Desenchufar algunos aparatos cuando no se están utilizando es una manera eficiente de bajar el consumo eléctrico y ahorrar de cara al futuro en la cuenta de luz, para evitar el doloroso tarifazo a fin de mes.

Al momento de analizar qué artefactos es mejor desactivar, hay que tener en cuenta que algunos electrodomésticos provocan un gasto intermitente incluso cuando no están en funcionamiento, esto quiere decir que siguen tomando la electricidad aunque se encuentren apagados sumando una cuota significativa a la factura, por lo que será factible que los desvinculen para prevenirlo y evitar así agravar los efectos de los tarifazos.

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Recomendaciones

Frente a esta situación, varias son las opciones a las que se puede recurrir para que la factura sea un poco menos abultada:

  • Primero que nada, desenchufar los aparatos cuando no se usen, ya que es la manera más efectiva de disminuir el consumo eléctrico. Para ello pueden usar zapatillas con interruptores para cortar la energía de varios dispositivos de una sola vez y evitar el gasto extra.
  • Otro consejo es utilizar temporizadores y enchufes inteligentes que puedan programar el encendido y apagado automático de los artefactos según su rutina diaria, lo que permitirá la reducción efectiva de la energía.
  • También se pueden elegir electrodomésticos eficientes, que se comercializan cada vez más, optimizados por equipos con etiquetas de eficiencia energética que aseguren el bajo consumo, incluyendo la parte en la que están en modo de espera.
  • Apagar las luces de los aparatos y desconectar dispositivos que contengan luces piloto cuando no se estén usando para evitar la actividad innecesaria de electricidad.
  • Por último, concientizar al resto de los habitantes del hogar sobre la importancia de reducir este tipo de consumo intermitente, con el doble propósito de ahorrar energía y preservar el medio ambiente.

Consumo "vampiro"

De hecho, el propio Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) ha emitido recientemente una advertencia sobre el fenómeno conocido como "consumo vampiro".

Este término se refiere al consumo de electricidad por parte de electrodomésticos y dispositivos electrónicos que, aunque no estén en uso activo, siguen consumiendo energía simplemente por estar enchufados.

Esta "succión" de watts no sólo incrementa la factura de electricidad, sino que además contribuye a mayores emisiones de dióxido de carbono, un factor clave en el calentamiento global.