Lejos de un repunte, el consumo sigue en una caída profunda. Durante mayo pasado experimentó un desplome interanual del 7,7% y la cifra desestacionalizada mostró una disminución mensual del 2,2% respecto de abril. Así lo indicó un informe privado, el cual remarcó que este escenario tiene lugar mientras “la inflación continúa desacelerándose y ha marcado su menor valor desde enero de 2022”.

El dato del quinto mes significó la peor caída del consumo en lo que va de 2024, según el informe elaborado por la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC). “Esto implica una profundización de la pérdida real del poder adquisitivo de los individuos”, reflejó el informe de la entidad.

El desplome en la capacidad de compra de los argentinos se acentúa y repercute en distintos sectores. Uno de ellos es el de la cerveza artesanal, donde su consumó bajó alrededor del 40% a lo largo de este año. Así pudo comprobarlo Crónica en diálogo con dueños y encargados de bares ubicados en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). “Las ventas están muy flojas, incluso los fines de semana”, coincidieron.

“La gente tiene menos plata y prioriza gastos. Y lo primero que suele recortar son las salidas, porque es de lo que puede prescindir. Tiene que comer, pagar los impuestos, el alquiler... Básicamente, afrontar las cuentas esenciales. Abril y mayo fueron meses muy difíciles, y en junio levantó, pero siguió bajo en comparación con el comienzo del año”, explicó Diego De Benedictis, dueño de Cinco Sabios, una cadena de cerveza artesanal con locales en La Plata.

“Estamos como los demás sectores que venden productos o servicios prescindibles a los argentinos de clase media”, describió a este diario el encargado de una cervecería artesanal del barrio de Palermo. El escenario se repite más allá de los límites del AMBA. Es el caso de Mar del Plata, uno de los principales polos cerveceros de la Argentina. “Estamos entre un 30% y 40% abajo de las ventas del pasado. Y tengamos en cuenta que 2023 fue malo”, comentó Leonardo Ferrari, uno de los fundadores de Cervecería Antares y referente de la cámara del sector.

El derrumbe en el consumo de cerveza de artesanal tiene lugar en un contexto negativo para las bebidas alcohólicas, que cerraron el primer trimestre con una baja del 11,7% contra igual período del año pasado, de acuerdo con un informe publicado semanas atrás por Crónica.

“La pérdida del poder adquisitivo impacta en las bebidas con alcohol más que en otros sectores”, afirmó en aquel momento Daniel Rada, director del Observatorio Vitivinícola Argentino.

De Benedictis admitió una baja en el índice inflacionario, pero se mostró preocupado por las subas registradas en otros aspectos. “Por suerte, la mercadería ya no crece en aumento al ritmo de antes. Sin embargo, a la caída en las ventas que sufrimos durante abril y mayo se nos sumaron los incrementos en los servicios y de sueldos con cargas sociales. Eso nos golpeó fuerte”, admitió el empresario.

A corto plazo, el panorama no devuelve optimismo en el rubro de la cerveza artesanal. Todo lo contrario. “Las proyecciones siguen dando a la baja y no se deslumbra que remonte el consumo. Vamos a tener un invierno largo”, coincidieron tanto en el AMBA, como en Mar del Plata.

“Nosotros tenemos un público muy familiar, que fue el que dejó de salir. Hoy una familia tipo tiene que gastar entre 60.000 y 80.000 pesos para salir. Antes se público salía una vez por semana y ahora lo hace cada 40 días o dos meses”, explicó De Benedictis.

El empresario platense sólo se ilusionó en que julio, al igual que otros años, sea un mes positivo gracias al cobro del aguinaldo, la celebración del Día del Amigo y las vacaciones de invierno. “Tenemos expectativas en eso, pero vemos difícil que haya una recuperación sostenida. Es más un deseo que otro caso, porque creemos que más bajo no podemos seguir. Estamos muy apoyados en el deseo; eso es lo que nos mantiene a creer que vamos a estar mejor y así hacer el esfuerzo para mantener todas las estructuras”, concluyó.