#UnMédicoParaAlan: el extraño caso del joven mendocino que tuvo Covid y las secuelas no le permiten controlar su cuerpo
Sus vecinos iniciaron una campaña en redes sociales para tratar el severo caso de trastornos compulsivos que agravan su salud día a día tras infectarse de coronavirus.
Alan Daniel Bastida tiene 20 años, vive en la ciudad mendocina de San Rafael y junto a su familia busca un tratamiento para la severa secuela que le dejó el coronavirus. Tras dar positivo de Covid-19, el joven comenzó a padecer secuelas neurológicas que se manifestaron como un violento trastorno involuntario compulsivo (TIC).
Los movimientos involuntarios se agravan con el correr de los días, y el mendocino no lograba encontrar un médico capaz de darle un diagnóstico certero con un tratamiento que controle los síntomas que no le dejan dormir. Conmovidos por el caso, los vecinos de San Rafael decidieron lanzar una campaña solidaria para localizar un profesional capaz de tratar al joven, y la respuesta fue sorprendente.
El coronavirus le dió vuelta el mundo
Alan dió positivo de Covid el 1 de junio, y el 17 comenzó a manifestar los espasmos: "Empezó con un tic en una mano, luego pasó a la otra, a las piernas, al tórax y hoy está atacando toda la parte de la mandíbula", relató a El Ciudadano la madre del joven. "Le atacó el sistema nervioso y, hoy por hoy, no puede hablar. El día a día lo va perjudicando cada vez más. Cada día que pasa tiene más secuelas en su cuerpo", agregó.
Antes de su diagnóstico, Alan estudiaba en la facultard, practicaba boxeo y viajaba en bicicleta a su trabajo en la Municipalidad de San Rafael, donde participaba en el área de Cultura. Debido a los movimientos involuntarios, cosas cotidianas como ir al baño y usar el teléfono se volvieron imposibles para el mendocino:
Inicialmente la familia se dirigió al hospital Schestakow en San Rafael, pero tras un mes internado y sin señales de mejora, la mujer retiró a su hijo de la institución. En 30 días, Alan había perdido 13 kilos.
"En todo el proceso por el Covid, hubieron muchos pasos que no se dieron correctamente, por lo que terminamos pagando estudios para lograr que se entienda que Alan no estaba bien. Lo trataban por ataques de pánico y lo enviaban a la casa", relató su mamá.
#UnMédicoParaAlan
Tanto Alan como su familia, quienes compartían los detalles del caso a medida que avanzaba, recibieron un gran apoyo por parte de los vecinos de San Rafael: "Mucha gente me contactó y recomendó distintas formas de poder tratar esto, lo que me hace ver que hay muchísimas personas con empatía hacia alguien que necesita ayuda", reflexionó Alan.
A través del hashtag #UnMédicoParaAlan, vecinos, conocidos y familia del joven ayudaron a la familia de tres a encontrar un especialista capaz de diagnosticar al joven. Gracias a la respuesta en redes sociales, Alan logró ubicar un médico en la capital de la provincia que finalmente le dió un diagnóstico.
Secuelas neurológicas, las más inusuales consecuencias del coronavirus
La familia viajó a la ciudad de Mendoza para presentar el caso a especialistas en movimientos anormales y coronavirus. Tras algunos estudios neurológicos, los médicos determinaron que Alan no tiene daño neuronal a causa del Covid, sino que padece de un trastorno funcional y sugestivo.
La especialista en trastornos de Covid de Neuromed, Celia Daraio, comentó a Clarín que “un trastorno funcional, generado por la angustia y que debe tratarse con terapia, física y cognitiva”, y agregó que el caso de Alan, si bien peculiar, no es el único.
Conociendo el apoyo que les brindaron en las redes sociales, donde los usuarios continúan abogando por el caso de Alan, y con un diagnóstico ya en la mesa, la madre de Alan mantiene las esperanzas en alto: “Por suerte, los médicos nos han dicho que no es una enfermedad psiquiátrica, ni genética. Tengo muchas fe que nos va a ir bien”, afirmó en diálogo con Clarín.
La familia de Alan continúa relatando su caso en redes sociales y se puede seguir el caso por medio de su cuenta de Instagram.