Así fue el operativo de Aduana en el que secuestró 10 contenedores con mercadería "trucha" valuada en 2 millones de dólares
Un trabajo conjunto de efectivos de la Aduana permitió hallar 10 contenedores con juguetes, anteojos, maquillajes, termos y otros objetos ilegales que ingresaron al país desde Asia.
Agentes de la Dirección General de Aduanas lograron descubrir una importante cantidad de mercadería "trucha" que intentaron ingresar al país de manera irregular por el Puerto de Buenos Aires, en tanto, las fuentes del organismo confirmaron que se trata de 10 contenedores con juguetes, anteojos, termos, auriculares y otros objetos por un valor de mercado de unos dos millones de dólares.
Lo cierto, es que una alerta emitida por la matriz de riesgo de la Aduana ordenó someter la carga a fuerte inspección y rápidamente, se constató que existían importantes inconsistencias. La mercadería tenía denuncias administrativas, procesos judiciales y productos con graves infracciones: no contaban con los avales aduaneros y sanitarios que certificaran su uso seguro.
Con relación al operativo, Guillermo Michel (Director General de Aduanas) le dijo a cronica.com.ar que "esto es un operativo que llevó adelante la Aduana en donde se evitó el ingreso irregular de mercadería, son 10 contenedores y el valor de plaza de la misma es de aproximadamente de 2 millones de dólares. Hay mercadería muy variada, hay desde anteojos "truchos" o vidrio pintado hasta juguetes que no cumplen con las normas de seguridad, termos que tampoco cumplen con las normas de seguridad porque el acero no cuenta con el níquel necesario para que el agua se pueda consumir".
"También mucha mercadería de fraude mercario, que en esos casos en el marco conciliatorio con las marcas, ponemos a disposición de la gente para que llegue a sectores vulnerables, así que lo que buscamos con estos operativos son por un lado, mostrar todo el trabajo de los aduaneros día a día y por otro, generar percepción de riesgo para evitar que estas maniobras se repitan en el futuro, y algo fundamental que es poner en igualdad de condiciones a nuestra industria argentina y proteger el empleo y la industria nacional", agregó el funcionario.
Hay que resaltar que en lo secuestrado había sets de maquillajes que no contaban con la certificación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), lo que podría representar un grave riesgo para los eventuales usuarios. Los agentes detectaron muñecos y peluches que no tenían los Certificados de Seguridad del Juguete que exige la Resolución 163/2005. Había luces sin el Certificado de Homologación de Autopartes de Seguridad (CHAS) y luminarias en infracción con las normas de seguridad eléctrica.
Este tipo de controles son esenciales ya que el ingreso de este tipo de mercadería no sólo pone en riesgo el bienestar de la población, sino que afecta gravemente la industria nacional y el empleo argentino. La comercialización de estos productos significa una competencia desleal con aquellos productores que invierten en el sistema productivo del país. Asimismo, existe fraude marcario en productos con inscripciones de dos marcas reconocidas.
¿De dónde venía la mercadería?
Consultado sobre el lugar de donde venían el material, Michel argumentó que "la mercadería tiene toda procedencia de origen chino, pero fue todo refacturado a través de Hong Kong. El valor de plaza de la mercadería es de 2 millones, pero hay que determinar a cuanto se debe ascender el precio de cada uno de estos productos en el mercado, por lo que es más difícil determinarlo".
Michel dijo además que "el accionar con estos contenedores está enfocado más que nada en la matriz de riesgo, en que el importador que lo pretendía ingresar es empresa sin capacidad económica financiera, en donde hay un presidente jubilado de más de 80 años que es gente muy vulnerable y es utilizada para esto, y donde básicamente la mercadería está triangulada, es decir, viene de un país China donde se fabrica pero se refactura a través de otra sociedad".
En tanto, los bienes son de los más variados, hay perfumes, gafas, anteojos de sol, relojes, micrófonos, pelotas de fútbol, muñecos, peluches, juguetes de plástico, autos a batería, auriculares, linternas, parlantes, proyectores, pelotas de fútbol, maquillajes y cámaras de video, entre otros. En ese marco, el organismo realizó la debida denuncia, que tramita ante los Juzgados Nacionales en lo Penal Económico N˚2, 3, 4, 5, 6 y 8.
