La variante Ómicron del Covid-19 es actualmente la dominante en todo el mundo. Según el reporte del último domingo, los contagios aumentaron un 270 por ciento en la Ciudad de Buenos Aires.

Cabe destacar que la primera ola alcanzó su punto máximo en octubre 2020, año de la más estricta cuarentena; el segundo fue corto y alcanzó su punto máximo en enero 2021; el tercero hizo lo mismo en junio del mismo año; la cuarta fue la más abrupta, con Omicron como bandera y pico en enero 2022; el quinto -tímido e irregular- tenía un doble pináculo entre junio y agosto.

Ómicron fue detectada por primera vez hace un año en Sudáfrica y, desde entonces, se ha extendido por todo el mundo a gran velocidad. Todavía no está claro cómo, cuándo y dónde se originó este virus. Ahora, un estudio publicado en la revista científica 'Science' por investigadores de la Charité - Universitätsmedizin de Berlín (Alemania) y una red de instituciones africanas ha mostrado que los predecesores de Ómicron existían en el continente africano mucho antes de que se identificaran los primeros casos, lo que sugiere que esta variante surgió gradualmente a lo largo de varios meses en diferentes países de África.

Los científicos empezaron por desarrollar una prueba especial de PCR para detectar específicamente la variante BA.1 de Ómicron. A continuación, analizaron más de 13.000 muestras respiratorias de pacientes con Covid-19 que se habían tomado en 22 países africanos entre mediados de 2021 y principios de 2022.

Al hacerlo, el equipo de investigación encontró virus con mutaciones específicas de Ómicron en 25 personas de seis países diferentes que contrajeron COVID-19 en agosto y septiembre de 2021, dos meses antes de que la variante se detectara por primera vez en Sudáfrica.

Para conocer mejor los orígenes de Ómicron, los investigadores también descodificaron, o "secuenciaron", el genoma viral de unas 670 muestras. Esta secuenciación permite detectar nuevas mutaciones e identificar nuevos linajes virales. El equipo descubrió varios virus que mostraban diversos grados de similitud con ómicron, pero no eran idénticos.

"Nuestros datos demuestran que  Ómicron tuvo diferentes ancestros que interactuaron entre sí y circularon por África, a veces de forma simultánea, durante meses. Esto sugiere que la variante BA.1 Ómicron evolucionó gradualmente, durante lo cual el virus se adaptó cada vez más a la inmunidad humana existente", ha comentado Jan Felix Drexler, uno de los líderes del estudio.

Además, los datos de la PCR llevaron a los investigadores a concluir que, aunque Ómicron no se originó únicamente en Sudáfrica, primero dominó las tasas de infección allí antes de extenderse de sur a norte por todo el continente africano en sólo unas semanas. "Esto significa que el repentino aumento de Ómicron no puede atribuirse a un salto desde el reino animal o a la aparición en una sola persona inmunodeprimida, aunque estos dos escenarios también pueden haber desempeñado un papel en la evolución del virus. El hecho de que Ómicron nos haya cogido por sorpresa se debe más bien al punto ciego de diagnóstico que existe en grandes partes de África, donde presumiblemente sólo se registra una pequeña fracción de las infecciones por SARS-CoV-2", ha destacado Drexler.