Mientras se encuentran en la trama final del programa, los participantes de " Gran Hermano" están más sensibles que nunca. Luego de tantos meses encerrados, hoy, todos sus sentimientos se dimensionan, y lo que puede ser visto como una “boludez”, termina siendo terrible para ellos.

Así al menos lo fue para "La Tora", quien, a raíz de un error de tijeras de Nacho, se largó a llorar desconsoladamente. A pesar de que pocas veces hemos visto una discusión de esta pareja, lo cierto es que, en las últimas horas, los “tortolitos” vivieron un momento de tensión en la casa.

Todo fue a raíz de un simple corte de pelo, el cual terminó generando que Lucila se ponga muy mal. Mientras intentaba ayudarla a emprolijar su look, Nacho cometió un error y le rapó el costado un poco más de lo habitual.

El look de "La Tora" es bien característico de ella, y desde que ingresó a la casa intenta mantenerse uno de los lados de su cabeza rapado. Sin embargo, esta vez terminó todo mal, ya que, al parecer, su pareja no se lleva tan bien con las tijeras.

El error de Nacho que hizo llorar a "La Tora"

Lo que comenzó como un simple corte, terminó en un llanto desconsolado. Al ver el costado bastante más rapado de lo habitual, Lucila rompió en llanto, lo cual generó un momento de tensión en la casa de " Gran Hermano".

Ante la desesperación de la participante, sus compañeras intentaron consolarla, aunque ella solo podía pensar en cómo le había. quedado el look: “Lo noto mucho más arriba que otras veces. No lo quería subir más hasta ahí. Se le fue la mano”, comentó, y lanzó luego, completamente indignada: “Me siento calva, boluda”.

Al notar que su novio había rapado de más el lado izquierdo, "La Tora" comenzó a preguntarle a sus compañeras qué opinaban al respecto: “¿Notan algo raro del rapado?”, preguntó, a lo que Camila contestó: “Está más derecho de lo normal. Puede ser que te agarró un poquito más acá”.

De la misma manera, Julieta se metió y opinó sobre el rapado de su compañera: “Está más arriba“, lanzó, y le tiró un “palito” al joven de 20 años: “Te la mandaste”.

En ese momento, Lucila empezó a lagrimear, mientras las chicas le decían que no le quedaba mal. De la misma manera, Nacho intentó consolarla y también le insistió lo mismo, aunque todo fue en vano, ya que su pareja dentro de la casa no paraba de llorar.