El rubro de indumentaria y textil fue el de mayor retracción (-8,2%) en el mes de mayo, según la Confederación de la Mediana Empresa (CAME). Ni las compras por el Día del Padre en junio, ni el cobro del aguinaldo para los trabajadores alcanzó para repuntar las ventas del sector que lleva acumulado un incremento en los precios del 39% en los primeros cinco meses del año. Ante este escenario, se multiplican las ferias americanas barriales y de lujo como una alternativa más económica, así lo reveló un informe de cronica.com.ar.

La categoría Prendas de vestir y Calzado tuvo un alza de precios del 10,8% en abril -como consecuencia del cambio de temporada- y una suba del 7,6% en mayo, según el Indec. Y aunque las consultoras privadas y el Gobierno estiman que la inflación de junio se ubicará por debajo de los 7 puntos, las Pymes ven un panorama cada vez más complicado.

“El rubro de indumentaria en general es el rubro que venimos midiendo a la baja en ventas hace muchos meses. Tanto en comparación anual como en comparación mensual. Es un rubro que ha subido por encima de la inflación, bastante más arriba. Eso impactó evidentemente la demanda”, explica a Crónica Salvador Femenía, vocero de la CAME.

El repunte que no llega

La extensión del programa Ahora 12 hasta fin de año, anunciado el viernes último por la Secretaría de Comercio y la baja de 9 puntos porcentuales en las tasas aplicadas al plan, que pasó del 82,45% al 72,75%, así como la reducción del costo de financiamiento para el pago del resumen de la tarjeta de crédito que quedó fijada en el 86% anual, implementado en mayo por el ministro de Economía Sergio Massa, no fueron suficientes para lograr un repunte en los sectores de indumentaria y calzado.

“Es un momento con la saturación de las tarjetas de crédito. Ahora con la ampliación de los márgenes, evidentemente es una herramienta nueva. No tenemos medida todavía del impacto de esta medida de la baja de la tasa y la ampliación de los márgenes. Pero creemos que seguramente un impacto positivo va a tener”, adelanta Femenía, y agrega: “Sobre todo porque calzado y marroquinería e indumentaria son los rubros que son susceptibles de ser consumidos a través de planes de cuotas”.

De acuerdo a un informe de la Confederación, las ventas de calzado y marroquinería también cayeron 1,4% anual en mayo, a precios reales y 3,4% en relación al mes anterior. En los primeros cinco meses del 2023, la baja es de 0,3% frente a los mismos meses de 2022.

Se confiaba en más demanda del calzado invernal, pero mayo fue un mes malo para la mayoría de los comercios, que no solo están vendiendo menos, sino que ven una tendencia a futuro de bajos niveles de demanda de esos productos.

Se esperaba un repunte con el Día del Padre en junio, pero esto no ocurrió. (Foto Rubén Paredes)

Por otro lado, los textiles quedaron muy caros en función del ingreso, las tasas de financiamiento siguen siendo altas y para sumar problemas, es donde más competencia informal existe. “Ante la suba fuerte de precios, también es un rubro que está impactado por la venta informal. En CABA se nota eso. Obviamente es clientela buscando otro tipo de calidad, aunque también hay calidad bastante aceptable, pero le compite por el lado de la venta informal”, advierte el vocero de la CAME.

“Y por ahora, si el consumo cae en general, no es de esperar que estos rubros tengan algún incremento. Hay que tener en cuenta que para el mes de febrero y marzo, que se esperaba un repunte por inicio de clase, no fue positivo, agrega.

También se esperaba un repunte con el Día del Padre en junio, pero esto no ocurrió. Las ventas descendieron 1,2% frente al año pasado. Si bien hubo promociones, no fueron suficientes para activar la demanda hacia todos los sectores. El festejo de este año coincidió con un fin de semana largo de 4 días, donde muchas familias se volcaron al viaje como regalo. El cobro anticipado de aguinaldos en la administración pública y en muchos sectores privados ayudó a dar este impulso.

Lo cierto es que equiparse este invierno con prendas a estrenar está fuera del alcance de muchos trabajadores. De acuerdo a lo que pudo relevar este medio, es necesario desembolsar alrededor de 250.000 pesos: un par de zapatillas de primera línea oscila en los 50.000, medias en 2.500, jeans en 40.000, bufanda en 8.000, las camperas abrigadas en 90.000, remeras en 15.000 y los buzos en los 35.000 pesos.

En las ferias americanas ofrecen prendas de invierno en buen estado a valores hasta un 70% inferiores a los de las marcas de indumentaria. (Foto Rubén Paredes)

Feria americana

Con precios en las vidrieras cada vez más alejados del bolsillo promedio, las ferias americanas ganan clientes tanto para la venta como para la compra de prendas en desuso. En los últimos meses proliferaron los comercios y showrooms en CABA y el conurbano bonaerense, que ofrecen prendas de invierno en buen estado a valores hasta un 70% inferiores a los ofertados en marcas de indumentaria.

“Se nota un mayor interés en la gente, vienen más personas a consultar y las ventas subieron un poco en comparación al año anterior”, cuenta Roxana, dueña de una feria americana ubicada en la calle Acuña de Figueroa, en el barrio porteño de Almagro.

“La mayoría consulta por camperas y otros abrigos, pantalones y botas, sobre todo en los días más fríos”, detalla la comerciante y agrega: “Es que la diferencia con los shoppings y locales de marca es abismal, las camperas no bajan de 30 o 40 mil pesos y acá se consiguen una prenda en buen estado, sin roturas y cuidada, por 12 o 14 mil pesos”.

Al igual que el incremento en las ventas, también aumentó la compra de indumentaria a vecinos del barrio. “Por día vienen al menos 3 personas ofreciendo ropa, de los bolsones que traen intento siempre seleccionar alguna prenda porque entiendo que la mayoría recurre a vender porque necesita la plata, explica Roxana.

En este sentido, la mujer sugiere lavar bien la ropa, repararla si hace falta y llevarla en óptimas condiciones a la feria americana. “Como las ventas subieron un poquito, a nosotros también nos sirve ir renovando algo de stock, pero muchas veces llegan prendas que no están ni para donar”, afirma.

Versión “deluxe”

El fenómeno de las ferias americanas también se expandió a segmentos de mayores ingresos y hasta desembarcó en los shoppings. La tendencia logró instalarse impulsada por los intereses de los nuevos consumidores que apuestan a la moda circular y la sustentabilidad como valor, y por los efectos de una economía que hace casi imposible acceder a las marcas y diseñadores más comerciales.

Las ventas en los locales de ropa usada “premium” crecieron un 30%, según fuentes del sector. En sus percheros se pueden encontrar etiquetas reconocidas e ítems en excelentes condiciones por un valor hasta un 60% más económico que comprándolo en la marca en cuestión.

Su sistema de compra y venta se basa en tres opciones: dejar prendas de ropa, acordar el precio de venta y llevarte el 30% en el momento, dejar los ítems en consignación y recibir un 40% cuando se venden, u obtener el 50% del valor en crédito para gastar en el local.