Los intensos momentos que vivimos, malos hábitos, cuestiones genéticas o el factor que fuere, hacen que sea importante llevar un control de nuestro organismo y evitar los problemas que puede acarrear la hipertensión arterial, desde graves enfermedades hasta la propia muerte.

La hipertensión arterial es una enfermedad que se produce por el aumento de la fuerza de presión que ejerce la sangre sobre las arterias de forma sostenida, y es una patología que puede presentarse sin síntomas y, si no se trata a tiempo, puede devenir en enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares, insuficiencia renal y daño ocular, entre otras afecciones que pueden llevar preocupación.

Opinión calificada

“Si se deja sin tratamiento, la presión arterial puede llevar a muchas afecciones médicas, estas incluyen enfermedades del corazón, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal, problemas en los ojos, entre otros problemas de salud”, relató sobre este tema la doctora Valeria El Haj (M.N. 99.291).

Hay que tener en cuenta que las lecturas de la presión arterial generalmente se dan como dos números: uno es el número superior, que se denomina presión arterial sistólica, y el otro es el número inferior, que se llama presión arterial diastólica, por ejemplo, 140 sobre 90 (escrito como 140/90 mmHg).

Una incertidumbre que puede salvar vidas

Ahora bien, la pregunta que surge al instante es ¿Cómo saber si la presión arterial es alta o normal?, a lo cual hay que decir que una presión arterial normal es cuando la presión arterial es menor a 140/90 mm Hg. En tanto, una presión arterial alta (hipertensión) es cuando uno o ambos números de la presión arterial son mayores de 140/90 mmHg.

Si una persona tiene problemas cardíacos o renales, o si tuvo un accidente cerebrovascular, es posible que el médico le recomiende que su presión arterial sea incluso más baja que la de las personas que no padecen estas afecciones.

Factores responsables

Para saber cuáles son las causas que pueden llevar a padecer esta enfermedad, hay que señalar que los factores son: la cantidad de agua y de sal que una persona tiene en el cuerpo, el estado de los riñones, el sistema nervioso o los vasos sanguíneos, los niveles hormonales.

Por otra parte, a medida que una persona envejece es más propensa a tener una presión arterial demasiado alta y esto se debe a que los vasos sanguíneos se vuelven más rígidos con la edad, y cuando esto sucede, la presión arterial se eleva. La hipertensión arterial aumenta la probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular, un ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca, enfermedad renal o muerte prematura.

Grupo de riesgo a cuidar

En cuanto a quiénes son aquellos que tienen más riesgo de sufrir hipertensión arterial, ellos suelen ser personas con problemas de obesidad, diabetes o con antecedente familiar de hipertensión arterial. El estrés, el consumo excesivo de sal y/o alcohol (más de 1 trago al día para las mujeres y más de 2 al día para los hombres) y el tabaquismo también aumenta el riesgo de padecer esta enfermedad.

La hipertensión causada por otra afección o por un medicamento que esté tomando se denomina hipertensión secundaria. Esta puede deberse a enfermedad renal, trastornos de las glándulas suprarrenales, embarazo o preeclampsia, hiperparatiroidismo, medicamentos como anticonceptivas, pastillas para adelgazar, algunos medicamentos para el resfriado, medicamentos para la migraña, corticosteroides, algunos antipsicóticos y ciertos medicamentos utilizados para tratar el cáncer, estrechamiento de la arteria que irriga sangre al riñón (estenosis de la arteria renal) y apnea obstructiva del sueño (AOS).

Algunos no muestran síntomas

Un ítem muy importante que se debe tener en cuenta es que en la mayoría de los casos, no se presentan síntomas, por lo cual las personas pueden sufrir enfermedad cardíaca y problemas renales sin saber que tienen hipertensión arterial. Sin embargo, la hipertensión maligna es una forma peligrosa de presión arterial muy alta y los síntomas incluyen: dolor de cabeza fuerte, náuseas o vómitos, confusión, cambios en la visión y sangrado nasal.

El asunto es que un diagnóstico temprano de presión arterial alta puede ayudar a prevenir enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, problemas visuales y enfermedad renal crónica.

