Domingo Faustino Sarmiento: historia y curiosidades del "Maestro de América"
El prócer sanjuanino tuvo un papel fundamental en la vida de Argentina, ya que no sólo fue docente, periodista, minero, estadista y escritor, sino que también ocupó importantes puestos en la política nacional, donde llegó a ser Presidente en el período de 1868 a 1874.
La figura de Domingo Faustino Sarmiento despertó voces a favor y en contra durante su extensa vida, ya que en su paso como docente, periodista, minero o presidente de la nación, dejó una estela de circunstancias y episodios históricos que lo marcaron en la eternidad, y que pesar de las opiniones, el "Maestro de América" como lo llaman, nunca pasará desapercibido.
La historia de Sarmiento comenzó el 15 de febrero de 1811 cuando nació en la ciudad de San Juan, y desde muy chico abrazó el aprendizaje como algo especial y que lo marcó para toda su vida.
Fundación de una escuela
De hecho, fundó su primera escuela en la localidad sanluiseña de San Francisco del Momento (en aquel entonces) de joven (14 años) junto a su tío (el fraile José de Oro) pero poco duró su condición de docente en ese momento, ya que otra pasión se acercó a él rápidamente: la milicia. Se desempeñó como alférez en el ejército federal pero las diferencias con sus superiores lo hicieron "cambiar de rumbo" y pasarse al bando unitario, en el ejército dirigido por el general José María Paz.
Sin embargo, los federales ganaron las batallas en su territorio y tuvo que emigrar por primera vez a Chile, donde comenzó a dar clases, conoció a una mujer (María Jesús del Canto) y con ella tuvo a su única hija biológica en 1832: Ana Faustina Sarmiento.
Tras años de exilio, volvió a su provincia, fundó la Sociedad Literaria y fue uno de los destacados escritores de la famosa "Generación del 37" junto a Juan Bautista Alberdi y Esteban Echeverría, entre otros.
Su otro amor: el periodismo
El amor que siempre tuvo el prócer sanjuanino por las letras, también lo tuvo en otro campo que lo apasionó: el periodismo. En 1839, mientras vivía en la provincia de San Juan, fundó el periódico local El Zonda y tres años más tarde, hizo lo propio en Chile al crear el Diario El Progreso, además de ser un escritor fiel de otro grande de esa nación: El Mercurio.
Ya en el final de su historia, Sarmiento decide fundar lo que sería su último diario, creó El Censor (1885), el cual trataba temas de importancia en la ciudad de Buenos Aires y el país.
También hay que destacar que el sanjuanino ha escrito varios libros, como "Facundo o Civilización y barbarie", "Vida de Dominguito", "Recuerdos de provincia", "De la educación popular" y "Viajes por África, Europa y América", entre otras obras literarias.
Pero sus pensamientos y escritos iban en contra de los intereses del entonces gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, por lo que otra vez el prócer sanjuanino emigró a Chile, donde se desempeñó en el área de la Educación y el presidente chileno Manuel Montt Torres le dió la tarea de estudiar el sistema de aprendizaje en Estados Unidos y Europa.
A su vuelta en 1848 a Chile, se casó con Benita Martínez Pastoriza y adoptó como propio al hijo de ésta, Domingo Fidel (Dominguito) pero en 1851 se unió al Ejército Grande del general Justo José de Urquiza para poder vencer a los federales.
Para llegar a ser primer mandatario de nuestro país, Sarmiento tuvo que desandar un sendero en la política con diversos cargos, desde los más simples hasta los más importantes.
Incursión en la política
En 1855, recibió el cargo de concejal porteño, que lo disfrutó por un espacio de dos años, cuando se convirtió en senador nacional.
Ya en 1860 fue designado como ministro de Gobierno por parte de Bartolomé Mitre (quien en 1862 fue presidente de la nación), y dos años después, llegó a ser el gobernador de la provincia de San Juan.
Tras cumplir con sus dos años en el poder, volvió a la carrera diplomática y fue nombrado como Ministro Plenipotenciario en Estados Unidos, hasta que en 1868 cumplió su sueño: ocupar el sillón de Bernardino Rivadavia.
Entre sus principales decisiones, se destacan la fundación del Colegio Militar de la Nación, Escuela Naval, puertos de San Pedro y Zárate, el Observatorio de Córdoba y el inicio de la construcción del zoológico de la ciudad.
Además, tras aprender el sistema de educación que se utilizaba en Estados Unidos y Europa, durante su presidencia decidió traer un grupo de maestras (se dice que fueron unas 65) de origen estadounidense para que enseñaran en nuestro país, esto hizo que la calidad en el modelo educativo mejorará notablemente y sea una de las mejores del continente para fines del siglo XIX.
