Era el manager de modelos más popular de los 90, pero por una estafa perdió todo, sufrió depresión y cambió para siempre: la nueva vida de Ricardo Piñeiro
Fue un ícono de la moda nacional y compartió proyectos con figuras reconocidas, sin embargo, tocó fondo. Su presente, en la nota.
Ricardo Piñeiro se hizo mega famoso en los medios de comunicación a fines de los 90 y principios de los 2000 debido a que era uno de los empresarios de la moda argentina más importante y descubrió a decenas de modelos que hoy en día siguen siendo furor en las pasarelas del mundo. Pese al reconocimiento que cosechó en sus largos años de trabajo, su agencia se fue a la quiebra y atravesó el momento más duro de su vida. Durante muchos años, se vio envuelto en una inmensa tristeza que encontró su fin gracias al trabajo comunitario y la fe.
Super M fue uno de los realities show y concursos de belleza más populares de Canal 13. Este proyecto tenía como objetivo encontrar la próxima gran top model y además, no solo ayudó a decenas de jóvenes a dar los primeros pasos en el modelo, sino que también dio la oportunidad actuar en el mundo del espectáculo. En paralelo a estas mujeres, la figura de los representantes de artistas también se profundizó y fue allí cuando Piñeiro supo ser el manager de grandes figuras como Andrea Frigerio, Paula Chaves, Verónica Lozano y hasta Pampita.
El representante que todas querían
Los 90 y 2000 fueron los años de gloria en la moda local y Piñeiro tuvo mucho que ver en ese reconocimiento debido a que era el gran descubridor de figuras. Todas las aspirantes a maniquí querían ser parte de la agencia que él guiaba y por la cual consiguió millonarios acuerdos comerciales con marcas nacionales e internacionales. Asimismo, sus modelos eran las caras de reconocidas campañas, desfilaban las mejores ropas, visitaban todos los programas de televisión, posaban para las revistas más importantes y conocían otros países del mundo de su mano.
En la era de oro del mánager de modelos, se convirtió en icono de la moda y marcó tendencia. Su fama lo llevó cenar en su casa con el príncipe Alberto de Mónaco, Mick Jagger le cantó el cumpleaños feliz en un restaurante porteño y trabajó con la supermodelo alemana Claudia Schiffer. Además, cuando sufrió un infarto fue trasladado en el helicóptero presidencial y atendido por los mejores médicos del país porque era muy amigo de Carlitos Junior y Ramón Hernández, secretario presidencial de Menem.
Una estafa que le arruino la vida
El reconocimiento y la sobreexposición tuvo sus consecuencias y una de ellas fue vincularse con gente que no tenía buenas intenciones. Cuando el mercado de la moda empezó una nueva década, Piñeriro fue estafado y la agencia quebró. Además, como si todo esto fuera poco, por cuestiones legales también perdió el poder sobre su nombre y la marca. Todo lo sucedido le cambio por completo la vida, pero sobre todo le generó una gran tristeza y depresión. Su malestar era tal que durante mucho tiempo dejo de comer y no encontraba un sentido a su vida, pero todo cambio inesperadamente.
Tras tocar fondo, se encontró con Dios y pudo rediseñar su destino gracias a la fe. En búsqueda de nuevas tareas que lo distraigan de sus dolores, se acercó a la iglesia y encontró su lugar como voluntario en Las Esclavas, un grupo católico que se encarga de hacer trabajo comunitario en barrios de emergencia, hace viandas de comida y consuela a los necesitados. A partir de todo lo vivido, aprendió a vivir con lo justo y necesario, pero también se encontró con las personas que realmente lo aman.