Hay algunas historias de vida que si las viésemos en una novela, pensaríamos que el guionista está exagerando y que esas cosas nunca podrían pasar en la vida real. Sin embargo, de vez en cuando nos encontramos con un relato que nos hace ver que la realidad a veces supera la ficción.

Esto fue lo que le sucedió al sanjuanino Marcos Antonio Lucero, quien nació en la localidad de Chimbas en 1986. Su mamá era todavía adolescente cuando lo tuvo, por lo que decidió que lo mejor era dejarlo a cargo de una familia amiga, los Cortés. Sin embargo, ellos ya tenían otros hijos y tampoco podían cuidarlo debidamente por lo que lo volvieron a cambiar de brazos. Así llegó hasta el matrimonio Arancibia quienes lo criaron con mucho amor. 

En el 2018, su papá adoptivo falleció, y ya sin el temor de herir a nadie, comenzó a averiguar sobre su madre biológica, con la primera familia que lo recibió. Así supo que ella lo había nombrado originalmente como Carlos y que después de dejarlo volvió a buscarlo, pero él ya no estaba y no pudo contactarlo.

búsqueda de su mamá
Con esta foto, Marcos comenzó a buscar a su mamá a través de las redes.

Desde entonces, Marcos comenzó la búsqueda de María Rosa Silva a través de las redes sociales y los medios locales. Finalmente, en diciembre del 2021 se contactó con él Nahuel, un chico que tenía la sensación de que podía ser su hermano. “Me llamó un chico diciéndome que quería hablar conmigo porque había muchas coincidencias con mi búsqueda y creía ser mi hermano. Él se llama Nahuel Alexander Guzmán y fui con desconfianza porque en otras ocasiones fui a encontrarme con otras personas y no era”, contó el hombre a Diario La Provincia SJ.

Un accidente le borró la memoria y se olvidó de su primer hijo

Al ver que muchas de las piezas encajaban, incluso el nombre de la madre, decidió hablar telefónicamente con ella, quien ahora vive en Chile. Pero la mujer le negó que tuviese otro hijo más allá de los cuatro con los que se mantiene en contacto (tres de ellos viven en el país trasandino).  Esto lo decepcionó mucho, pero Nahuel estaba convencido de que Marcos era su hermano y decidió probárselo.

Juntos visitaron a las familias por las que el chico fue pasando de bebé. "Le dije a Nahuel que había hablado con ella, pero el 31 de diciembre decidimos ir a ver a las familias en las que mi mamá me había dejado, los Luna y los Cortés. Resultó que como él es hijo y tenía mucha más información, seguimos encontrando coincidencias porque él preguntaba por gente que se juntaba con la madre y la señora esta los conocía".

Su hermano estaba muy seguro de lo que decía, pero porque conocía otro secreto de su madre: en su juventud sufrió un episodio de violencia y fruto del golpe perdió varios recuerdos. "Él me cuenta que la madre tuvo un accidente cuando era joven y no se acuerda de muchas cosas de su vida desde los 20 años para abajo. Se armó un terrible revuelo en la casa de ella porque Nahuel empezó a preguntarle, a decirle que habíamos ido a visitar a sus amigos. Ella está en Chile y tiene otro matrimonio con chicos, pero decidió venirse a hacerse un ADN conmigo, siempre descreyendo la historia y presionada por sus otros hijos", agregó Marcos.

María Rosa tuvo una vida muy dura. Luego del incidente se refugió en Buenos Aires, en donde conoció a una nueva pareja que la terminó metiendo en problemas y terminó presa. Al salir, volvió a San Juan a buscar a sus hijos e irse al vecino país sin recordar al primero que tuvo.

reencuentro madre e hijo
Marcos y María Rosa se vieron por primera vez en muchos años y un ADN confirmó lo que todos sospechaban.

Finalmente, casi un mes después de que se hicieran el tan ansiado estudio, llegaron los resultados y fueron contundentes. "Vino, compartimos un par de días y nos hicimos el ADN. Mi mamá es muy parecida a mí. El estudio dio positivo. Hicimos una videollamada entre todos los hermanos y fue muy fuerte para ella, con mucho dolor. Ahora me escribe todos los días, me llama y me pide perdón, pero yo no tengo ningún rencor, sino alegría de haber podido cerrar esta historia", sentenció.