Primeros auxilios: ¿Cómo actuar en ciertos casos para salvar una vida?
Hasta la llegada de una ambulancia o un médico, los primeras atenciones pueden salvar a una persona. ¿Qué recomiendan los especialistas?
Los accidentes o incidentes que puedan ocurrir en casa, la vía pública o cualquier sitio suelen ser inesperados y shockeantes para todos, y por tal motivo, hay que estar preparados para saber qué hacer cuando ocurre un siniestro, ya que de este conocimiento una vida puede ser salvada a tiempo.
Por ejemplo, uno de los episodios más recurrentes es el atragantamiento, el cual es un accidente habitual en los más chicos, que suelen llevarse a la boca diferentes objetos que se encuentran en el hogar, pero también es muy común que les suceda a adultos y adolescentes al, por ejemplo, ingerir bocados demasiado grandes o un hueso por accidente al comer rápido.
Atragantamiento
Ahora bien, la consulta que aparece en escena es ¿Cómo puede prevenirse el atragantamiento?. A lo cual hay que decir que en el caso de los adultos, el mismo puede evitarse si se toman las siguientes medidas preventivas: 1) Cortar los alimentos en trozos pequeños, 2) masticar los alimentos lo suficiente y con lentitud, especialmente si se usa prótesis dental, 3) no reírse ni hablar durante la masticación y 4) evitar la ingesta excesiva de alcohol. En tanto, en el caso de bebés y niños, se sugieren las siguientes medidas preventivas: 1) Mantener los objetos pequeños (monedas, tachuelas, globos y otros juguetes) fuera de su alcance, 2) eludir que los niños jueguen, caminen o corran con alimentos u objetos en la boca y 3) supervisar los juegos y comidas de los niños pequeños.
En tanto, ¿Cómo debemos actuar ante una situación de atragantamiento?, a lo cual los especialistas sostienen que se recomienda proceder de la siguiente forma: Tomar a la persona por detrás y debajo de los brazos, colocar el puño cerrado por encima de su ombligo, justo en la línea media del abdomen, y luego colocar la otra mano sobre el puño y reclinar el cuerpo hacia adelante y efectuar una presión abdominal centrada hacia atrás y arriba, con un movimiento seco y directo bajo la caja torácica de seis a 10 veces rápidamente.
Por otra parte, en el caso de personas obesas o embarazadas, es preferible que la persona se tumbe en el piso con la cabeza ladeada y se apliquen compresiones en el pecho y continuar la maniobra hasta conseguir la desobstrucción, o llegue el auxilio médico solicitado para el apoyo vital avanzado. En los casos de lactantes, se recomienda lo siguiente: Colocar al bebé boca abajo a lo largo del antebrazo, usando el muslo o el regazo para apoyarse, sosteniendo el pecho del bebé con la mano y su cara con los dedos de la mano, la cabeza del bebé debe quedar apuntando hacia abajo, a un nivel más bajo que su cuerpo y dar hasta cinco golpes fuertes y rápidos entre los omóplatos del lactante.
Otra duda importante que surge es ¿Cómo actuar si nos atragantamos estando solos o con otra gente que no sabe qué hacer?. Con lo cual hay que agarrar una silla y ubicarse por detrás, reclinarse hacia delante, hasta apoyar el abdomen en el respaldo (se debe apoyar entre el ombligo y el esternón) y hacer presión fuerte sobre el respaldo para que salga el objeto o alimento atorado.
Clasificación
En tanto, las situaciones en donde los primeros auxilios tienen impacto están divididas en tres grandes grupos, que son los siguientes: 1) emergencias por lesiones: personas lastimadas con algún elemento punzante; quienes sufren una hemorragia visible en alguna parte del cuerpo o son víctimas de un traumatismo, 2) emergencias médicas: personas con hipoglucemias o que manifiestan problemas respiratorios, sufren ataque al corazón o cuadros de alergias etc, y 3) emergencias medioambientales: son aquellas ocurridas por picaduras, mordeduras, golpes de calor e intoxicaciones, entre otras.