“El médico de cabecera medirá la presión arterial muchas veces antes de diagnosticarle hipertensión arterial. Es normal que su presión arterial sea distinta según la hora del día”, resaltó la especialista, quien agregó que: “es probable que además se recomienda llevar a cabo un examen físico para buscar signos de enfermedad del corazón, daño a los ojos y otros cambios en el cuerpo”.

Ante todo, medir la presión cada tanto

El consejo médico es que todos los adultos mayores de 18 deberían medirse la presión arterial cada año, y sobre eso, todos aquellos que tienen un historial de lecturas de presión arterial alta o los que tienen factores de riesgo de presión arterial alta deben medirse más a menudo.

En lo que refiere al tratamiento, el objetivo del mismo es reducir la presión arterial de tal manera que tenga un menor riesgo de presentar problemas de salud causados por la presión arterial elevada. Una vez establecido cuál es el mejor tratamiento para la presión arterial alta, será necesario contemplar algunos factores como la edad, medicamentos, riesgos secundarios u otras afecciones médicas como antecedentes, etc.

Valores que pueden indicar algo

“Si la presión arterial del paciente es mayor de 130/80, pero menor de 140/90 mmHg, está en la etapa 1 de presión arterial alta, por lo que en estos casos hay que considerar factores de riesgo, se puede recomendar cambios en el estilo de vida y mediciones cada ciertos meses. Si la presión se mantiene arriba de 130/80, pero abajo de 140/90 mmHg, probablemente se recomiendan medicamentos para tratar la presión arterial alta”, analiza la profesional.

El Haj agregó que “si la presión arterial es mayor de 140/90 mmHg, ya estamos hablando de una etapa 2 por lo que es muy probable que su médico inicie un tratamiento con medicamentos y recomiende cambios en el estilo de vida”.

Finalmente, antes de hacer el diagnóstico final por parte de un profesional de la salud, ya sea de presión arterial elevada o de presión arterial alta, el especialista debe pedir al paciente que se haga mediciones en casa, en la farmacia o en algún otro lado que no sea ni el consultorio médico ni en el hospital, ya que tener una propia medición casera puede ayudar a encarar el tratamiento.

Medición casera

Hay varios sitios para ir a medirse la presión de manera correcta, ya que sea en una farmacia cercana a la casa, un consultorio médico o bien hacerlo de forma casera, la cual es una técnica muy sencilla con un aparato que se puede adquirir, pero es importante tener en cuenta lo siguiente, para realizar las mediciones de manera correcta: 1) contar con un tensiómetro de calidad para monitorear la presión arterial, aunque en esta época existen varios dispositivos de última generación que poseen los avances necesarios para poder medir la presión, y brindar los valores mínimos y máximos de una persona, 2) realizar el método al menos dos minutos de reposo previo a la medición que va a llevar adelante.

3) hacer la medición en un lugar cómodo y tranquilo, con el brazo descubierto y bien sentado, y además, las buenas prácticas incluyen realizar la medición inicial en los dos brazos, y, posteriormente, seguir usando el brazo con la medición más alta y 4) evaluar los 3 registros: el primero suele descartarse porque puede estar influenciado por la ansiedad que conlleva la medición, por lo que lo ideal es hacer un promedio entre los dos registros siguientes para tener el parámetro correcto.

Consejos a tener en cuenta

El desenlace de sufrir la hipertensión arterial puede llevar a enfermedades o situaciones más terribles, pero también existen recomendaciones para que una persona pueda mejorar en su estilo de vida y de esta manera, evitar problemas a futuro con su organismo.

En ese listado de consejos que dejan los médicos figuran las siguientes actividades a tener en cuenta: consumir una alimentación cardiosaludable que incluya potasio y fibra, aumentar el consumo de agua, realizar al menos 40 minutos de ejercicio aeróbico de moderado a vigoroso (3 a 4 días a la semana), dejar de fumar, reducir la cantidad de alcohol que toma a 1 trago al día para las mujeres y 2 para los hombres o menos y considere dejar de tomar totalmente, reducir la cantidad de sodio (sal) que consume en sus comidas, de hecho, hay que consumir menos de 1,500 mg por día, reducir el estrés, para lo cual que tratar de evitar factores que lo causen, y pruebe con técnicas como meditación o yoga para desestresarse y además, mantener un peso corporal saludable.

POR G.A.