Un estudio reciente realizado en kioscos escolares de la provincia de Buenos Aires comprobó que el 96% de la oferta de productos envasados eran alimentos ultraprocesados. El dato resulta alarmante al considerar que el 37% de los niños y adolescentes en Argentina sufre de obesidad infantil. En este contexto, cronica.com.ar habló con especialistas en nutrición sobre los peligros para la salud de los chicos y la necesidad de que se garantice la correcta implementación de la Ley de Etiquetado Frontal.

Los productos que se ofrecen más frecuentemente en los kioscos eran golosinas (100%), galletitas (91%), bebidas envasadas (88%) snacks dulces y salados industrializados (85%), cereales azucarados y barras de cereales (82%), de acuerdo a la investigación de FIC Argentina y Fagran llevada a cabo entre octubre y diciembre del 2022 en los municipios bonaerenses de Quilmes y Almirante Brown.

Además, un 88% de estos artículos presentaba al menos un nutriente crítico en exceso y/o edulcorantes o cafeína. Lejos de promover entornos escolares saludables, esta situación impulsa el desarrollo de enfermedades como la obesidad y la diabetes en edades tempranas.

En la actualidad existe una amplia oferta de productos ultraprocesados. “Así se denomina a los alimentos que fueron modificados por la industria y que contienen un alto contenido de nutrientes críticos: sodio, grasas saturadas y azúcar. Estos tres nutrientes consumidos en exceso producen un aumento de peso e incrementa también el riesgo de padecer enfermedades relacionadas, como por ejemplo la presión alta, colesterol alto, triglicéridos altos, hígado graso y diabetes fundamentalmente”, advierte María Rosa Bertella, licenciada en Nutrición (M.P. 966), matriculada del Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires.

La experta suma otro factor a las problemáticas que inciden en una malnutrición infantil: el sedentarismo. “Los chicos utilizan más pantallas, ven más televisión, utilizan más las tablets y/o el celular y esto contribuye mucho al sedentarismo. La combinación del sedentarismo y el consumo de los alimentos ultraprocesados hace que los niños presenten más enfermedades metabólicas que hace un tiempo atrás”, explica Bertella.

Obesidad infantil

Organismos de salud internacionales adelantaron que para el 2035 1 de cada 4 personas será obesa, es decir, 1.9 millones. En el caso de los niños, se estima que la obesidad infantil aumente en un 100% entre 2020 y 2035.

Estudios realizados tras la pandemia de coronavirus exponen que Argentina es el país de Latinoamérica con la tasa más alta de obesidad, seguido por Bahamas con 36%, Chile y México con 35,5% y Venezuela con 34%.

Si bien en nuestro país, durante el 2021 se aprobó la ley de etiquetado frontal que permite vislumbrar un avance sanitario, es necesario educar en forma temprana a los niños y adolescentes para que consuman alimentos saludables, para que generen hábitos que les permitan realizar una vida sana y así evitar no solo la obesidad, sino las enfermedades que se desencadenan a partir de esta.

El cumplimiento de la Ley de Etiquetado Frontal

La ley de promoción de la alimentación saludable, mejor conocida como Ley del Etiquetado Frontal de los alimentos, “sirve para proteger las infancias y los entornos en que los chicos crecen”, destaca la nutricionista consultada por Crónica.Es una medida de salud pública que tiende a regular toda la actividad de la industria, la publicidad y todo lo que se ofrece en las instituciones educativas, tanto en el nivel inicial, como en el primario y secundario”, agrega.

Esta ley advierte a través de los sellos octogonales negros cuáles son aquellos alimentos que tienen una alta cantidad de nutrientes críticos, es decir, cuando ese producto “tiene más grasa, más azúcar, más sodio o más calorías de las que corresponden a la porción de un alimento saludable, este sello advierte sobre que su consumo en elevada cantidad va a producir enfermedad”, detalla Bertella.

No obstante, la especialistas en nutrición remarca: “No es una ley que prohiba nada, sino que genera conciencia sobre lo que se está comiendo”.

La normativa establece que aquellos productos con al menos 1 sello de advertencia o leyendas precautorias no pueden ser vendidos ni promocionados en los establecimientos educativos de todo el país de los niveles inicial, primario y secundario. Sin embargo, la investigación realizada en el conurbano bonaerense reveló que el 41% de los kioscos escolares presentaba publicidad de productos procesados y ultraprocesados, en su mayoría de helados, combos promocionales (ejemplo: combo de papas fritas con pancho) y bebidas.

“El estudio permite demostrar la importancia de que se cumpla correctamente la ley de etiquetado para proteger a niños, niñas y adolescentes promoviendo un entorno escolar saludable. Esto implica mejorar la oferta de alimentos y bebidas y asegurar que se cumpla la prohibición de la publicidad en las escuelas a la que están expuestos diariamente; y que se avance en otras medidas que faciliten la adopción de hábitos más saludables como el acceso al agua segura y a alimentos como frutas y verduras dentro de las escuelas”, señaló Victoria Tiscornia, investigadora y nutricionista en FIC Argentina.