Si la venta de celulares y notebooks, además de computadoras y monitores, cayó un 50% durante el primer semestre de este año no se debe sólo a un derrumbe en la capacidad de consumo. También influye que los precios internos superan entre 60% y 70% los de otros países de la región, como Brasil, Chile y Colombia, según datos brindados por la Cámara de Distribuidores Mayoristas de Informática, Productores y Afines (Cadmipya).

Los precios habían subido fuerte a principios de año tras la devaluación de diciembre, aunque se empezaron a acomodar para abajo en el último trimestre. Una notebook cuesta desde $330.000 hasta $4.000.000. Y para los celulares, el valor de referencia de cada unidad podría estimarse desde $155.000 hasta $3.700.000.

Especialistas adjudican esos niveles de precios a la fuerte carga impositiva y a los aranceles que aplica el país. En la Argentina, el rubro electrónica ronda el 66% e incluye un arancel a la importación del 16%, el IVA del 10,5%, un IVA adicional del 10%, la retención a cuenta de ganancias del 6%, la retención por ingresos brutos del 2,5% y el impuesto PAIS del 16,6% (en Aduana se tributa el 95% de la alícuota del 17,5%).

En Brasil, la presión impositiva es del 55%; en Chile, del 26,1% y en Colombia, del 19%, lo que significa que en los sobreprecios argentinos hay bastante más que el mayor peso de los impuestos.

La baja del impuesto PAIS, del 17,5% al 7,5%, es la apuesta del Gobierno para impactar sobre la caída de precios y el aumento del consumo.