Cinthia Fernández compartió detalles de su angustiante Año Nuevo y su enojo con Matías Defederico
La bailarina se sinceró desde la pantalla del Trece sobre la noche del 31, cuando estuvo horas sin contacto de sus hijas y sin respuesta de su expareja.
Cinthia Fernández recibió el año con un angustiante episodio, cuando perdió contacto con sus hijas mellizas la noche de Año Nuevo. La mediática se sumó a un nuevo ciclo de Nosotros a la mañana, y se sinceró con el Pollo Álvarez, conductor del ciclo, sobre el mal momento que pasó con sus hijas al cuidado de Matías Defederico: "Es horrible la situación. Me tocó bailar con la más fea. Por eso, elijan bien la pareja, señores".
Fernández pasó a relatar los eventos de la noche del 31, que sus dos hijas más grandes pasaron con su expareja. Cuando sonaron las 12, llamó a las mellizas para desearles un feliz año nuevo, y a pesar de aún tener el día junto a su padre por delante, Charis y Bella expresaron sus deseos de volver con su madre. Respetando la voluntad de sus hijas, Defederico le aseguró a su exmujer "Cuando termino, voy".
Pero las horas pasaron, y sus hijas no regresaban a casa. Para mal de peores, pronto las redes sociales de Cinthia se llenaron de mensajes con fotos y videos del festejo de Defederico, quien estaba en la casa de unos amigos en común, bebiendo. Las imágenes preocuparon a Fernández aún más, ya que se suponía que el deportista iba a manejar para traer a sus hijas a casa.
"Eran las cuatro de la mañana y me seguían llegando videos de él tomando. Eso me puso como loca". La madre intentó comunicarse con sus hijas y su expareja, pero nadie respondía las llamadas. "Había dejado el celular de ellas en el baúl con el bolso, como siempre me lo hace" reprochó e indicó que hay una demanda judicial por impedir la comunicación con sus hijas cada vez que se van con él.
"Pensé que se habían pegado un palo. Me tembló el cuerpo, estaba muy nerviosa, en un estado crítico", aseguró Cinthia Fernández.
Incapaz de quedarse sentada sin conocer el estado de sus hijas, Fernández se sirvió de las redes sociales para encontrar el lugar donde su ex estaba de fiesta, un barrio privado al que no podía ingresar sin permiso. "Traeme a las nenas a la entrada, o voy a tener que llamar la policía, y no quiero exponerte a una situación así", le indicó al dueño de la casa.
Poco después de las cinco de la mañana, la pesadilla por fin llegó a su fin: "Me las trajeron a la puerta del barrio y me fui con mis hijas. Fueron tres horas que la pasé muy mal. Pasé un fin de año divino y me lo arruinaron", finalizó Fernández, exhausta. Por su parte, Defederico se defendió ante la bailarina, a quien le reprochó no haber especificado un horario para llevar a las niñas.