El Superclásico entre Boca y River dejó muchas perlitas, más allá de los desopilantes memes que estallaron en las redes sociales. Uno de los protagonistas de la victoria del Xeneize por 1 a 0 fue quien convirtió el gol: Darío Benedetto. La cara del Millonario, que sufrió una dura derrota, es la de Rodrigo Aliendro, el mediocampista que salió de la cancha en camilla.

El delantero Darío Benedetto conectó de cabeza de River a los 19 minutos del segundo tiempo y celebró de una manera descontrolada sobre el alambrado de "La Bombonera".

Con polémicas señas que buscaban callar las críticas, también revivió con su lengua el meme que la final de Copa Libertadores 2018.

“Es que hablan mucho, me encanta cuando puedo cerrarle la boca a todos”, aseguró Benedetto luego del superclásico para explicar su alocado festejo. El dato no menor es que el goleador acumulaba varios partidos sin anotar. 

La estrella de Boca llevaba 10 encuentros sin sumar goles para el equipo de La Ribera y se sacó la mufa justamente para ganarle a River.

El córner desde la izquierda que pateó Juan Ramírez se transformó en gol gracias al cabezazo del “Pipa” que se metió lejos de Franco Armani.

Además, cuando salió a correr tras el gol, Benedetto trepó y saltó los carteles de publicidad de atrás del arco. Allí se subió al alambrado y gritó con la hinchada y varios de sus compañeros.

Cuando volvió al césped se sacó toda la bronca y los gestos muy claros: "Hablen ahora, hablen ahora, yo tengo huevos". Una situación particular es que se chocó a una joven que estaba atrás del cartel de publicidad. 

La dramática situación de Aliendro

Por otra parte, Aliendro representó el mal momento de River con un momento de incertidumbre y sin precedentes. Marcelo Gallardo lo metió en el entretiempo del Superclásico para cambiar la historia, pero solo jugó 25 minutos y tuvo que abandonar el campo de juego. 

En una jugada muy rápida, el mediocampista quedó tirado sobre el césped, pidió atención médica y empezó a sangrar para sorpresa de todos. 

Además, la transmisión oficial del encuentro nunca enfocó la jugada donde se lastimó. Tras rebotar de espaldas para Enzo Pérez, empezó a correr, pero a los pocos pasos tropezó con un jugador de Boca y no pudo levantarse más.

“No me saques”, le reclamaba el mediocampista a su entrenador para que no lo saque. Pero ante su rostro golpeado y ensangrentado, tuvo que quedarse de nuevo en el banco de suplentes.

Aliendro tenía la cara como un boxeador que perdió una pelea, con el ojo derecho y su nariz estaban inflamados por completo.

Lo que ocurrió es que Aliendro se tropezó y chocó con la rodilla izquierda de Alan Varela, quien incluso siguió jugando rengo. Agustín Palavecino ingresó por el mediocampista de River.

Finalmente, diez minutos después, el partido tuvo que interrumpirse para que Aliendro se retirara en camilla al vestuario. La última información que trascendió es que se fracturó la mandíbula.