A 11 años de la muerte de Romina Yan, su exesposo Dario Giordano formó una nueva familia: ¿Qué es de su vida?
El viudo de la actriz superó la pérdida con el apoyo de sus suegros, Cris Morena y Gustavo Yankelevich, y logró restablecer la felicidad y la unión con sus tres hijos. No obstante, con un perfil más bajo, se volvió a casar y tuvo un hijo más para completar su familia. Conocé su emotiva historia.
Romina Yankelevich hipnotizaba a la audiencia juvenil de comienzos de los años noventa con una sonrisa de oreja a oreja y un Sol en la mirada que hacía imperdibles cada uno de los programas y series en los que participaba.
La actriz que protagonizó éxitos como Jugate conmigo (1991) o Chiquititas (1995) -ambas producciones que sus padres Cris Morena y Gustavo Yankelevich habían creado- tenía un futuro brillante por delante en la industria del teatro y la televisión. Miles de fanáticos de todo el mundo –Latinoamérica, Europa y Asia, donde se emitían estos programas- apoyaban su carrera profesional y ansiaban conocer a qué otros personajes podría llegar a dar vida con su versátil talento para la actuación.
Sin embargo, a la edad de los 36 años, un 28 de septiembre de 2010, a Romina Yan la encontró la muerte a la vuelta de la esquina. Su inesperada pérdida fue provocada por un aneurisma tras sufrir una descompensación en el gimnasio al que recurría casi de forma obsesiva debido a las presiones de la fama y los mismos estereotipos que circulan hoy día en la cultura.
Tras veinte años de reconocimiento y cariño mediático por sus papeles en la tele argentina y el teatro, celebridades y admiradores lloraron su fallecimiento con un inmenso dolor, y se lamentaron por el futuro de su desamparada familia, compuesta por su esposo, Dario Giordano, padre de sus tres hijos, Franco, Valentín y Azul.
Superar la trágica muerte de la intérprete costó varios años para sus padres, quienes de vez en cuando aparecieron en los medios para hablar desde el dolor y la nostalgia de su proceso para salir del duelo. Sin embargo, fue igual de complejo para Giordano, quien desde un perfil más bajo, debió reconstruir desde los cimientos la felicidad y la unión que caracterizaba a la familia.
Con el apoyo de sus suegros y sus seres queridos, el destacado productor logró erguir su vida y, sorpresivamente, volvió a apostar por el amor y la conformación de una nueva familia. Aunque claro, no fue fácil y cada paso requirió de momentos de reflexión y acuerdos.
Dos años después de la muerte de Romina Yan, Giordano sintió el segundo gran flechazo de su vida. La causante era Miren Algarañás, una cocinera de Rosario a quien conoció en el restaurante de Palermo Hollywood al que solía frecuentar para desayunar o almorzar. La química no tardó en hacer sus efectos y el corazón de Darío de pronto se sintió más liviano y contenido.
En 2014, fruto de una relación saludable y cariñosa, el productor se arrodilló frente a la cocinera y ella dio el sí. Se casaron en lo que fue una ceremonia íntima, lejos de las cámaras y los chimentos, y con el consentimiento de los tres hijos de Romina, quienes matienen un buen vínculo con Algarañás.
El presente Giordano no es más que el final feliz de una película agridulce: tras el casamiento, se mudó junto a su nueva esposa y sus tres hijos a un barrio privado, y juntos desarrollaron un emprendimiento de catering. Para coronar esta historia, la pareja tuvo un hijo.
Pero las enseñanzas y el recuerdo de Romina Yan conviven a la par en el corazón del productor a la par de su nueva familia. Así lo demostró en un homenaje que se realizó en el año 2018, donde expresó: "Estamos felices. Siempre es hermoso recordarla y más con este homenaje maravilloso. A mí me tocó otra Ro, que no es Belén Fraga, como yo digo. Mi Ro tiene más que ver con una persona maravillosa, que era todo amor y eso está siempre conmigo y con todos".
En tanto, al referirse a la tendencia por el arte dramático que tienen sus tres hijos más grandes, consideró: “Es entender esa parte maravillosa de su mamá y poder agradecer eso con ellos, que hoy también son artistas y heredaron de ella todo. Verlos arriba de este escenario, donde la vimos muchas veces a ella, es muy movilizante".