Agentes de la Dirección General de Aduanas que prestan servicio en la Pasarela La Fraternidad, que conecta Clorinda con Nanawa, Paraguay; realizaron un control en el que se produjo un llamativo descubrimiento: una mujer intentaba cruzar al país vecino con 36.952 comprimidos de distintas drogas, entre las que había 3.000 pastillas de clonazepam.

La ciudadana paraguaya se había presentado en el control aduanero con tres bolsas de plástico que, según alegó, contenían mercadería de uso personal. Sin embargo, al inspeccionar la carga, los agentes aduaneros encontraron, mezclados entre las pertenencias de la pasajera, una gran cantidad de medicamentos de uso hospitalario y de venta bajo receta.

Una mujer intentaba cruzar a Paraguay desde Formosa con 36.952 comprimidos de distintas drogas.

Ante el hallazgo del personal de la Aduana, la mujer exclamó, nerviosa, que la maniobra se amparaba en el Régimen de Tráfico Vecinal Fronterizo. Sin embargo, esto no es así: la normativa establece que para ello los medicamentos transportados deben responder a un tratamiento personal. Justamente, teniendo en cuenta la cantidad de comprimidos que portaba, se presume que el movimiento tenía fines comerciales. En total había 3.000 comprimidos de Clonazepam, 200 de Ibuprofeno, 200 de Ketorolac, 450 de Alprazolam y 32.802 de Omeprazol.

En ese marco, los agentes de la Aduana secuestraron el total de los medicamentos por tratarse de mercadería de exportación prohibida. Los productos, valuados en $2.190.472, quedaron a disposición de la Justicia. 

El operativo en Córdoba

Durante controles de rutina en el Aeropuerto Internacional de Córdoba, agentes de la Aduana detectaron una carga sospechosa en el equipaje de una mujer que volvía de San Pablo, Brasil.

A través de un control no intrusivo con el escáner aduanero el personal identificó bultos que le llamaron la atención y procedió a la apertura de la valija. En efecto, había insumos médicos no declarados: la ciudadana argentina llevaba cápsulas, goteros y ampollas para tratamientos de medicina alternativa, valuados en $600.000. La cantidad de productos hallados permite presumir que estaban siendo importados con fines comerciales.

El operativo en Córdoba.

Además, la mercadería no contaba con la debida certificación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), por lo cual calificaba como prohibida. Así, el personal de la Aduana resolvió secuestrarla en los términos del artículo 97. del Código Aduanero.

Qué ocurrió en Entre Ríos 

Finalmente, durante inspecciones habituales en el Puente Internacional "Libertador General San Martin", que une Gualeguaychú con Fray Bentos, agentes aduaneros descubrieron que un ciudadano argentino intentaba cruzar hacia Uruguay con medicamentos sin declarar.

Inicialmente, al llegar al área de control el hombre había manifestado no tener nada para declarar. Sin embargo los agentes procedieron con la inspección del vehículo y al abrir el baúl encontraron nada menos que 637 cajas de medicamentos entre los que había viagra, analgésicos, antiinflamatorios, descongestivos, antiespasmódicos, antialérgicos, antimicóticos y cremas humectantes.

“Son devoluciones y muestras médicas del laboratorio donde trabajo”, justificó el hombre, contradiciendo su primera declaración. La maniobra es una transgresión al Régimen de Equipaje, contemplada en el artículo 979 del Código Aduanero, por lo cual el personal de la Aduana resolvió incautar la mercadería valuada en más de $200.000.