Conmovedora historia en "Los 8 escalones": es jubilada, enviudó y volvió a buscar a su primer amor
La mujer se presentó en "Los 8 escalones" junto con su nueva pareja y sorprendió a todos al narrar que su madre les prohibió la relación porque él no estudiaba una carrera universitaria.
A lo largo de los meses, "Los 8 escalones" se ha ganado un lugar muy importante en la cena familiar porque pone en juego el conocimiento de la cultura genera y busca conmover con las diversas historias de vida de los participantes, quienes no solo dejan entrever el contexto social que atraviesa el país, sino que también demuestran que la realidad puede ser mucho más sorprendente que la ficción.
Gracias a la enorme popularidad que conquistó el ciclo de El Trece, son cada vez más los "abuelos" que se animan a probar suerte en el concurso de preguntas. Si bien cada relato compone una mezcla de muchas emociones, no se puede negar que las lágrimas no se hacen esperar cuando se cuenta con la presencia de una persona mayor.
En esta oportunidad, una jubilada llegó al programa de Guido Kaczka para ponerse a prueba, sin embargo, dejó a todos con la boca abierta cuando contó su historia de amor marcada por la prohibición y los desencuentros. Según narró la propia protagonista, tras quedar viuda a los 58 años, volvió con su novio de la adolescencia.
La historia de amor que sorprendió a todos
Como cada día, "Los 8 escalones" recibió nuevos concursantes, pero una jubilada se llevó todas las miradas porque generó una fuerte emoción en el estudio y hasta hizo llorar a Pampita, quien se encuentra trabajando como jurado del popular programa.
Todo comenzó cuando los jugadores pasaron al escalón número siete, momento en que Guido Kaczka aprovechó para preguntar acerca de la vida de cada uno de ellos. Fue en ese entonces que presentó a Mara, una mujer de 75 años que se presentó en el certamen para poner a prueba sus conocimientos.
"¿Viniste sola?", indagó el conductor de TV y la participante respondió "Vine con mi conviviente y una amiga". Ante el desconcierto de todos, la abuela explicó "Jorge Pedro era mi novio cuando yo tenía 18 años y mi mamá no me dejó andar con él" y afirmó "No quería que me casara con él porque no estudiaba".
Según relató Mara, ella le tuvo que hacer caso a su madre y durante años vivió un verdadero amor prohibido porque se casó con otro hombre mientras seguía amando a quien había sido su primer amor. "Quería que me casara con el otro, un señor que vino de Moquegua (Perú) que era abogado y 18 años mayor. Yo era su secretaria, estaba estudiando", confesó la mujer.
Si bien el destino los separo, ambos siguieron manteniendo una relación de amistad hasta que un día se dejaron de buscar. "Nosotros cumplimos años el mismo día y siempre me llamaba. Un día me llamó, mi marido estaba muy grave y la señora que trabajaba en mi casa, que era mi amiga, le dijo ‘un momentito que la señora lo va a atender’. Le pedí que le dijera que me llamara en cinco minutos, me llamó y le dije ‘decile que no estoy’. Y nunca más me habló".
El marido de Mara falleció cuando ella tenía 58 años y luego de hacer el duelo, se planteó la posibilidad de seguir apostando por el amor e incluso lo hablo con su familia. "Mi hija me dijo '¿Mamá, con todo lo que papá te dio, vas a ir a buscar a esta persona? ¿Cómo podés amar a dos personas?’. Y yo le dije que son dos hombres diferentes, momentos diferentes, tiempos, sensaciones y caminos diferentes".
Con la esperanza de volver a vivir acompañada, la participante fue hasta Chivilcoy a buscarlo y le comentó todo lo que le había pasado en su vida. "Me dijo que estaba ofendido", sostuvo la mujer y aclaró que en ese entonces él estaba casado e incluso convivía con quién era su esposa, pero decidió depararse porque "a dos puntas no sabía vivir".
La historia del amor prohibido entre Mara y Jorge terminó de la mejor manera, ya que desde hace 17 años están juntos de nuevo. "Yo ya había hecho mi camino con mi marido, con mis hijos, vivir bárbaro, divino, completo, feliz. Pero ellos siempre supieron que el amor de mi vida era él", afirmó la participante.
Amos jubilados viven felices y disfrutan del tiempo perdido por las imposiciones que fueron surgiendo a lo largo de la vida. "Vamos al cementerio y le ponemos flores a mi mamá", finalizó la jugadora entre risas.