El embarazo precoz es el período de gestación de un bebé desde la concepción hasta el parto, que se provoca a edades muy tempranas como los es la adolescencia. Pese a que el sistema reproductor femenino muchas veces está desarrollado en esas edades a que un óvulo sea fecundado por un espermatozoide, existen riesgos y consecuencias no sólo sociales, sino también relacionadas con la salud biológica.

El riesgo radica en la salud de la madre y la del bebé, ya que, durante el embarazo, el cuerpo de la mujer experimenta una serie de cambios y requiere de mayores cuidados, así como de una mejor alimentación.

Los especialistas explican que se recomienda planificar un embarazo responsable entre los 20 y 30 años, que es en donde el cuerpo se desarrolló por completo.

En tanto, es importante tomar los cuidados necesarios para evitar un embarazo no deseado, ya que debe ser manejado con responsabilidad y contar con la opinión de un experto, así como asistir a todas las citas ginecológicas necesarias.

Según la ONG Save the Children, cada año nacen 13 millones de niños y niñas de mujeres menores de 20 años: un 90% (11,7 millones) en los países en vías de desarrollo y un 10% en los países desarrollados (1,3 millones).

Para evitar embarazos no deseados o un "embarazo precoz", es de crucial importancia implementar los programas de Educación Sexual Integral (ESI) y explicar sobre la utilización de anticonceptivos y el funcionamiento de los sistemas reproductores humanos.

En Argentina existe un promedio de 55 madres adolescentes casa mil mujeres, en Estados Unidos 33, en Canadá 14 y en España 11. La media de edad a partir de la que se empiezan a tener relaciones sexuales es una de las causas principales, si bien ha sido complicado comprender esto en sociedad y aplicar políticas educativas que enseñen una sexualidad responsable.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre las adolescentes de 15 a 19 años en todo el mundo. Sin embargo, desde el año 2000 se han registrado descensos considerables en el número de muertes en todas las regiones, sobre todo en Asia Sudoriental, donde las tasas de mortalidad se redujeron de 21 a 9 por 100 000 chicas. Cada año se practican unos 3 millones de abortos peligrosos entre muchachas de 15 a 19 años, lo que contribuye a la mortalidad materna y a problemas de salud prolongados.

La procreación prematura aumenta el riesgo tanto para las madres como para los recién nacidos. En los países de ingresos bajos y medianos, los bebés de madres menores de 20 años se enfrentan a un riesgo un 50% superior de mortalidad prenatal o de morir en las primeras semanas de vida que los bebés de mujeres de 20 a 29 años. Cuanto más joven sea la madre, mayor el riesgo para el bebé. Además, los recién nacidos de madres adolescentes tienen una mayor probabilidad de registrar peso bajo al nacer, con el consiguiente riesgo de efectos a largo plazo.

Los principales riesgos del embarazo precoz o en la adolescencia, según un informe realizado por la Universidad Nacional del Nordeste, son:

  • Bajo peso al nacer y nacimiento prematuro del bebé.
  • Anemia (niveles bajos de hierro).
  • Una mayor tasa de mortalidad infantil (muerte).
  • Posible mayor riesgo de desproporción cefalopélvica (la cabeza del bebé es más ancha que la abertura pélvica).
  • Si la mujer gestante es una niña menor de 15 años, el bebé puede nacer con malformaciones.
  • La madre adolescente tiene un alto riesgo de sufrir de preeclampsia y eclampsia.
  • Las probabilidades de mortalidad materna son mucho mayores.
  • Se presenta un mayor riesgo de abortos naturales.
  • Los nacimientos prematuros son bastante comunes.
  • Las complicaciones durante el parto son bastante frecuentes.
  • Detención en el crecimiento de la adolescente, ya que todos los nutrientes y proteínas destinadas a la madre, ahora deben ser compartidas con el bebé.