Según los últimos datos brindados por el Ministerio de Salud de la Nación, entre la Semana Epidemiológica (SE) 31 de 2023 y la 30 de este año, la Argentina sufrió el peor brote de dengue de su historia con 583.297 casos confirmados y 419 fallecidos.

El panorama para lo que viene, en tanto, no es alentador. Un estudio científico llevado adelante por especialistas del Conicet, de la Fundación Mundo Sano y del Instituto Oswaldo Cruz de Río de Janeiro, Brasil, identificó una mutación genética que les brinda una alta resistencia a los mosquitos Aedes aegypti cuando se les aplican insecticidas del grupo de los piretroides.

"Para comprender las razones de cómo cuesta eliminarlo, hemos realizado un estudio que demuestra la capacidad que tiene el mosquito Aedes aegypti de resistir el efecto de insecticidas del grupo de los piretroides", explicó a Infobae la doctora en Ciencias Biológicas por la Universidad de Buenos Aires y científica del Conicet Laura Harburguer. 

Desde que comenzaron a registrarse los primeros casos de dengue en el país en 1998, se utilizaron insecticidas del grupo de los piretroides (permetrina en particular) para el control del insecto que transmite esta enfermedad. Se trata de una sustancia química sintética que se usa como insecticida, acaricida o repelente de insectos.

Pero distintos estudios de campo en el control del mosquito vector del dengue encendieron las alarmas de los científicos, cuando detectaron en una de las zonas endémicas del Aedes aegypti, como lo es la localidad de Salvador Mazza, en Salta, que la aplicación de piretroides en distintas fumigaciones no producía un descenso significativo en la población del mosquito.

"Durante varios meses hicimos distintos estudios de campo en la ciudad de Orán, en Salta. Y colegas de la Fundación Mundo Sano hicieron lo mismo en Tartagal (Salta), Clorinda (Formosa) y Puerto Iguazú (Misiones). En las cuatro ciudades hemos seguido al mosquito responsable de diseminar el dengue e identificamos mediante varios ensayos toxicológicos que estos insectos registran una mutación genética que los hace más resistentes al efecto de insecticidas del grupo de los piretroides", agregó Harburguer.

Luego completó: "Bajo estrictas medidas de bioseguridad criamos estos huevos en nuestro laboratorio hasta llegar a adultos, y comprobamos que todas las poblaciones evaluadas tenían una muy elevada resistencia a piretroides cuando los exponíamos a dosis normalmente letales. Evaluamos hasta diez veces las dosis que se utilizan y los mosquitos siguen siendo resistentes".