En el rubro de las comunicaciones, se construyeron miles de kilómetros de vías en todo el país para conectar las ciudades del interior con la de Buenos Aires, sino también entre sí y de esta manera fomentar el comercio y otras actividades. En este punto hay que agregar que se inauguró la primera conexión de línea telegráfica con Europa.
También se llevó a cabo el primer censo nacional en 1869, que arrojó el resultado de casi dos millones de habitantes en nuestro país. Sin embargo, Sarmiento se enfrentó a dos hechos que marcaron su presidencia y lo golpeó de cerca, por un lado, el final de la Guerra del Paraguay que dejó el saldo de 18 mil soldados muertos (entre ellos su hijo adoptivo Dominguito) y la pérdida económica que dejó el conflicto. Por otro lado, la llegada de la fiebre amarilla en 1871, que sólo en la ciudad de Buenos Aires se cobró la vida de 14 mil personas, algo que obligó a construir el hoy Cementerio de la Chacarita.
Al finalizar su mandato como presidente de la nación, la salud de Domingo Faustino Sarmiento comenzó a desmejorar lentamente y tras algunos años cumpliendo diversas funciones en otros gobiernos, lo esperó el retiro de la política, el exilio al Paraguay y más tarde su fallecimiento.
Otros cargos en la política
Entre 1875 y 1879, el docente se desempeñó como senador por la provincia de San Juan, y ya con Nicolás Avellaneda como primer mandatario nacional (en el período entre 1874 a 1880), fue nombrado como Ministro del Interior. Más tarde y con la llegada de otro presidente argentino al poder, Julio Argentino Roca, llegó su último cargo en el mundo de la política, al ser nominado como Superintendente de las Escuelas del Consejo Nacional de Educación, además participó en la redacción y posterior aprobación de la Ley 1420 de Educación Común.
Ya para 1887 y con un mal estado de salud (sufría de sordera, insuficiencia cardíaca y bronquial), Sarmiento decidió trasladarse junto a su hija Faustina y sus nietos a la ciudad paraguaya de Asunción, ya según su médico personal era un mejor clima para su estado deteriorado de salud y podría beneficiarlo.
Muerte y descanso eterno
El 11 de septiembre de 1888, a los 77 años de edad, sufrió un ataque al corazón y falleció junto a sus seres queridos en la capital paraguaya. A los pocos meses de su muerte, Sarmiento fue homenajeado con todos los honores en la nación "guaraní" y en la nuestra, debido a los trabajos en el campo de la educación y la creación de escuelas.
Los restos del prócer sanjuanino fueron llevados al Cementerio de la Recoleta, donde descansan junto a otros grandes integrantes de la historia argentina, de hecho, en su panteón se pueden ver cientos de placas que lo conmemoran como el "Maestro de América".
Como homenaje a la figura de Domingo Faustino Sarmiento, en 1943 durante la Primera Conferencia Interamericana de Educación, que se llevó a cabo en Panamá, se estableció como el Día Panamericano del Maestro al 11 de setiembre, en conmemoración al fallecimiento del prócer sanjuanino y al cumplirse 100 años de la publicación de su libro "Mi defensa".
Domingo Faustino Sarmiento: curiosidades
Como personaje de nuestra historia, Sarmiento ha tenido varias aristas atractivas, positivas y otras polémicas hasta el día de hoy, pero lo que no se puede negar es que abarcó varios momentos del siglo XIX, que también dejaron algunas interesantes anécdotas para contar.
Por ejemplo, mientras estaba en Chile se desempeñó como minero, contrajo la fiebre tifoidea dejándolo en grave estado y a las puertas de la muerte, sin embargo, pudo recuperarse de la enfermedad, dejó la minería y volvió a Argentina.
En 1870, cuando ya se desempeñaba como presidente de la nación, Sarmiento decidió visitar al general Justo José de Urquiza en el Palacio San José, que el unitario tenía en la provincia de Entre Ríos (a escasos kilómetros de la localidad de Concepción del Uruguay).
Lo particular es que casi ni se habló de política nacional, sino que el primer mandatario estaba interesado en saber cómo era que la casa del militar tenía agua caliente, servicio que no existía todavía en la provincia de Buenos Aires.
En 1846, realizando una gira por el "viejo continente", viajó a Francia para visitar al general José de San Martín, en calidad de diplomático chileno para hablar sobre la situación que se vivía en el continente americano.
Sarmiento sufrió un atentado para acabar con su vida, aunque por su sordera nunca se enteró. En 1873, le dispararon con una pistola (trabuco) pero al estar tan cargada, explotó en la mano de uno de los atacantes.
Por G.A.