El acogedor pueblito de Buenos Aires, que fue elegido por Adolfo Bioy Casares como el "mejor lugar del mundo"
¿Querés conocer un destino diferente?. Este pintoresco paraje desarrolla una atractiva oferta de turismo rural para disfrutar en familia y "esconde" una sorprendente historia. Los detalles del sitio, en la nota.
La provincia de Buenos Aires tiene variedad de atractivos para conocer en cualquier momento del año ya sea en familia, pareja o amigos. Sin embargo, hay una serie de sitio cerca de Capital Federal que conforman el grupo de "Pueblos Turísticos bonaerenses" que se destacan por su valor cultural y otras particularidades que son características de ellos.
Pardo es una pintoresca localidad del partido de Las Flores. Si bien es un punto "poco conocido" dentro de la región, fue nombrado por el célebre escritor Adolfo Bioy Casares como "El mejor lugar del mundo" dada su encantadora naturaleza e importante patrimonio cultural. Asimismo, se destaca que posee una propuesta de turismo sustentable donde las casas de campo y su vieja almacén son las protagonistas de la escena.
¿Dónde queda Pardo?
Este acogedor pueblito es una escapada perfecta, porque se encuentra a solamente 228 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, es decir, unas tres horas en vehículo. Además, la cabecera del municipio de Las Flores se encuentra a poco más de media hora.
Llegar hasta allí es un fácil, ya que se sale de Capital Federal por la Riccheri y se empalma con la Autopista Ezeiza-Cañuelas. Luego, a la altura de dicha localidad, tomar la Ruta 3 hasta el kilómetro 223 donde se encuentra el acceso a la localidad. Tras recorrer unos dos kilómetros por dicho camino, se encuentra el casco histórico.
Por otro lado, se destaca que se encuentra en la cercanía de otras pintorescas localidades como Cacharí, Tapalqué, Rosas, entre muchas otras que tienen gran atractivo gracias a su hermoso entorno campestre.
Pardo, el mejor lugar del mundo
Pardo se fundó bajo la Ley de Tierras dictada por el presidente Rivadavia. Su nombre derivo uno de sus primeros pobladores que se llamó, Lino Pardo, quien se encargó de dividir y distribuir las tierras. Tiempo después, también llegó el servicio de Las Flores- Azul del ferrocarril Sud y su población creció considerablemente.
Este pintoresco pueblo es conocido por ser la cuna de Adolfo Bioy Casares, aunque antes de su nacimiento ya era el asentamiento de más de dos generaciones de su familia. De hecho, su abuelo fue el creador de la proveeduría “El Sauce”, donde actualmente funciona el hotel “Casa Bioy”, y de otros edificios históricos que aún están en funcionamiento como Capilla el Perpetuo Socorro de Pardo.
Las obras del reconocido autor están inspiradas en Pardo y fue él quien le dio una gran visibilidad al pueblo, de hecho, se casó con la escritora Silvina Ocampo en dichas tierras y recibieron decenas de personas importantes de la época. Asimismo, el escritor bautizó al pueblo como "El mejor lugar del mundo" teniendo en cuenta sus largos campos silvestres y sus extensas galerías arboladas que en otoño son un espectáculo.
¿Qué hacer en Pardo?
Gracias a la larga historia de la localidad, en 2015, fue incorporado dentro del grupo de "Pueblos Turísticos Bonaerenses". Gracias a ello los vecinos lanzaron diferentes emprendimientos dedicados a que más personas se animen a visitar y conocer el largo legado de Pardo.
La tranquilidad y hospitalidad del lugar invita a vivir una experiencia diferente, pero sin irse lejos de la Ciudad de Buenos Aires. Para aquellos que deseen pasar un fin de semana de descanso, pueden alojarse en el histórico Hotel y Restaurante Casa Bioy, un edificio construido a finales del siglo XIX por el abuelo del escritor.
Dentro de la atractiva propuesta se puede visitar el importante casco histórico compuesto por la capilla Nuestra Señora del Socorro, la biblioteca y Museo Adolfo Bioy Casares y el club Unión Deportiva. Asimismo, no se puede dejar de recorrer la vieja estación de trenes donde funciona "Pardo Auténtico", un museo a cielo abierto dirigido por los vecinos.
Asimismo, los turistas pueden disfrutar de la gastronomía local a través de los distintos almacenes y restaurantes donde se destacan principalmente las carnes asadas y las picadas con fiambres locales.