Los contratos de alquiler firmados bajo la ley anterior, que contemplaba actualizaciones anuales, afrontarán una suba récord durante agosto próximo. Esto se debe a que el incremento será del 247,56%, una cifra por encima de la registrada durante este mes, cuando el ajuste se ubicó en el 244,4%.

El aumento se aplicará mediante el Índice de Contratos de Locación (ICL). De esta manera, un alquiler de $200.000 acordado mientras regía la vieja norma, desde agosto pasará a tener un valor de $694.000 durante los próximos 12 meses. Se trata de un salto económico que presionará aún más el bolsillo de los inquilinos.

La suba se calcula en base al ICL que realiza el Banco Central, y contempla la variación de la inflación (según el Índice de Precios al Consumidor medido por el Indec) y los salarios, de acuerdo con el Ripte (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables).

También deberán pagar con aumento aquellos inquilinos que firmaron un contrato tras el DNU 70/2023 impulsado por el presidente Javier Milei, el cual derogó la ley anterior de alquileres. En estos casos, la situación es diferente, ya que el decreto estableció libertad entre las partes a la hora de definir el índice y la extensión del contrato. Hasta ahora, la mayoría de las negociaciones se cerró con actualizaciones cada tres meses en base al IPC. Así las cosas, el incremento respecto a mayo será del 18,58%.

Por ejemplo, si se pactó un ajuste trimestral, para un alquiler de $440.072 iniciado en mayo de 2024, que debe ajustarse en agosto, el último índice publicado por el Indec es de junio 2024. El valor a pagar pasaría a ser de $521.857,63.

Se espera que la desaceleración del dato inflacionario impacte en menores aumentos para los próximos ajustes de los contratos antes de fin de año.