El mosquito que transmite el virus del dengue continúa expandiéndose y buscando la manera para sobrevivir, aún en temperaturas inusuales para su existencia: una reciente teoría científica tomó relevancia en cuanto a la adaptación del ejemplar en la región sur del territorio, y que de esta manera puede seguir propagando la enfermedad.

Se trata de estudios realizados por científicos locales de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), respecto a una nueva estrategia de adaptación de los mosquitos transmisores conocido como Aedes aegypti, que los hacen capaces de sobrevivir en temperaturas frías.

Cabe destacar que la epidemia de dengue ha provocado miles de casos en todo el país, con la detección de la circulación viral en 14 provincias, lo que ha cobrado mucha fuerza en la Ciudad de Buenos Aires, con 3.689 casos confirmados hasta el momento.

Los especialistas abordaron un ejemplo comparativo entre mosquitos residentes de la CABA, con los que están en la ciudad balnearia de San Bernardo del Tuyú. El conocido "mosquito tigre" realiza un particular método de supervivencia con datos aportados por un estudio de la revista Biological Journal of the Linnean Society.

Así, llegaron a la conclusión de que el mosquito reduce su tamaño corporal en cuanto más frío haga en el ambiente. De esta manera, la investigadora del Conicet, Sylvia Fischer, sostuvo que la teoría principal se afianza en que "las poblaciones de climas más fríos, donde el período del año en el que pueden reproducirse y completar su ciclo de vida es más corto, sacrifican el tamaño de los adultos para completar más ciclos de desarrollo a lo largo del año”.

Según testimonio de Fischer, en lugares del sur argentino durante la etapa de verano "aceleran su desarrollo sacando pequeños adultos y, cuando se acerca el otoño y el fotoperiodo", al acumular mucha más energía para poner huevos más grandes "con más lípidos que tienen eclosión inhibida".

La especialista desarrolló la teoría explicando que la inhibición de la eclosión tiene que ver con diapausa, un estado fisiológico de inactividad del insecto con la finalidad de soportar condiciones climáticas adversas y resistir, en este caso, durante la etapa invernal a la espera de una temperatura favorable para su supervivencia.

Los mosquitos Aedes aegypti se adaptan a la diapausa por medio del proceso conocido como fotoperíodo, en el cual captan la información de la luz del día y el organismo del insecto responde a la señal de inactividad y modo reposo. Esta explicación puede derivar en los ejemplos de casos de dengue autóctono, como por ejemplo, en la provincia de Mendoza, llegando a adaptarse en temperaturas bajas y poder trasladarse de zonas del norte hacia el sur.

Alerta dengue: ¿sirve fumigar?

El profesor especialista en estudio de mosquitos e investigador de Exactas UBA, Nicolás Schweigmann, había mencionado en una charla en el recinto la no importancia de fumigar lugares abiertos.

“En muchos medios se escucha o se lee 'operativo de fumigación para prevenir la propagación del mosquito AA”. Yo me pongo furioso. ¿Tiene sentido fumigar para prevenir? No, no tiene sentido. Lo que tiene sentido es limpiar, sacar los cacharros, ordenar", mencionó el especialista.

Sin embargo, Schweigmann aclaró que "la fumigación sólo sirve cuando hay mosquitos infectados, esto está demostrado en todos lados". El experto en la materia señaló: "el insecticida es como un remedio, sólo se debe usar cuando hay mosquitos infectados. La fumigación es incorrecta para prevenir la presencia del mosquito".

De esta manera, aclaró que en el invierno es el momento "más efectivo para llevar adelante las acciones de prevención", ya que en ese lapso "todos los huevos del mosquito que hay en la ciudad están en los recipientes", y que "el arranque de la población que aparece en la primavera surge de los huevos que sobrevivieron en el invierno".