Con el objetivo de contribuir a mejorar la calidad de vida de niñas, niños y embarazadas que padecen anemia y tienen una alimentación insuficiente, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial ( INTI) , Lipotech y la Universidad de Morón (UM) unieron fuerzas para desarrollar un suplemento nutricional innovador en nuestro país.

"Se trata de una iniciativa de carácter público-privado, que nos llena de orgullo, ya que lo que buscamos es producir un suplemento nutricional de fácil administración y bajo costo, que no solo contribuya a conservar la salud de colectivos poblacionales en situación de vulnerabilidad, sino que también implique una experiencia de consumo agradable. Este último punto no es menor, ya que cuando el sabor y la textura son aceptados, resulta en una mayor efectividad para controlar carencias de nutrientes, sobre todo en niños y niñas en edad escolar", explicó Gabriela Leiton, secretaria de Ciencia y Tecnología de la UM.

Los problemas nutricionales causados por una dieta inadecuada pueden afectar a toda una generación de niños y niñas, reduciendo su capacidad de aprendizaje, comprometiendo así su futuro y perpetuando un ciclo generacional de pobreza y malnutrición con graves consecuencias. En este sentido, según afirmaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI), un niño bien nutrido tiene un 33% más de posibilidades de salir de la pobreza.

La OMS advierte también que, a nivel mundial, 1 de cada 3 mujeres en edad reproductiva padece anemia y el principal factor desencadenante es la ingesta deficiente de hierro. En personas embarazadas, las consecuencias de la deficiencia de micronutrientes como el hierro y zinc provocan, entre otras cuestiones, un aumento en la incidencia de partos prematuros, llegando a producirse -en los casos más graves- mortalidad materna y/o fetal.

Por otro lado, los niños que nacen sin una adecuada cantidad de hierro o aquellos que no tienen una ingesta adecuada de hierro y/o zinc durante su crecimiento pueden poseer un menor desarrollo intelectual y psicomotor con retardo en su crecimiento que puede llegar a ser irreversible.

En los adultos, estas deficiencias pueden causar una disminución del rendimiento psicomotor e intelectual, produciendo una significativa reducción en la capacidad de trabajo y en consecuencia un descenso en la productividad, acarreando de esta manera serias consecuencias a nivel sanitario, social y económico.

Un niño bien nutrido tiene un 33% más de posibilidades de salir de la pobreza.

Diversas investigaciones demostraron que la fortificación de alimentos y la producción y distribución de suplementos son las medidas más efectivas contra las deficiencias nutricionales. Los suplementos permiten administrar una cantidad óptima de nutrientes y su administración resulta la manera más rápida de controlar carencias de micronutrientes en individuos o poblaciones vulnerables.

Impacto económico

El Banco Mundial pudo estimar que las pérdidas ocasionadas por la carencia de micronutrientes, en donde la deficiencia de hierro y zinc poseen la mayor prevalencia, representan -en incapacidades y muertes- un costo del 5% del Producto Bruto Interno (PBI) en aquellos países que se encuentran significativamente afectados por estas deficiencias nutricionales.

Por su parte, soluciones como la fortificación de alimentos o suplementación representa solo un costo del 0,3% del PBI, con una relación costo/beneficio cercana a 1/20, esto significa que cada dólar invertido en prevención de deficiencias nutricionales, evita gastar 20 dólares en mitigar sus consecuencias.