Un nuevo caso de machismo se conoció gracias a Twitter. No obstante, la publicación se volvió viral y tuvo un final feliz para Patricia Torres, una gasista matriculada.

Todo comenzó por el relato de su hija, Alejandra Torres, conocida en la red social como @lachicatowers, quien contó que no quisieron contratar a su madre por una cuestión de prejuicios de género.

"Mi mamá es gasista matriculada. La habían recomendado para un trabajo pero cuando atendió el cel, se dieron cuenta que es mujer, le preguntaron si sabía lo que era un caño y si estaba capacitada. A los minutos, le dijeron que no necesitaban de su servicio", escribió.

Rápidamente el tuit se volvió viral, comenzó a recibir mensajes de otras mujeres que sufrieron situaciones similares de discriminación laboral y también recibió miles de retuits con recomendaciones.

Hasta el momento, la publicación consiguió casi 20 mil me gusta. Incluso la ex gobernadora de la provincia de Buenos Aires, Maria Eugenia Vidal, compartió la publicación

Fue tal la repercusión del posteo que la joven compartió un aviso con los datos de su madre para que sea contactada. Además, un par de horas más tarde le creó una cuenta en la red social.

 

Horas más tarde, apareció en escena Patricia y agradeció por el inmenso apoyo que recibió y las propuestas laborales que le llegaron.

"¡Gracias a todas las personas que me están escribiendo y llamando! Estoy contestando lo más rápido que puedo todos los mensajes. Jamás me hubiera imaginado algo así", escribió @mujergasista.

La repercusión del tuit viral

Desempleo femenino

Este caso no hizo más que reflejar una de las multiples brechas de género que afectan a las mujeres en el mercado laboral: diferencias salariales, segmentación horizontal y vertical, discriminación en el acceso a ciertos oficios o sectores de actividad, entre otras.

Si bien las mujeres representan la mitad de la población, su tasa de empleo sigue siendo más baja que la de los varones: 43,1% para las mujeres y 66,3% para los varones, según datos de la Encuesta Permanente de Hogares de 2017.

Además, en numerosos los hogares las mujeres son el principal sustento económico, ya sea por tratarse de hogares monoparentales o por ser la mujer el principal ingreso.

A eso hay que sumarle los efectos de la pandemia del Covid, ya que según un  informe del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) las mujeres se vieron fuertemente afectadas: “Se registró una menor participación laboral y en peores condiciones”, además porque tienen una mayor carga de trabajo doméstico y de cuidado no remunerado en comparación con los varones”. 

En este sentido, según detallaron desde la organización, la pandemia agravó las brechas de género: “La participación laboral femenina declinó al 45% y en dos tercios de los hogares que incrementan su carga de trabajo doméstico, las mujeres fueron sus responsables principales o exclusivas”. 

"Todas estas actividades llevan mucho tiempo, recaen asimétricamente sobre las mujeres y son la fuente de un montón de desigualdades", afirmó Mercedes D'Alessandro, titular de la Dirección de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía de Argentina, en diálogo con DW.