Impulsados por una admirable vocación solidaria y de servicio, desempeñan desde sus labores un rol que es la piedra fundamental del crecimiento social. Remunerados en algunos casos, ad honoren en otras, son los héroes del pueblo que día a día se abocan, a cambio de nada, a satisfacer las necesidades más extremas.

Fe de esta concepción de vida puede dar el jefe del Cuartel de Bomberos Voluntarios de Hurlingham, Gustavo Calveiro, que con orgullo expresó: "Nosotros estamos para prevenir, para mitigar problemas que puedan afectar la vida y los bienes de la ciudadanía".

Gustavo Calveiro Bombero
Gustavo Calveiro, un ejemplo en Hurlingham.

Un afán que no se limita a apagar incendios, sino que impulsa a intervenir en cualquier situación y lugar que impliquen un peligro para un ser vivo, ya sean personas o animales, o un riesgo de un daño material. En este sentido, Gustavo argumentó que "cuando se entiende el valor de ayudar y proteger al prójimo, uno se aferra más a lo que hace. Es una vocación con responsabilidad, que requiere capacitación para resolver los problemas de la mejor manera".

Ello lo aprendió desde muy pequeño, cuando iba al cuartel en brazos de su madre, en sus primeros meses de vida. Cabe señalar, al respecto, que Calveiro nació siete años después de la creación de la entidad voluntaria, y a sus 15 años se convirtió en cadete. A más de tres décadas de aquel comienzo, hoy es jefe del cuerpo de bomberos, que está conformado por once miembros de su familia, dos de ellos, sus hijos.

Juan se convirtió en enfermero y luchó cuerpo a cuerpo con el Covid

También motivado por un ser querido, en este caso, su esposa, Juan López Coronel decidió seguir los pasos de ella y desarrollar una actividad que siempre lo atrajo. Fue entonces cuando se volcó a estudiar Licenciatura en Enfermería, mientras trabajaba de vigilador, porque "me llamó la atención el trabajo comunitario, la salud en la comunidad, y cómo tratar no solo al paciente, sino también a su entorno".

Justamente, Juan se destaca por su acompañamiento a cada interno del sector de medicina clínica del Hospital Rivadavia, recorriendo los pasillos y las habitaciones con música para levantar el ánimo de los enfermos.

Enfermero Hospital Rivadavia
Juan Carlos Coronel, enfermero en el Hospital Rivadavia.

El enfermero de la música o el enfermero DJ, así conocen, sabe a la perfección la vivencia de un paciente en un hospital. En su caso, el 25 de mayo de 2020 contrajo Covid, que desencadenó una neumonía bilateral que colocó a Juan al borde de la muerte.

Permaneció en coma farmacológico hasta que el 18 de julio de ese mismo año fue sometido a un tratamiento con plasma. A través de esta percepción de servicio, brinda atención en el área de internos por coronavirus, en el mencionado centro de salud.

"Vamos por los Chicos", un lema más que solidario

En el partido bonaerense de San Martín, Agustina Gallo, Patricia Mussa, Mariana Malvado, Marcela Pela, Viviana Aguirre y Marcela Alasia suelen repartirse las tareas de recolección de donaciones. Estas tienen lugar el tercer sábado de cada mes, en el marco de lo que ellas llaman "las jornadas solidarias de Vamos por los Chicos", lema que le da nombre al grupo de amigas, que se conformó hace once años con el fin de solucionar las carencias alimentarias de centenares de niños.

Para lograr dicho cometido, difunden la necesidad de leche larga vida o en polvo, alimentos no perecederos, frazadas, calzados, libros y útiles escolares, diferentes bienes que posteriormente se entregan a merenderos, designados mediante sorteo.

De España al Barrio Evita: la historia del Padre Paco

En su Málaga natal, Francisco Olveira tomó conocimiento de las necesidades, las miserias y los sufrimientos que reinan en una villa de emergencia. En aquella descubrió lo que sería, a partir de entonces, su motor: "Compartir mi vida con los pobres".

Embarcado en esa misión personal, decidió emprender viaje a Latinoamérica. Al llegar a suelo argentino, se vinculó con Curas en Opción por los Pobres y se sumergió en el mismo desafío. En este sentido, Paco, como suelen llamarlo, dejé en claro que "yo me fui de España para luchar por los pueblos marginados, que sufren desigualdades".

Padre Paco
El padre Paco ayuda y muestra el camino de la fe en el Barrio Evita.

Por lo tanto, el máximo representante de la Capilla Beato Angilelli lleva adelante diferentes acciones sociales, ya sea merenderos, comedores, y en la tarde de hoy, una jornada de pileta, con el fin no solo de asistir, sino también generar conciencia sobre diferentes problemáticas sociopolíticas.

Al respecto, el religioso del Barrio Evita de la localidad bonaerense de Libertad remarcó que "el centro de un cristiano es el pan partido y compartido para todos y todas, y no puede pasar que un muy pequeño sector disponga de inmensa riqueza, y a una inmensa mayoría no le alcanza para vivir. La desigualdad es cada vez más grande, y eso es antievangélico".

Por M. R.