María Laura Álvarez, apodada la “Cata” de Gran Hermano, fue la séptima eliminada del reality y ya dio sus primeras notas en los medios de comunicación, ansiosos por saber lo que los participantes no contaron dentro de la casa.

El 17 de octubre pasado comenzó una nueva edición de Gran Hermano Argentina y ya tiene su séptimo “hermanito” eliminado. Denuncias de fraude de por medio, María Laura armó sus valijas y, por decisión del público, abandonó la casa más famosa del país.

Como suele suceder edición tras edición, al salir de la casa, los eliminados realizan un peregrinar por los principales programas de chimentos, que intentan seguir sacándole jugo a las historias y ahondar en las cuestiones más polémicas, no solo en lo que tiene que ver al juego, sino en las cuestiones personales.

La “Cata” estuvo presente en el programa LAM, por América, y dialogó con Yanina Latorre. La periodista le preguntó sobre varias cuestiones de interés, y puso el foco especialmente en su sexualidad.

Luego de que la ex participante revelara que ingresó al juego solo con el objetivo de obtener el premio final, la periodista indagó sobre su vida privada y le consultó acerca del inicio de su historia de amor con su pareja y el momento en que ella catalogó como su “salida del clóset”.

Álvarez fue muy reservada dentro de la casa y no se abrió como otros jugadores a relatar su historia personal, y poco se sabía de la catamarqueña: “Tengo 41 años, me crié en Belén, Catamarca y actualmente vivo en Paraná. Soy peluquera canina y tengo una hija de 9 años, que se llama Isabella. Ella tiene dos mamás”, se presentó en el programa.

Entrada la entrevista, María Laura fue consultada acerca de su vínculo con su novia, y contó que la conoció jugando al fútbol, ya que Soledad era la pareja del Director Técnico del equipo. En ese sentido, relató que en un primer momento no se había fijado en la joven porque mantenía una relación heterosexual.

"A mi novia la conocí mientras yo estaba con alguien. Nos conocimos y tuvimos mucha química y me gustaba mucho, se fue dando así. Ella me hablaba, yo no era de fijarme en chicas que andan con hombres, se fue dando y terminamos enganchándonos", relató. Además, contó que luego de formalizada la pareja, el entrenador la sacó del equipo.

Sobre cómo vivió su sexualidad en relación a su familia no dudó en decir que “le costó mucho”, y señaló: “Mi familia siempre fue muy respetuosa y nunca me lo preguntó. Hace dos años salí del clóset, en realidad siempre lo sentía, no era una mina muy liberal con este tema".

María Laura Álvarez fue la séptima eliminada de la casa de Gran Hermano.

Además, la ex “hermanita” aseguró que la contención de la gente con la que se rodeaba en ese momento fue fundamental para que ella tome la decisión de contarlo:  "A mí me ayudó mucha gente que venía y me decía 'che gorda, te vamos a amar igual. Tenés que ser feliz, tu familia te va a amar igual, acá pasa por lo que vos sos como persona'", agregó.

En ese momento, detalló el momento en que le compartió a su mamá lo que estaba viviendo: “El día que conocí a Sole y nos pusimos de novia, le mandé un mensaje a mi mamá para decirle. Mi mamá con 74 años me dijo 'hija, lo único que me importa es que seas feliz'" añadió, desenvuelta.