El asado sigue siendo una de las comidas más populares, si no es la más popular, de la mesa de los argentinos. Compite por ese cetro con las pastas, la pizza y las milanesas, en general, aunque por regiones el orden y los menús pueden cambiar.

Pero el asado es también tradición y sinónimo de unión familiar y buenos momentos con amigos. Es símbolo de identidad nacional, momentos de conversación y muchas veces incluye otro símbolo nacional: el mate. 

Es una experiencia colectiva donde cada integrante tiene su tarea. Los niños generalmente colaboran poniendo la mesa, la madre hace las ensaladas y todos se reúnen al lado de la parrilla para charlar con el padre mientras se cocina la carne.

Durante muchos años, así arrancaba el domingo en la casa promedio de la Argentina, aunque en los últimos tiempos la situación económica del país ha obligado a que eso se vaya espaciando en el tiempo. 

De todos modos, en la previa al asado hay que hacer las compras. Para eso, los adultos recorren carnicerías, verdulerías y supermercados en busca de los mejores precios para dar inicio al ritual.

Distintos cortes

A mayor distancia de la Capital Federal, el precio total se obtiene más barato, pero los cortes más ricos no pueden faltar. Los precios a continuación son estimativos por kilo de carne.

Asado $8.000 (según el barrio y la carnicería se puede conseguir por $6.000). Vacío $11.000. Colita de cuadril $10.000. Bondiola $8.000. Lomo $15.000. Chorizo $8.350. Morcilla $5.650.

Aunque los menores y adolescentes suelen comer menos que un adulto, siempre se calcula medio kilo por persona.

La carne es el producto esencial, pero sin leña o carbón no hay fuego para el asado. Además, hay que sumar una gaseosa grande y un vino, pan y ensaladas de papa y huevo y de lechuga y tomate. 

Así quedaría conformado un clásico asado del domingo al mediodía. Cabría agregarle una gaseosa y un vino tinto Malbec de una gama accesible.