Una investigación publicada en la revista Jama Otolaryngology-Head & Neck Surgery reveló que entre 700.000 y 1,6 millones de personas en Estados Unidos que tuvieron Covid-19 perdieron o sufrieron un cambio en el olfato que ha durado más de seis meses. Para los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, creen probable que no se le esté prestando la atención necesaria a esta estadística.

Desde que comenzó la pandemia del coronavirus se sabe que una de las posibles afecciones de contraer la enfermedad es la pérdida del olfato,  algo que se convirtió en una "preocupación de salud pública emergente", según la publicación. 

En el avance de la investigación científica se sigue de cerca la frecuencia con la que se producen los trastornos del olfato debido a  que muchos pacientes lo padecen aún luego de la etapa aguda de la enfermedad. Algo que se pretende se mantenga en alerta también para cuando finalice la pandemia.

Previo a la aparición del coronavirus, 13,3 millones de adultos de 40 años padecían lo que cientificamente se denomina disfunción olfativa (DO) o disfunción olfativa crónica (COD).

Con la aparición de la pandemia, si bien el nuevo estudio reveló que la mayoría de las personas recuperan su sentido del olfato con el tiempo, por otro lado sugirió que algunos pacientes podrían no recuperarlo nunca, lo que sería una preocupación para los científicos ya que las cifras serian muy altas en relación a los casos  estadísticos previos del Sars Cov- 2. 

"Estos datos sugieren una preocupación emergente en materia de salud pública de la DO y la necesidad urgente de realizar investigaciones que se centren en el tratamiento de la disfunción olfativa causada por Covid-19″, advirtieron Amish Khan, Dorina Kallogjeri y Jay Piccirillo, autores de la publicación. 

Estudios previos habían determinado que el 72% de las personas con coronavirus recuperaban el olfato luego de un mes aunque para algunos casos el proceso de recuperación es aún mucho más lento.

¿Cuáles son los riesgos de no tener olfato?

Perder el olfato puede ser un riesgo para la salud. Se estima que las personas que carecen de este sentido tienen más del doble de probabilidades de sufrir peligros de comer alimentos en mal estado.

La pérdida del olfato afecta la calidad de vida y deteriora la salud ya que podría provocar ansiedad o depresión como también problemas alimentarios y de peso, según estudios previos.

Con la aparición del coronavirus, se llevaron adelante estudios sobre miles de personas en todo el mundo. Los datos aportados por las investigaciones han revelado que las neuronas olfativas son objetivos del Covid-19 sin importar la variante.