La confirmación reciente de un caso de sarampión en la Ciudad de Buenos Aires activó protocolos de control y prevención por parte de los organismos de Salud para contener la contagiosidad de la enfermedad. La última vez que se registró un brote fue en 2019 y afectó a 174 personas, causando un fallecido.

Las autoridades sanitarias municipales y regionales fueron alertadas luego de que la ministra de Salud, Carla Vizotti, anunció este lunes un nuevo caso de sarampión en Argentina cuando se cumplen casi dos años del último paciente contagiado con esta patología en el país.

La afectada es una mujer de 25 años, embarazada de 9 semanas, que se encuentra en buen estado de salud, según informaron desde la cartera de Salud. Se sospecha que se habría infectado en un viaje a las Islas Maldivas que incluyó escalas en Jordania, Qatar, Dubai y San Pablo.

Un brote peligroso

El último caso confirmado de sarampión en Argentina se registró el 19 de marzo de 2020 antes de dar por finalizado el brote que comenzó en agosto de 2019 y que amenazó con reinstalar esta contagiosa enfermedad viral en el país.

Se trató del resurgimiento de sarampión más extenso desde la eliminación de la circulación endémica, con 174 casos confirmados, incluida una defunción, 159 de origen desconocido y 15 casos importados de Brasil, EEUU y Europa-Asia.

Durante ese período, la incidencia de la enfermedad por grupos de edad, mostró que los menores de 1 año y los de 1 a 4 años fueron los más comprometidos, sin embargo, los adultos jóvenes también se vieron afectados.

Durante el último brote de la enfermedad los menores de 1 año y los de 1 a 4 años fueron los más comprometidos.

En julio de 2020 la Comisión Nacional para la Certificación de la Eliminación del Sarampión, la Rubéola y el Síndrome de Rubéola Congénita determinó el fin del brote tras el último caso confirmado que presentó el exantema el 19 de marzo de 2020 y luego de trascurridas 12 semanas sin casos confirmados (más de tres períodos de incubación máximos) con una tasa de notificación de 4,15 cada 100.000 habitantes.

La distribución geográfica de la enfermedad definida por el informe oficial de ese año indicó un caso en la provincia de Córdoba (con antecedente de viaje a Florianópolis); 31 correspondientes a residentes de la Ciudad de Buenos Aires y 131 a la provincia de Buenos Aires. En aquel entonces, se identificaron contagios en los partidos de Quilmes, Moreno, Lanús, Almirante Brown y Ezeiza.

Estrategia sanitaria

Para erradicar el sarampión se tomaron las acciones necesarias en todo el país y se trabajó en conjunto con las jurisdicciones, las sociedades científicas, los jefes de programas de inmunización y la Comisión Nacional para la Certificación de la Eliminación del Sarampión, la Rubéola y el Síndrome de Rubéola Congénita.

La vacunación es la única forma de prevenir el sarampión, ya que no existe tratamiento.

La estrategia consistió en fortalecer la vacunación, para lo que se adquirieron 7.790.000 dosis adicionales, se mejoró la vigilancia epidemiológica y la respuesta rápida ante los casos llevada a cabo por equipos capacitados. De este modo, se logró mantener el estatus de eliminación de sarampión en el país.

En Argentina el último caso endémico se registró en el año 2000. Sin embargo, desde la eliminación de la enfermedad hasta el año 2018 se registraron un total de 43 casos importados y relacionados con la importación.

A nivel mundial y regional en el período 2000–2016 se registró una disminución en la incidencia de sarampión del 84% (de 853.479 a 132.490) y del 88% en la mortalidad asociada, seguida de un resurgimiento global durante 2017-2019 (aumento del 567%) y luego una aparente disminución en el año 2020 durante la pandemia de Covid-19.

El sarampión es una enfermedad viral muy contagiosa y potencialmente grave o fatal, que se propaga fácilmente cuando la persona infectada elimina secreciones respiratorias al hablar, toser o estornudar, o por estar en contacto con cualquier objeto contaminado. La vacunación es la única forma de prevenirla, ya que no existe tratamiento.