Las esquinas de un barrio mantienen viva la memoria de los vecinos desaparecidos: “Es un orgullo y un reconocimiento”
Otro 24 de marzo; otro Día por la Memoria, Verdad y Justicia: el recuerdo sigue intacto y los desaparecidos aún persisten en la memoria de sus familiares.
Fue en 2017 cuando el Concejo Deliberante de Lomas de Zamora aprobó una ordenanza centrada en la idea de un grupo de investigación del Instituto de Formación Docente y Técnica Nº103 “Profesor Francisco J. Zimei”. La misma dio lugar al programa “Esquinas por la Memoria”.
Se trata de una iniciativa que busca homenajear y mantener viva la memoria de los lomenses desaparecidos en la última dictadura cívico-militar mediante carteles para señalizar las esquinas de sus domicilios. Allí no solo aparecen sus nombres o frases específicas, sino también datos biográficos de ellos.
“Me parece fantástico que exista la iniciativa porque es una forma de generar conciencia y que muchas generaciones, que no vivieron el drama de la dictadura, tengan la posibilidad de preguntar quién era esa persona que se encuentra en esa esquina señalizada con una frase”, sostuvo Eduardo Musso, hermano de Pablo, en diálogo con cronica.com.ar.
Pablo Daniel Musso fue secuestrado-desaparecido el 22 de octubre de 1976, cuando tenía 25 años. Había ingresado a la carrera de Comunicación Social de la Universidad de Lomas (UNLZ), era militante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP), presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales y delegado sindical.
Eduardo, su hermano, que vivió con él en un domicilio ubicado en las intersecciones de Triunvirato y Blanco Encalada, en el barrio de Temperley, pudo llevar a cabo un homenaje en octubre de 2021 para mantener vivo el recuerdo de Pablo.
“Fue un acto maravilloso frente a la casa de mis viejos, y quedó plasmado en el cartel de la esquina. Es un acto importante para que mucha gente tome conciencia, pregunte o sepa de quién se trata esa persona. Pusieron un QR para saber toda la información sobre quién era mi hermano”, explicó.
En este sentido, destacó que este “reconocimiento” no es solo por su hermano, sino también por su familia, que estuvo siempre “muy integrada al barrio”. “Al estar su nombre ahí, se recuerda siempre. Es hermoso todo lo que te dicen los vecinos. Para mí, es un orgullo muy grande sentir que, cada vez que paso por ahí, se viene un pensamiento o un recuerdo sobre él y mi familia”, amplió.
Vale mencionar que cada una de las iniciativas se encuentra fuertemente respaldada e impulsada por diferentes agrupaciones sociales y de derechos humanos, que hacen posible cada homenaje. Algunas de ellas son H.I.J.O.S. Lomas de Zamora, el Observatorio de la Enseñanza de la Historia y de los Derechos Humanos, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), las agrupaciones Temperley Tiene Memoria y Los Andes Tiene Memoria, y la delegación local de Suteba, al tiempo que está el apoyo del Municipio de Lomas de Zamora.
Ya son decenas los vecinos desaparecidos en dictadura que fueron recordados y homenajeados en el distrito, como es el caso de Adriana Inés Acosta, una joven de 22 años que fue secuestrada-desaparecida en mayo de 1978.
Leticia, su hermana, fue contactada en diciembre de 2018 para poder llevar a cabo el homenaje. “Me sorprendió”, confesó la mujer, en charla con este medio, y relató un poco lo que fue ese sentido homenaje que se llevó a cabo en Castelli 1396, en Lomas, donde vivieron juntas con su familia.
“Fue algo muy emocionante. La gente que vive en la casa actualmente nos recibió y nos dejaron recorrerla. Vino mucha gente al evento, desde excompañeros de mi hermana del colegio y gente de derechos humanos, y hasta alumna del colegio. La verdad que fue sorprendente, estábamos muy contentos”, sostuvo.
Adriana fue una militante política y una jugadora de hockey en Lomas Athletic, donde en 1972 salió campeón juvenil metropolitano. También nadó para el club Los Andes. Luego cursó algunas materias de la carrera Medicina en la Universidad Nacional de La Plata, pero en 1976 decidió pasarse a Ciencias Económicas en la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde ya militaba en el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML).
“Es un orgullo que el nombre de mi hermana esté ahí. Es merecido. Por todo lo que recopilé en estos años, me parece que ella lo tiene bien merecido, y para nosotros es un orgullo realmente”, añadió.
Sobre la iniciativa, indicó que “está bueno que se mantenga viva la memoria para toda la gente joven que pase por la esquina y pregunté quién es esa persona”. “Como en la película ‘Argentina 1985’, que invita a recordar todo lo que se pasó para que no vuelva a suceder”, completó.
Por N. B.