Personas de todo el mundo conmemoraron este miércoles el Día Internacional de la Mujer y aprovecharon la jornada para movilizarse, en defensa de los derechos de las mujeres, vulnerados actualmente en algunos países.

Los actos se llevaron a cabo en varias partes del planeta, como Madrid, Seúl, San Pablo y Buenos Aires, donde las manifestantes, hicieron oír su voz para denunciar un retroceso en sus derechos conquistados y reclamar el fin de las discriminaciones y de los femicidios

Países como Afganistán, reflejan una clara ofensiva en contra de las mujeres, u otros estados bajo presión, cómo Estados Unidos, donde se cuestiona el derecho al aborto, o México, Brasil o Colombia, donde se multiplican los feminicidios.

En Pakistán, miles de mujeres salieron a las calles pese al intento de las autoridades de varias ciudades de impedir las marchas. "Ya no vamos a quedarnos calladas. Es nuestro día, es nuestro momento", afirmó Rabail Akhtar, una profesora que se unió a las 2.000 participantes en un acto en la ciudad de Lahore.

En Afganistán, "el país más represivo del mundo con respecto a los derechos de las mujeres", según Roza Otunbayeva, directora de la misión de asistencia de la ONU, una veintena de mujeres se manifestaron en Kabul, constataron periodistas de la agencia de noticias AFP.

Desde el regreso al poder de los talibanes en agosto de 2021, las mujeres y las niñas afganas fueron "borradas de la vida pública", lamentó el lunes pasado el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

De manera general, el líder del organismo advirtió que "los avances logrados en décadas se están evaporando" en el mundo.

En México, bajo las consignas "¡Ni una asesinada más!" y "¡Contra las violencias machistas y el trabajo precario!", colectivos feministas convocaron a marchas en las principales ciudades del país, en el que en 2022 se registraron 969 feminicidios (2,65 por día), según cifras oficiales.

También en Colombia, las organizaciones de mujeres llamaron a manifestaciones en Bogotá, Medellín, Cali y otras ciudades para exigir acciones frente al aumento de los feminicidios, que pasaron de 182 en 2020 a 614 el año pasado.

En Brasil, en tanto, se denunció con una "gran batucada feminista" en San Pablo y Rio de Janeiro, los "cortes en las políticas de protección a la mujer" y el "crecimiento vertiginoso del machismo y la misoginia" durante el mandato Jair Bolsonaro, informó Junéia Batista, de la Central Única de Trabajadores (CUT).

Por el contrario, el presidente actual, Luiz Inácio Lula da Silva, presentó hoy un paquete con "más de 20 acciones" para acabar con la desigualdad salarial, combatir la violencia machista y garantizar la salud menstrual.

La iniciativa principal anunciada en una multitudinaria ceremonia en el Palacio de Planalto, en Brasilia, es un proyecto de ley para hacer realidad la igualdad salarial entre hombres y mujeres que ejerzan la misma función.

Además, el Gobierno instituyó el Día Marielle Franco de enfrentamiento a la violencia política de género y raza, que será conmemorado el 14 de marzo, la misma fecha en la que la concejala de Río de Janeiro fue asesinada a tiros, en 2018, en un crimen que todavía no fue esclarecido.

El 8 de marzo también generó anuncios y manifestaciones en Europa: en Irlanda, donde la Iglesia Católica ejerció durante décadas un férreo dominio moral, el Gobierno anunció un referéndum en noviembre para decidir si se eliminan artículos constitucionales que determinan que el lugar de la mujer es "el hogar".

En España, una nueva marea violeta tomó las calles de Madrid. "Luchamos contra un patriarcado (...) que disputa hasta el hartazgo esos derechos nuestros -como el aborto- que hemos logrado luchando", proclama el manifiesto de la convocatoria en la capital española.

