie. 

Gastronomía para chuparse los dedos 

Más allá de su impresionante entorno natural, El Durazno también deleita a los sentidos de los visitantes con una importante oferta gastronómica donde se destacan los platos caseros con productos regionales que te hacen viajar por el recuerdo de los abuelos y saborear al máximo de un encuentro familiar, amigos o pareja. 

Para almorzar o cenar, la localidad cuenta con una posada tipo bodegón de campo donde se pueden degustar comidas típicas como asado, pollo al disco, empanadas y mucho más. Además, hay que mencionar que este restaurante es una experiencia en sí porque en sus galerías campestres se desarrollan diferentes espectáculos musicales y artísticos.

El clásico que nadie se puede perder de este sitio es la Casa de Té. Ambientado en su interior con duendes y otros detalles únicos, este local parece salido de un cuento con su estilo rústico y pintoresco en medio del bosque mientras se deleitan con exquisitas tortas, trufas, masitas dulces, sándwiches caseros realizados por los propios dueños del lugar, entre otros manjares. Asimismo, se pueden conseguir conservas, dulces y alfajores para llevar de souvenir.