Con referencia a algún hecho accidental que ocurra en una vivienda o también en la vía pública, se aconseja lo siguiente: 1) al acercarse, la persona debe presentarse, explicar que tiene conocimientos de primeros auxilios y consultarle si es posible ayudar, 2) observar alrededor y verificar las condiciones del lugar para no exponerse al peligro, buscando siempre la seguridad del mismo, 3) no mover a la persona enferma o lastimada, 4) llamar a una ambulancia accionando la cadena de supervivencia, 5) manejar la situación buscando la calma y evitando el descontrol y 6) no tocar en forma directa ningún tipo de secreciones.
Es necesario tener muy en cuenta que, en ciertas ocasiones, como por ejemplo, en los casos de intoxicación, es muy útil tener los números telefónicos correspondientes en los cuales encontrar la ayuda necesaria para estas situaciones dramáticas.
Otro punto fundamental que ayuda al desempeño de los primeros auxilios tiene que ver con la presencia de un botiquín, y una serie de elementos que puedan ser transportables y se encuentren ubicados en un espacio conocido por todos.
Los objetos que no deberían faltar son: Jabón neutro para higienizar heridas, alcohol en gel para desinfección rápida de las manos, termómetro para medir la temperatura corporal, guantes descartables de látex para no contaminar heridas y para seguridad de la persona que asiste a la víctima, gasas y vendas para limpiar heridas y detener hemorragias, antisépticos como yodo povidona o agua oxigenada para limpiar las heridas, tijera para cortar gasas y vendas o la ropa de la víctima y cinta adhesiva para fijar gasas o vendajes.
Además de tener los elementos indicados en un botiquín para atender a una persona en principio, también hay algunos consejos para realizar primeros auxilios. No hay que mover a una persona enferma o lastimada, y llamar a una ambulancia o al servicio médico de forma inmediata, accionando la cadena de sobrevida. En el caso de pacientes que sufren un paro cardíaco extrahospitalario (PCEH), estos dependen de la asistencia que se les preste en su comunidad o entorno social.
Casos de ahogo
La ventilación es el tratamiento inicial más importante para las víctimas de lesiones por inmersión y la respiración de rescate debe comenzar tan pronto como el socorrista llegue a una superficie estable, debiendo alguien haberse comunicado previamente con el servicio de emergencias del lugar y solo utilizarlo si es necesario.
Si la persona ahogada pareciera haberse recuperado, se la debe tranquilizar hasta que llegue la ayuda médica solicitada. No hay que subestimar estas situaciones y se debe administrar oxígeno suplementario para ayudar a mejorar la capacidad respiratoria.
Otra consideración a tener en cuenta es que al estar mojado, el ahogado perderá rápidamente su temperatura, entrando en un estado de hipotermia, por lo cual hay que cubrirlo con ropa seca. Además, como los pulsos pueden ser difíciles de palpar en un paciente hipotérmico, se debe efectuar una búsqueda cuidadosa durante un minuto antes de iniciar las compresiones torácicas.
Finalmente, al mover a una persona que se está ahogando, se debe tener precaución y evitar voltear o doblarle el cuello. En lo posible, hay que mantener la cabeza y cuello quietos durante la reanimación cardiopulmonar y el posterior traslado a un hospital.
Utilización de desfibrilador
En los últimos años, un aparato se convirtió en un salvador de muchas personas, se trata del DEA (Desfibrilador Externo Automático) que cada vez son más adquiridos por lugares de trabajo, esparcimiento e instituciones de diversa índole.
Especialistas médicos indicaron que el tratamiento de la fibrilación ventricular observada con desfibrilación inmediata puede dar como resultado una supervivencia superior al 90 %.
En cambio, con cada minuto de demora en la desfibrilación, baja un 10 % la posibilidad de sobrevivir, de modo que a los 10 minutos, las chances de recuperación son pésimas.
Las principales características de un Desfibrilador Externo Automático son las siguientes: 1) es un método seguro, eficaz y fácil de aprender para tratar a las víctimas de un paro cardíaco. 2) cuanto antes se inicie la desfibrilación, más probabilidades habrá de que la víctima sobreviva, por lo cual, en caso de contar con un DEA en el lugar, las oportunidades se multiplican y 3) el tiempo óptimo para la desfibrilación es de 3 a 5 minutos después del inicio del paro cardíaco.