Por su parte, en Francia, se convocaron marchas por "la igualdad en el trabajo y en la vida" en 150 ciudades, en movilizaciones marcadas por la lucha contra la impopular reforma que extiende la edad jubilatoria, de los 62 a los 64 años que impulsa el presidente Emmanuel Macron.

"La jubilación es el saldo contable de toda una vida de desigualdades profesionales, pero también familiares y sociales", dijo en ese sentido Ana Azaria, presidenta de la asociación "Femmes Egalité".

Tres sindicatos (FSU, CGT y Solidaires) y 45 organizaciones que defienden los derechos de las mujeres llamaron a una "huelga feminista" para exigir "igualdad en el trabajo y en la vida".

En Turquía, donde se registra un feminicidio por día, se convocó una manifestación cerca de la plaza Taksim de Estambul, pese a la prohibición de las autoridades.

La guerra en Ucrania también impactó en la conmemoración por el Día Internacional de la Mujer.

Allí, el presidente, Volodimir Zelenski, rindió homenaje en un video "a todas las mujeres que trabajan, enseñan, estudian, salvan, cuidan y combaten" por el país, así como a las que "sacrificaron su vida" desde el comienzo de la invasión rusa hace un año.

Del otro lado, el mandatario ruso, Vladimir Putin, envió un mensaje a las mujeres que "cumplen su deber", al servicio de la nación.

Las mujeres son las primeras víctimas de las guerras y están subrepresentadas en las mesas de negociación, denunciaron esta semana representantes oficiales ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Otro tema central de las protestas del día fue la defensa del derecho al aborto, fragilizado en Estados Unidos por la decisión de la Corte Suprema de mayoría conservadora de revocar en junio la sentencia de 1973 que lo garantizaba a escala federal.

Un derecho que también se vio suprimido o reducido en países como Hungría y Polonia.

En contraste con esa tendencia, Macron declaró este miércoles su apoyo a una iniciativa de blindar el aborto en la Constitución francesa.

Por otro lado, en Irán, país islámico y teocrático, la conmemoración coincide con las sospechas de que extremistas religiosos contrarios a la educación femenina podrían estar detrás una ola de envenenamientos de alumnas de escuelas.

También es el primer Día Internacional de la Mujer desde la muerte de la joven iraní Mahsa Amini, de 22 años, luego de haber sido detenida por la Policía por llevar mal puesto el velo islámico, lo que originó enormes protestas que fueron duramente reprimidas.

En Japón, activistas por los derechos de las mujeres realizaron una pequeña manifestación en Tokio para renovar su exigencia de que el Gobierno permita que las parejas casadas sigan usando apellidos diferentes.

Según el Código Civil de 1898, una pareja debe adoptar "el apellido del esposo o la esposa" en el momento del matrimonio.

Los activistas argumentaron que la ley contribuye a la desigualdad de género porque las mujeres experimentan una fuerte presión para tomar el apellido de su marido.

Encuestas muestran un apoyo mayoritario para que tanto hombres como mujeres mantengan sus propios nombres.

En otras regiones se lograron importantes avances para las mujeres en igualdad, derechos reproductivos, leyes para tratar de eliminar la violencia sexual y de género, y avances hacia la igualdad salarial, la paridad de género y el trabajo doméstico compartido.

España aprobó ayer una nueva Ley de Paridad que exige que las mujeres constituyan al menos el 40% de los consejos de administración de empresas que cotizan en la Bolsa y empresas privadas con más de 250 trabajadores y 50 millones de euros en negocios.

Lo mismo se aplicará también al Consejo de Ministros, o el gabinete, de España.

El proyecto de ley también propone obligar a los partidos políticos a tener igualdad en sus listas electorales, con alternancia de nombres de hombres y mujeres.

Gobiernos de izquierda y progresistas han puesto los derechos de las mujeres a la vanguardia durante las últimas dos décadas, con leyes de gran alcance sobre el aborto, licencia menstrual y mejora de la licencia de maternidad y paternidad, entre otras.