En relación a la causa, el funcionario argumentó que "no hay detenidos porque hay mercadería que se inició el proceso contencioso administrativo, y hay contenedores que están en el marco de proceso judicial que sigue adelante la investigación judicial, y la justicia ha meritado que no hay peligro inminente respecto porque ya se evitó el contrabando, con lo cual no tomo medidas preventivas como ser el embargo o detención de personas".
"Los juguetes si se desarman las piezas, alguno de los chicos se lo puede tragar estando en su casa y puede dañar el aparato digestivo o la pintura puede generar irritación no sólo en el aparato digestivo y la boca, sino en las pupilas con lo cual es muy perjudicial, incluso los termos que no cuentan con el níquel necesario también contaminan a la persona", agregó respecto al peligro de la mercadería secuestrada.
Durante la apertura de los contenedores también estuvieron presentes Emmanuel Poletto, presidente de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete; Carlos Bender, gerente comercial de Lumilagro y Norberto Fermani, presidente de la Cámara Argentina de la Industria Óptica.
Por otra parte, sobre el destino de la mercadería "trucha", Michel destacó que "lo que no es apto para el uso humano se destruye como ser los anteojos o termos y el resto de la mercadería que está en el marco del fraude marcario como zapatillas, remeras se busca un acuerdo con las marcas y se pone a disposición de sectores vulnerables para que lo puedan utilizar".
Palabra de daminificado
Por otra parte, Norberto Fermani, de la Cámara Industrial Óptica, argumentó a cronica.com.ar que "son casi unos 600 mil anteojos y realmente la preocupación que vemos en este tipo de productos son más de 2,5 millones de dólares es la baja calidad y daño que puede hacer a la salud. Consideremos que los anteojos tienen que tener un control de filtros UV, y el problema de los filtros es que cuando nosotros ponemos un vidrio pintado delante de un ojo lo único que hacemos es dilatar la pupila y entran los rayos en profundidad, eso es grave para la salud visual, esa es la mayor preocupación independientemente del daño económico que ocasiona un ingreso de semejante magnitud".
En cuanto a lo que ocurrirá con la carga secuestrada, el entrevistado sostuvo que "se destruye porque no tiene los controles sanitarios mínimos que los anteojos tienen que ser hipoalergénicos, y tiene que tener filtros UV específicos de acuerdo a la legislación argentina".
Sobre los frecuentes hechos de falsificación y venta de anteojos, Fermani, relató que "consideremos que para dar cuenta de la dimensión de la ilegalidad de lo que es óptica, solamente San Clemente y Bahía Blanca, que le decimos la zona costera sur, se comercializa cada verano más de 2 millones de anteojos truchos, eso va dando la magnitud de lo que es el problema de la ilegalidad de los anteojos de sol y los anteojos pregraduados en Argentina, esto después se paga con problemas de salud visual, que lo vamos a ver con el tiempo cuando comienza la degradación macular, degradación celular que te provoca la exposición a los rayos UV".
Termo caliente
Otro de los que comentó sobre el operativo de la Aduana fue Carlos Bender (gerente de una conocida marca de termos), quien dijo que "el termo tiene un adicional y es que solo puede ser fabricado con un material que reconoce el código alimentario argentino que es el acero 304. Todos estos termos que vienen de esta manera no se fabrican con ese acero, son infinitamente más baratos, porque están hechos con un acero chatarra inclasificable, y son potencialmente muy tóxicos para la salud humana, y todos estos que ingresaron son falsificados".
Sobre las continuas falsificaciones en este rumbo, Bender opinó que "lamentablemente es usual que aparezca y es muy tentador por la diferencia de precio que hay entre el termo que se fabrica con el acero normal, con el que tiene que fabricarse con el acero legal que marcan las normas y otra cosa es fabricarlo con el acero con el que entran estos productos, la gente se tienta a través de las redes, ve un producto muy barato y compra, y después paga las consecuencias, porque además que el producto es malo porque no mantiene temperatura, no vierte bien, suele oxidarse y suele traer problemas a la salud".
El gerente finalizó diciendo que "el fraude marcario es uno de los grandes problemas que tenemos porque cuidamos mucho el producto, cuidamos mucho la calidad porque es el único termo que se fabrica en Argentina y América. Somos muy celosos de lo que fabricamos, muy cuidadosos, atendemos al usuario permantemente y cuando pasan estas cosas, es una frustracion porque no solamente es un daño comercial porque cae la venta sino que aparece un producto con nuestro nombre y no es nuestro, y no es la calidad de algo que podríamos fabricar".
POR G.A.